La realidad….
La interacción, debe ser aliada
En tus ojos, encuentro satisfacción
Y como un ente, un virus latente
Las ideas de otros carcomen tu mente.
Te vuelves una memoria en vez de un procesador
Una caja,
Si no te atreves a cambiar la realidad.
Eres la historia que quieres contar
Existencia remota, y cósmica
Metáfora, o ¿Una broma?
Primero cae mi brazo estirado al infinito
Y el resto sede.
Pero en el horizonte de sucesos….
Todo es tan revelante….
Dos macrocosmos, cométas viajantes
En explosión.
Otra vez…
me invadieron los sentimientos románticos
Es como una enfermedad. O es algo genial
¿Quién escribe por mi?
No.
Sólo conveniencia, y convención social.
Es la medida que cruza la expresión
Es poesía inducida,
Y degustada, sobre todo inflada.
Cuando era niño sacaba costras de mis oídos,
O de eso, con la mansa vencido
Y desostoy convencido
Sabes qué es una metáfora, ¿no?
¿no?
¿No?
¿Sí?
¿sí?
¿Ni si ni no?
Ninguna de las anteriores.
14. Deseando estar en tu interior
15. Tocando lo mejor
17. Viendo tu reacción.
Ganas, ¿de qué?
De tocar tu cuerpo
Y entrar en tu mente,
Ganas de lamerte
Y leer tus recuerdos.
Ganas, eso tengo,
De acercarme
Y medir tu intelecto
De olerte,
Y ver si en cuestión de genes
Somos un buen proyecto.
Conocer tus ideas
Ver adentro,
Más allá de las entrañas,
Allá donde no hay alma
Sino millones de estrellas
En funcionamiento.
Hay que distraerse para alcanzar objetivos. Todos tenemos objetivos, sólo que algunos ya están distraídos.
Ahora, alguien podrá romper su record corriendo. 6 km; seis desde el segundo año de universidad. ¿Por qué recién volvía a correr? Es una mala metáfora para hablar de su vida personal. ¿Qué lo tenía sedado? Una chica corre a lo lejos, le cuesta distinguir si es una hermosura o una que quiere verse mejor. Da igual, a esas horas, en ese parque, en este país de mierda, todos necesitan un incentivo para continuar. Ella es su incentivo, va a perseguirla. Es una presa y el un cazador, un homo erectus del África. Y lo gracioso, es que esa representación salvaje y animal está sólo en su cabeza. Cada persona es un mundo en sí mismo, esas palabras aparecen súbitamente en su cabeza. Cada quién tiene ideas particulares, una personalidad, una vida que lo forja de cierto modo. Como los chinos que han construido ese museo extraño al frente del parque. ¿Por qué lo han hecho? Se pregunta recordando los volantes tirados: ¡China extrae órganos de prisioneros de consciencia!
Diez, seis, cuatro, un metro más, la alcanza. Ha cumplido su objetivo sin siquiera darse cuenta.
Tu voz me seduce.
Sigue hablando, sigue hablando
Tu melodía, el tono, y el color de tu voz
Es dulce, pero agria, pero incluso así adoro cada palabra
Cada vocablo, cada lágrima
Cada respiro que tu voz inspira
Cada instante de delirio
Tu voz me seduce,
Sigue hablando,
Y si puedes,
Háblame a mí.
Todos hablaban de ellas, así que viajé a verlas con mis propios ojos. Tenía que ser una patraña o algo que se había inventado la gente para atraer turistas incautos, o tomarle el pelo a gente crédula. Y es que ¡cómo miércoles podrían haber personitas diminutas caminando con dirección a Machupichu! -Son tres días que duermo mal y uno completo sin dormir, sino te llamaría Mónica.- Llegué del trabajo, prendí el termo-ventilador para hacer más agradable mi estancia jesús-mariana y salí para Cusco.
No era algo que saliera en los periódicos o revistas especializadas, pero se podía escuchar el rumor de los viajeros en el avión. Me hartaba volver una y otra vez al rollo este de las personitas. Tomé mi antihistamínico, cetirizina, que ahora tomo en vez de mi habitual loratadina, y apague la luz.
Ahí estaba, en una chichería a las afueras de Aguas Calientes, en medio de un grupo de turistas disfrazados de Indiana Jones. Todos se arrodillaban para mirarlas así que me arrodillé. –Son hormigas.- le dije de inmediato a Lu, con cierta satisfacción. –Mira con esto.- dijo extendiéndome una lupa con su igualmente pequeña mano. Tras acercarla a ms ojos desnudos pude ver que en efecto no eran hormigas sino personitas, o una clase de bicho antropomorfo, que en dos patas caminaba en filas con dirección a Machupichu. También había hormigas pero era como si fuesen su ganado, como si los bichos las hubiesen domesticado. –Te dije, son personitas.-dijo mi adorable acompañante y me invadió el pánico. Quise pisarlas pero me dio asco.
“Siiii apareció gracias! Me tuve q subir a mi árbol para bajarlo y lloraba mucho estaba asustado” Apagué mi teléfono con gusto de que Mónica encontrara a su gato. Mañana debo trabajar.