Mallorca. El empresario de la Plaza de Toros de Inca, de Mallorca, se lanzó al ruedo para matar él mismo a un toro que se había roto un asta, pero con unas consecuencias tan brutales e impactantes que gran parte del publico (en su mayoría turistas) decidieron marcharse de la plaza consternados y entre lágrimas. Además, la plaza estaba llena de niños, que tienen prohibido asistir a esta serie de festejos. Uno de ellos estaba junto a la Guardia Civil y otro portaba en la mano la oreja de uno de los toros. Los hechos ocurrieron el pasado 31 de julio.
Mientras que fuera de la plaza se manifestaban los grupos antitaurinos pidiendo compasión para los animales, en el interior de la plaza la tortura hacia un animal estaba a punto de llegar a su máximo exponente. “Si el torero de turno no pudo sacrificar al animal, uno no puede saltar al coso y matarlo de cualquier manera”, se quejó Silvia Barquero, portavoz de Pacma, que explicó que el empresario ya “recibió dos multas por permitir la presencia de niños en los tendidos”. Leer más