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La Oposición y la gobernabilidad… una dicotomía necesaria
La crisis política peruana se agudiza, los congresistas (el congreso) son cada vez menos considerados por el elector que los llevo a ocupar su curul, el gobierno da muestras de inconsistencia en las acciones que realiza (mas enfocadas en defender la inocencia del Presidente que en gobernar – administrar el poder ejecutivo), no logrando evitar escándalos administrativos como la increíble imposibilidad de no poder comprar fertilizantes para los alicaídos agricultores, dar marchas y contra marchas en establecer un norte en la económica, no cumpliendo promesas de campaña sobre la seguridad interna (expulsión de delincuentes extranjeros, respetar la institucionalidad de la PNP, etc.), desatender la educación del país al no priorizar o supervisar el gasto de los gobiernos regionales en materia de infraestructura educativa, falta de “cuadros idóneos” que ocupen cargos de ministros o de alta dirección en el ejecutivo, entre otras acciones de administración – gobierno, que lleven a mejorar el Bienestar General de los peruanos.
Pues bien, el congreso cada vez mas alicaído por su propio actuar, no articula consensos que lleven a lograr una mejor relación / entendimiento con el ejecutivo, los congresistas ubicados en ala izquierda (mirando desde la entrada del hemiciclo hacia la mesa directiva) no se ponen de acuerdo con los ubicados al frente de ellos, es mas desde un inicio del actual gobierno de Perú Libre (partido cuyo candidato gano las elecciones presidenciales) han buscado la “vacancia” con una forma de “arreglar” esta “crisis política”, que según sus argumentos el presidente (no sabemos actualmente de que partido político) no da la “talla” (no esta a la altura de tan alta investidura), no es moralmente capaz al contar con serios cuestionamientos fiscales (seis -6 carpetas fiscales abiertas en su contra por variopintos delitos, producto aparentemente por actos propios y de su entorno más cercano) que están en investigación y que son mediatizados cada semana, día y hora por una prensa que busca informar y desinformar sobre estos hechos, que en realidad y según la información oficial (fiscalía) dan luces de una posible responsabilidad, pero como aun no culminan, no es posible contar la certeza de pruebas o acusaciones solidas que involucren fehacientemente al presidente, siendo esta situación los fundamentos para que los congresistas ubicados en el ala derecha del hemiciclo (visto como se indicó líneas arriba) no se unan al pedido de vacancia de los “congresistas” del frente.
Lo narrado hasta el momento, bajo una ligera sorna o maulería, no busca reseñar hechos que luego de analizados por el ciudadano de a pie o por el más ilustre politólogo, llegan a una indubitable conclusión “estamos en crisis” – en crisis política – afirmaría. La cuestión es como llegamos acá y si existe alguna solución a tan evidente problema político.
Vacancia! Vacancia!.. esgrimirían algunos, otros “cierren el congreso” y muchos mas “que se vayan todos”… todas posibles soluciones razonables!!!!!???? Soluciones llevan al día siguiente, es decir, si tuviéramos “el auto DeLorian del Dr. Emett Brown” y viajáramos en el tiempo, nos daríamos cuenta, que en ese momento estaríamos en las elecciones presidenciales o congresales o ambas, eligiendo a quien!!!!, les digo que por más análisis prospectivo que pueda hacer, no veo a quien o quienes estaríamos eligiendo, ya estaría escuchando en las noticias o leyendo en los medios “voten en blanco” o “gracias castillo” o “gracias Keiko” o “no por el anti..” o “no voten por Antauro” o “voten por el mal menor” o la peor de todas las expresiones “no ves para que lo vacaron o cerraron el congreso”… como diría mi santa madre “hijito … el que por su mal padece al diablo se queje”…. Pues tiene que haber solución, veamos que planteamos.
Auguro dos escenarios, el del corto plazo, baja la solución de tener una oposición sólida, que cuente con un líder nato, lo cual más de uno diría “de donde” “no hay”, pues no busquen solamente en el congreso, ya es hora de buscar fuera de él, un líder que una y busque consensos, lo cual es muy complejo en la actual coyuntura, pero no imposible, alguien que desde afuera del hemiciclo determine una estrategia política que permita que en el congreso se una en una posición maciza – concreta, que vislumbre una salida inmediata y razonable de la crisis política, a fin de no mermar más el futuro (económico, social, político, educativo, seguridad, salud, etc.) de nuestro país. Esta solución pasa por entender que todos los poderes del estado deben estar de acuerdo, lo cual es difícil, empero con los resultados de las investigaciones fiscales (que debemos acatar sin dudas) que permitan contar con indicios o supuestos corroborados que determinen ciertamente la presunción de delitos de nuestro presidente (lo cual llevaría a ser moralmente incapaz) lograría que los congresistas ubicados en el ala derecha den su voto por la vacancia.
Pues bien, del ser el caso que la fiscalía no cuente con suficiente información que permita contar con la menciona presunción de delitos, es necesario que el congreso evalúe los actos de gobierno que ha realizado el presidente, que configuren una presunta comisión de infracciones constitucionales y así lograr su inhabilitación. Sin embargo, si ninguna de las dos posibilidades se obtiene (ya sea por dejadez o por falta de pruebas contundentes o falta de consensos) es necesario que el gobierno evalúe la necesidad de cerrar el congreso, que a todas luces y bajo el escenario descrito (no lograr vacancia o denuncia constitucional) se convertiría en una obstrucción real y clara de la gobernabilidad del país, por lo que sería necesaria presentar dos (02) cuestiones de confianza y así llamar a elecciones congresales.
