El 06 de noviembre del 2014 se estrenó la película peruana “GLORIA DEL PACIFICO” cinta que narra uno de los episodios de la guerra que sostuvimos con Chile durante los años de 1879 – 1883.

Estas  breves líneas no tratan ser una crítica de cine, puesto que al respecto sé muy poco, estas líneas están dedicadas al esfuerzo de su director por dar a conocer uno de los momentos más traumáticos que tuvimos como nación. Por otro lado, hacer notar también la falta de atención que los medios de comunicación le dieron a la promoción de la misma ya que a duras penas llego a las dos semanas en cartelera.

El diario “El Comercio” reseñó el lunes 29 de diciembre último sobre la cinta que ésta era “irregular e imperfecta” además de ser una grata sorpresa, claro nadie espera hacer una película sobre historia del Perú del siglo XIX, debe ser costosa entre otras dificultades, pero es válida la apuesta más allá de los errores cinematográficos que pueda tener.

Y realmente es aplaudible la apuesta de su director Juan Carlos Onages, quien decidió realizar una película sobre “nuestra historia” y, cuyo objetivo es mostrar a nuestro país no solo el lado de la derrota de la guerra, ya que también hay hechos y suspicacias que hablan por sí mismos durante el film.

Además también nos invita a reflexionar sobre el sacrificio de los llamados héroes como Bolognesi, Ugarte, Sáenz Peña, More entre otros, además de ver el lado del peruano común: tanto el del soldado como el rol de las rabonas. Reflexión que debería ayudarnos a comprender mejor nuestro pasado y la herencia que nos toca lastimosamente repetir a fin de encontrar un camino mejor.

Ejercicio interesante debería ser el análisis de esta película nuestra, que nos ayuda a contrastar la historia “oficial” y la búsqueda de nuestra propia interpretación a fin de ayudarnos a ser más peruanos, más comprometidos con nuestra nación con la idea de alcanzar nuestra propia opinión y dejar de repetir la que “nos contaron por ahí”

Por otra parte, además de escuchar las conocidas frases de: “Arica no se rinde”, “tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho”,  “apure Leyva”  o la menos famosa: “nunca reclames nada para que no crean que mi deber tuvo precio”.  Frases que en muchos casos han sido olvidadas, pero que creo que es necesario hacer un comentario muy personal sobre estas.

Para aquellos que crecimos con la historia de los héroes de la guerra del Pacifico, fue muy emocionante ver en la pantalla grande aquellos momentos o frases que resultan emotivos para la construcción de nuestra memoria colectiva, imágenes   y momentos que estoy seguro los más jóvenes podrían apreciarlas en su real dimensión si seguimos apostando por este género: el cine que hace historia, que hace conciencia nacional, que es también otra manera de educar y este acto es algo en el que nuestro estado y sociedad  aún no ha quemado su último cartucho.