Miles de años de domesticación de algunos animales como los gatos y los perros han hecho que sean considerados muchas veces como parte de la familia. Se podría pensar entonces que este tipo de especies animales se encontraría en un estado de privilegio con respecto al hombre, pero eso no es completamente cierto, pues ese vínculo también puede crear mucho sufrimiento para ellos.

La decisión de tener mascotas conlleva la necesidad de quererlas y de cuidar de ellas. Por eso, el proceso de domesticación iniciado por el hombre involucra una gran responsabilidad a la hora de ver sus destinos. El mayor problema que existe en el mundo, en este sentido, es la crisis por la sobrepoblación, debido a que la tasa de crecimiento de estos animales es alarmante, por lo cual, obviamente, gran parte de ellos se quedarán sin hogar y no les quedará otro lugar que la calle para vivir, estando expuestos así, a deambular con escasa alimentación, sin un abrigo adecuado y a merced de múltiples maltratos (envenenamiento, atropellos, casos de crueldad, etc.).

Al no existir en el Perú una política gubernamental para solucionar esta situación, las medidas que nosotros podemos tomar son la Esterilización para evitar que estos animales se sigan reproduciendo indiscriminadamente y la Adopción cuando se quiera y se tengan las condiciones para tener una mascota.Se habla de adopciones porque, definitivamente, estos animales, a pesar de que algunos los pueden considerar sólo como juguetes o guardianes de las casas, no son objetos y, por lo tanto, no son una mercancía más que se puede comprar y vender. Ellos tienen derechos que se ven vulnerados cuando son criados en pésimas condiciones con el único objetivo de reproducirlos y que sus crías les sean arrebatadas para ser expuestas en una tienda de mascotas en unos espacios reducidos o en el desasosiego propio del comercio ambulatorio. Lo claro es que la venta de animales solo contribuye a más sufrimiento y eso se debe parar al no contribuir con su demanda.

Es por eso que lo mejor es acoger directamente, por ejemplo, un perro o gato de la calle, o recurrir a un albergue de los varios que hay en nuestra ciudad, donde obtendremos en adopción a un perro ya vacunado y esterilizado. A pesar de que la gran mayoría de los animales que son dados en adopción no sean de “raza fina”, no debemos discriminarlos por ello, ya que al igual que en el caso de los seres humanos, todos son capaces de brindarnos mucho cariño y lealtad de por vida.

Es así que con el propósito de contribuir a solucionar, en alguna medida, esta situación, los días 29, 30, 31 de mayo se realizará en los jardines de la facultad de Artes de la PUCP, la Campaña “Adopta un amigo” que consistirá en proporcionar con más detalle información sobre esta problemática y a la vez permitirá la adopción de mascotas del albergue de ANIMAZUL (www.animazul.tk). La organización de este evento corre por cuenta de esta agrupación, de la Fepuc y de ADEA, la Agrupación para la Defensa Ética de los Animales conformada por alumnos y egresados de la universidad.

Recuerda que si decimos que queremos a los animales, el tirarle unas migajas o el sentir un momento de compasión ante un animal de la calle no soluciona el problema. Aprendamos a convivir de una manera más responsable con ellos. Ten en cuenta además, que adoptando un animal de un refugio, no solo ayudas a ese animal, sino también al que ocupará su lugar, de manera que progresivamente, se espera que haya cada vez menos animales desamparados en las calles.