No obstante ante la imposibilidad que el gobierno y el congreso no logren sus cometidos (vacar o inhabilitar al presidente, o cerrar el congreso, respectivamente), se hace necesario la modificación constitucional de adelanto de elecciones, lo cual nos lleva al pronunciamiento del Pueblo el Soberano, que deberá indicar (bajo su percepción – altanamente mediatizada e influenciada) si da la aprobación de convocar a nuevas elecciones generales, en un escenario político incierto, que en palabras coloquiales diría “esto no da para más” y es necesario que se vayan todos y que Dios nos ayude.
El otro escenario, es el de mediano plazo, el cual nos lleva a determinar que es necesario mejorar la actuación política, cambiar los escenarios políticos, ante la evidencia que no existe actualmente un partido solido de oposición, salvo el Fuerza Popular, el cual cuenta con el llamado “anti voto” muy arraigado en el imaginario popular, por lo que este partido deberá re fundarse para contrarrestar esta percepción altamente negativa que no le ha permitido llegar hacer gobierno en tres (03) oportunidades.
Es por ello que los partidos políticos son de vital importancia para ser llamados a formar gobierno o de no serlo, conformar la oposición, cuya función no es buscar ser contrarios a todo lo que el gobierno de turno proponga, si no ser Partidos Políticos (PP) en toda su extensión, que en palabras de Borja serian:
“… Los partidos son los pilares del sistema democrático. No hay democracia sin partidos políticos y estos solo pueden darse en el seno de regímenes democráticos. Intermediarios entre el ente el gobierno y la sociedad, están llamados a recoger, enriquecer y procesar las aspiraciones de la comunidad a fin de que ellas cobren un peso específico en las decisiones gubernativas. En este sentido, los partidos son elementos auxiliares del gobierno aunque estén en la oposición. (…)”[1]
Pues es el Partido que ganó las elecciones presidenciales (a través de su candidato electo) quien tiene la responsabilidad de gobernar y atender las necesidades de todos los peruanos, bajo una determinada posición ideológica (izquierda o derecha)[2] y pragmática (ideario o plan de gobierno), mientras los PP que ganaron curules en las elecciones congresales, tienen la responsabilidad (a través de sus congresistas electos) de ser los intermediarios (representantes) entre sus electores y el gobierno en búsqueda de atender sus necesidades, y además fiscalizar detalladamente la administración del Estado.
No se llega a ser presidente o congresistas si no a través de PP, por lo que son ellos los que deben tener la suficiente idoneidad de contar con “cuadros” adecuados, y brindar al elector los mejores candidatos a fin de “elegir a los mejores entre los mejores”, esto coadyuvaría a contar con un partido de gobierno sólido, cuyo presidente de la talla para tan importante cargo y que cuente además con cuadros idóneos que lo acompañen a gobernar; además estos cuadros, nos permitiría contar con un congreso consolidado, capaz de contribuir con la gobernabilidad del país, sin perder su ideología e ideario que lo llevo al congreso, convertirse una oposición constructiva, que busque consensos (por que si se fragmenta perderá la capacidad de negociación con el ejecutivo que lleva a poder atender necesidades no cubiertas de sus electores), que ante situaciones difíciles o de crisis política, de soluciones viables y consensuadas
Finalmente ser partido de oposición, es ser el articulador principal de la gobernabilidad, sin oposición no habría democracia, nos convertiríamos en una dictadura o autocracia, en vista que existe una minoría (significativa o no) que no se siente representada por el partido de gobierno y requiere que sus necesidades sean atendidas bajo un enfoque distinto al del ejecutivo y es ahí donde la oposición busca tender los puentes necesarios, ser oposición es una gran responsabilidad tan igual como ser gobierno, ambas posiciones son complementarias, y es un deber que los representantes de los PP que fueron electos sean consecuentes con este encargo, la de gobernar por el bien del país, por el bienestar de todos los peruanos y no por los intereses de la cúpula partidaria, los electores deben votar por los PP por la ideología que representan y por la manera de dar solución a sus necesidades a través de su ideario o plan de gobierno.
Es por todo ello, que la mejora de la Ley de Partidos Políticos[3] es una muy importante tarea pendiente que permitirá contar con candidatos a presidente o congresistas o gobernadores o alcaldes “idóneos” “honestos” “capaces”, que al ser electos busquen siempre articular una adecuada gobernabilidad, a pesar de la dicotomía necesaria entre el partido de gobierno y de oposición.
[1] Rodrigo Borja – Enciclopedia de la Política Edición 2012 – Tomo II págs. 1477 – 1478. Énfasis del autor del blog.
[2] Para mayor detalle revise http://blog.pucp.edu.pe/blog/augustopatron/2022/07/14/de-izquierda-o-de-derecha-en-busqueda-de-una-identidad-politica/
[3] Para mayor detalle revise mi ponencia sobre el tema http://blog.pucp.edu.pe/blog/augustopatron/2022/08/21/la-ley-de-partidos-politicos-en-el-peru-en-busqueda-de-elegir-el-la-mejor-entre-los-las-mejores/