Se inscribieron 12 listas de partidos y alianzas de partidos. Pocos días antes del cierre de inscripción, Acción Popular daba a conocer su abstención de participar en los comicios, señalando que el gobierno militar no iba a respetar la soberanía de la Asamblea. El APRA, que se había mantenido a la expectativa en el proceso militar, pasó a convertirse en el partido a quien la Junta Militar depositaba esperanzas, en la medida que era el único capaz de contener al movimiento social. Este amplió su dinámica convocando dos paros nacionales, en febrero y mayo de 1978, que provocaron serios problemas al régimen. Este responsabilizó a varios candidatos constituyentes, alcanzando a deportar, en pleno proceso electoral, a trece dirigentes políticos, mayoritariamente de las listas de izquierda.
Con importantes manifestaciones y con una fuerte tensión política, se realizó las elecciones constituyentes el 18 de Junio de 1978, con la participación de cerca de cinco millones de electores. Los resultados favorecieron al APRA con el 35%. Obteniendo, Haya de la Torre, la primera votación preferencial con más de un millón de votos. Su apoyo se concentró en el norte del país y en el centro, teniendo menos peso en Lima y el sur. Los enfrentamientos con los militares y el veto que estos propinaron al APRA llegaba a su fin. Con esta votación, el APRA obtenía la primera mayoría de la Asamblea con 37 representantes, siendo elegido, Haya de la Torre, presidente de la misma.
Seguidamente, quedó el Partido Popular Cristiano con su líder Luis Bedoya Reyes. Su 24% lo obtuvo captando el voto de AP que se había autoexcluido del proceso. Este voto, se concentraba preferentemente Lima, en ciudades importantes y en el sur. En las capas medias y altas. Había nacido el partido de la nueva clase propietaria del Perú post-oligárquico. Si la crisis de la sociedad, había provocado el fin de los viejos partidos tradicionales (UNO, MDP, PDRP), también daba cuenta del nacimiento electoral, de la izquierda que en su conjunto obtuvo el 30% de los votos válidos. Esta se presentó dividida en cuatro listas -problema endémico a lo largo de su vida- siendo los más radicales los que lograron la mayoría, FOCEP y UDP, a expensas de los menos radicales PCP y PSR.
La Asamblea Constituyente abrió el camino de la transición democrática en el Perú. Las elecciones mostraban el nuevo mapa político del país. Los aparatos partidarios pasaron a ser más organizados y los partidos más exigidos por sus propios electores. Nacía un compromiso con la ciudadanía que la década del ochenta se encargaría de liquidar.
(El Peruano, 05 de Noviembre de 1998)