La sobrepoblación animal es una escalofriante realidad que se plasma en el abandono de miles de animales en las calles expuestos a terribles peligros (atropellos, hambre, crueldad), de otros tantos en los albergues esperando eternamente por un hogar, o de la gran mayoría que es sacrificada porque ya no hay sitio para ella en un albergue y porque lo peor que les puede suceder no es la muerte sino la calle.

¿Cuáles son las causas de esta situación?
El asunto pasa por la gente que no esteriliza a sus mascotas dejándolas reproducirse hasta por la gente irresponsable que no toma en cuenta todo lo que implica tener un animal de compañía y termina abandonándolo en las calles o en los albergues que ya no se pueden dar abasto para seguir recibiendo más animales. A esto se suma la poca conciencia que hay de lo que realmente significa querer y respetar a un animal: querer tener un animal de determinada raza, cachorro, no es quererlo realmente; ya que la discriminación a los perros y gatos sin raza y adultos es lo que los confina a pasar sus vidas en ese estado miserable. Así, también son culpables los que prefieren comprar animales a adoptarlos de un albergue. Algunos de los animales de la calle tendrán suerte y serán recogidos, pero otros terminarán sus vidas atropellados, envenenados, en los laboratorios o en universidades para ser sometidos a terribles pruebas de experimentación. No hay que olvidarnos tampoco de los animales, que si bien tienen casa, también pasan una terrible vida al estar en la azotea, encadenados, con malos tratos, mal alimentados, sin nunca formar parte de la familia. Se debe trabajar también en el tema de la tenencia responsable de mascotas.
Mención aparte merece el Centro Antirrábico, ubicado en Chacra Ríos. Este lugar es un verdadero infierno para los animales que terminan ahí. En esos 10 días no van a recibir ningún alimento y al final serán eliminados con estricnina, es decir, sufrirán la más espantosa de las muertes: el ser envenenados. Los que no son asesinados serán vendidos a las facultades de medicina o a los laboratorios para seguir sufriendo en las pruebas de experimentación. Debemos crear una fuerte presión ciudadana para ya no permitir que siga existiendo un lugar así, y para que no haya más animales sufriendo en las calles. Y que el Ministerio de Salud cambie su política exterminadora por una que realmente logre cambios tanto para el bien de los animales como de las personas: es decir, en la prevención, educación y las esterilizaciones masivas.

Soluciones

“El mismo nombre de Sobrepoblación nos lleva a plantearnos que la solución para ya no tener miles de animales que nunca van a conseguir un hogar es el de la Esterilización. Esta operación sencilla que no solo evitará que los animales se reproduzcan sino que les permitirá tener una mejor calidad de vida. No hay que ser irresponsables ni negligentes al negarnos a esterizar a las hembras y castrar a los machos, ya que el no hacerlo nos hace verdaderos causantes de que haya más animales muriendo en las calles, en el antirrábico, esperando tristemente en un albergue, de los millones de animales sacrificados, etc.
La otra medida que debemos tomar es que si deseamos a un animal, y sabemos que podemos hacernos cargo de él responsablemente, no debemos comprarlo ni de los criadores, ni de las tiendas de mascotas, ni de los vendedores ambulantes. Todos estos entes lo único que hacen es reproducir y reproducir más animales, condenan a una vida espantosa a las hembras reproductoras, y al crear ejemplares de raza, producen animales débiles, con enfermedades, y expuestos a acabar en un hogar en que no serán tratados bien. Por eso, debemos acabar con la demanda de este infame negocio. La única alternativa ética es adoptar de los albergues. De esa manera, no solo estamos dándole una oportunidad a un perro recogido de la calle, sino que estamos creando un nuevo espacio para que otro animal sea rescatado. Mientras que si compramos a un perro o gato, o dejamos que nuestra mascota se reproduzca, le estamos quitando un hogar a un animal de la calle. No podemos criticar a los albergues que no reciben más animales ya que estos casi sin recursos ya no pueden albergar a más animales si es que no hay adopciones; y tampoco podemos criticar a los albergues que eutanizan porque si no lo hicieran, no podrían recibir a más animales que por lo menos tendrán la oportunidad de ser adoptados, o de lo contrario, tendrán una muerte digna y sin dolor, en vez de una muerte espantosa en las calles. Además, los albergues son solo un paliativo al problema, ya que los animales no se encuentran bien en un lugar así; para ellos el ideal es estar en un hogar sintiéndose querido y cuidado. La gente no tiende a adoptar de los albergues porque discrimina a los perros sin raza y adultos; y con esa actitud solo causan más muertes y abandono. Es necesario por eso también un cambio de actitud. Querer y respetar a los animales significa no discriminarlos. Cualquier animal, como cualquier persona, es capaz de brindarnos todo su cariño y agradecimiento; a él no le va a importar de qué raza somos nosotros.

Por :
Teresa Torres
Fabiana Portal