Escuché, como todos en la década del 60′, esa canción con una cadencia especial. El Pata Pata, de la sudafricana Miriam Makeba, se convertiría en un clásico de la música popular contemporánea. Esta cantante que recogería en sus inicios el canto de su país natal con el jazz, logró encumbrarse con una voz y una interpretación especial, traspasando las fronteras africanas, para ganar, por primera vez para una mujer africana, junto con Harry Belafonte, el Grammy, en 1965.
Pronto a retirarse tras cumplir los 75 años, Miriam Makeba murió el 10 de noviembre, en el sur de Italia, luego de haber cantado y maravillado como en tantas oportunidades. Su corazón, ése que le ayudó a mostrar y luchar por su Sudáfrica, dejó de latir.
Nos dejó una mujer extraordinaria, luchadora incansable por los derechos humanos. Comprometida en su combate contra el oprobioso Apartheid que sufría Sudáfrica, militó al lado de las ideas de Nelson Mandela, quien señaló al momento de enterarse de la noticia que se trataba de "la madre de nuestra lucha y de nuestra joven nación". Ese compromiso la obligó a exilarse en Estados Unidos, en 1959. Desde allí dio a conocer sus canciones más conocidas como Click Song, Pata Pata y Malaika.
Sólo regresó a su país tres décadas después, convencida por el mismo Mandela. Su canto sudafricano y su voz antisegregacionista la llevaron a ser llamada Mama África. Descansa entrañable Pata Pata.