La PCM ha presentado el día de ayer, al Congreso, un proyecto de ley (descargar archivo) para crear la Veeduría de encuestas. Los congresistas del Apra, han hecho suya la propuesta, que pasará primero a la Comisión de Constitución. Todo esto no es más que el correlato de las declaraciones del presidente García sobre el resultado de una encuesta, que él llamó "propia". En esa oportunidad comentó los resultados y señaló que por tener una muestra de 27 mil entrevistados, era más confiable que las que regularmente se difunden. No es la primera vez que el presidente García arremete contra las empresas y universidades que desarrollan sondeos de opinión, pero en esta oportunidad incurrió en una falta a las normas, en la medida en que cualquier difusión de sondeos de opinión de intención de voto, en época electoral y no electoral, requiere de una serie de requisitos señalados en el Reglamento de encuestas del JNE (descargar archivo).
Esto no fue observado por el presidente, lo que provocó una serie de cuestionamientos y críticas, que pusieron en apuros a los dirigentes apristas, que no supieron que contestar. Nadie sabía nada de una encuesta. Tuvieron que pasar cuatro días, con las consiguientes evasivas de las autoridades partidarias y gubernamentales, hasta que el mismo presidente, señaló que la encuesta era aprista y, por lo tanto, privada. Seguidamente el secretario general del partido, señaló que no iba ha entregar la ficha técnica de la encuesta del sondeo -que algunos atribuyen a la empresa aprista Idice- pues se trata de un trabajo del partido. En ese momento, aquellos que callaron y se contradijeron, tenían ya un libreto: la encuesta era del partido, era privada, no entregarían información alguna, existía un monopolio de las empresas que tienen recelo de la competencia (digamos Idice) y que el problema era que falta transparencia en sus trabajos,
Salió así la propuesta de la Veeduría a las encuestadoras. Este es un proyecto de ley, cuya exposición de motivos es pobre en sustento, asumiendo que con esta medida se ofrecería mayor transparencia. Lo que propone en sus dos artículos es que cada organización, partido político o candidato podría acreditar un veedor en cada institución que realiza sondeos, en todas y cada una de las etapas de la realización del sondeo.
Este proyecto no debe prosperar. Trata de invertir el debate sobre la calidad de los trabajos de quienes realizan encuestas sobre intención de voto en el Perú, contra la genuina exigencia de informar de resultados, conocer la fuente y los procedimientos de trabajo. En nuestro país, hay varias empresas y universidades que hacen un trabajo serio y permanente en el tiempo y no sólo en época de elecciones. Lamentablemente el partido aprista y, de manera especial, el presidente García ha desarrollado siempre una estrategia de desprestigio, como ocurrió desde octubre del 2005, apoyado, por cierto, de la encuestadora Idice.
La ley y el reglamento señalan al JNE como encargado del Registro de encuestadoras y es la institución que supervisa y fiscaliza el trabajo de quienes realizan sondeos de intención de voto. Asimismo, el trabajo de elaboración del cuestionario, diseño metodológico, entre otros, pasan a ser propiedad de la institución y no tienen porque caer a manos de terceros, con mayor razón si son partidos políticos, entidades que disputan el poder.
El resultado de los sondeos, sí puede ser verificado y eso está en las exigencias del reglamento del JNE. Asimismo, salvo casos muy particulares, no todo el sondeo se centra en intención de voto. Hay partes del cuestionario, que pueden ser contratadas y que exigen reserva. De esta manera, imaginar que cada partido y candidato coloque veedores en cada empresa y universidad (con mayor razón es a nivel nacional), sería contraproducente, pues estarían en condiciones de acceder a información privada, que contraviene el mismo derecho trabajar respetando las condiciones pactadas con quienes contratan los servicios de estas empresas. Es casi igual que si al gobierno y el Apra, como no confían en los medios de comunicación, propongan un proyecto de ley para colocar un veedor de cada partido, en sus salas de redacción, en aras de la transparencia. Así de increíble sería esta Veeduría, que es solo miopía gubernamental.
Archivos adjuntos
Proyecto de Ley Veeduría (Apra).pdf
Reglamento de encuestas (JNE).pdf
Estimado Dr. Fernando Tuesta.
Para quienes leemos sus artículos, es siempre una fuente inagotable que permite mejorar o complementar nuestros ezfuerzos. Más aun para los que vivimos en el interior del País.
Precisamente somos periodistas y comunicadores sociales que venimos organizando un congreso Macro Sur del Perú, para la primera quincena de marzo 2010; en previsión de la coyuntura política que nos tocará vivir el presente año.
Su presencia contribuiría muy significativamente para cumplir nuestra misión informativa en situaciones de competencia política.
Hemos buscado sin exito comunicarnos con Ud. y por este medio nos gustaría poder concertar una breve reunión, si fuera posible un pequeño espacio en su agenda recargada.
Agradecido por la atención y pueda responder a nuestro mail
Edwin
Estimado Edwin, pueden comunicarse conmigo escribiendo a:
ftuesta@pucp.edu.pe
Estimado Dr.
A mi parece una estupidez tan grande como la catedral de Lima el siquiera mantener un registro de encuestadoras; con ello solo se ve la mediocridad de los gobernantes de turno que intentan meterse en asuntos sumamente privados como el trabajo de las encuestadoras; por supuesto que muchas de ellas venden su alma al mismisimo diablo, empero es el publico el llamado a aceptar o rechazar la credibilidad de las mismas, un mal trabajo conllevara al desprestigio de la empresa con lo cual su trabajo será descalificado de plano.
Lo que percibo es la tendencia de la intromisión en cada asunto tratando de controlarlo todo; craso error, puesto que la instromisión ahoga y axifia el accionar; en ese afan se dictan leyes y normas para todo, incluso para ir al baño???…..cuando la mediocridad es tan grande se permiten estas tonterías que en un país más civilizado no tienen por que darse.