El día viernes 16 de julio, después de la 1pm, saqué a pasear a mi mascota, Milo de 11 años y 8 meses, que gozaba de excelente salud. Lo paseaba por la Av. Pedro de Osma, cdra 4, Barranco, cuando vi que se acercaba un batallón de soldados corriendo (de la escuela militar de chorrillos) y gritando su rutina, acompañados de un rottweiler sin correa ni bozal. Al ver que el perro se me acercaba el comandante me dijo que no me preocupara pues el animal era dócil (mintiendo luego al decir que el perro no era de ellos). Cargué a mi perrito de inmediato, él me lo pidió, imaginé que era para cuidarlo mejor que yo, pero el rottweiler dócil se lo arrancó, triturando su torax hasta matarlo. Inmediatamente después que lo soltó el comandante dio la indicación que amarraran al perro y se lo llevaran – lo hizo uno de sus soldados. (luego dijo que estaba amarrado con un pasador de zapatillas…cómo si eso fuera capaz de aguantar a un perro grande).Yo grité como nunca lo había hecho. En ese momento, dos hermanas de la casa de reposo de italianos, una enfermera argentina que trabaja apoyando a la municipalidad de Barranco y otras vecinas de una casa y un edificio que me escucharon, salieron a auxiliarme y llamaron al serenazgo.
Cuando mi hija llegó, conversó con el comandante, quién se ofreció a enterrarlo en la playa en nuestra compañía. Ella se negó por considerar que hacerlo era una manera de ocultar la evidencia. También le propuso sacrificar al rottweiler, como si el animal tuviera la culpa, y ella se negó a ello también. Por último, le dijeron que era necesario ir detrás del perro porque no sabían si tenía rabia, lo cual indigno mucho a mi hija, quien no descanso hasta que llegó el serenazgo porque temía que se vayan sin hacerse responsables de lo ocurrido. Ellos llamaron a una camioneta pick-up para llevarse al perrita y enterrarlo, ésta llegó a pesar de que mi hija se había negado aceptar ese tipo de ayuda de parte de ellos.
Esperamos la llegada del serenazgo para levantar el cadáver y denunciar lo ocurrido. Mientras lo hacíamos, el comandante cambió de versión en varias ocasiones y según su conveniencia: al principio aseguraba que no era su perro, pero una vecina dijo haberlos visto con anterioridad por la misma avenida y con el mismo perro suelto y, solo luego de eso, aceptó su responsabilidad sobre él. Queremos agradecer infinitamente a todas aquellas personas que nos ayudaron en ese momento difícil.
Fue justamente una de estas personas que acudieron en nuestra ayuda quien nos comentó que había cremado a su perro en una veterinaria ubicada en la misma avenida, a menos de una cuadra. Finalmente, el serenazo llegó y, al menos, logramos hacer que él se hiciera cargo de ese costo (S/.315.00). Dejamos el cuerpo en la veterinaria para que lo incineren y la Dra. Veterinaria le hará una necropsia de cortesía, el día lunes 19 de julio me entregarán sus cenizas en una urna.
Negociar era la salida más fácil en ese momento, para suerte de ellos, pues mi crisis nerviosa y la falta de ánimo para hacer trámites en la comisaría les permitió no salir en los medios de comunicación.
Sin embargo, como verán, luego de meditar lo sucedido, no podemos quedarnos con los brazos cruzados, porque no es solo un perro o una familia…
Formulo esta denuncia, no para enjuiciar al comandante (aunque fue el responsable del perro en ese preciso momento), sino para que el ejército del Perú, toda entidad que cuente con perros entrenados y todo propietario de un perro, tome las medidas correspondientes. La ley que regula el régimen jurídico de canes 27596, prohíbe que un perro esté sin cadena, los perros que son peligrosos y entrenados deben tener también bozal, por seguridad de la mascota, del resto de mascotas y de las mismas personas.
Nuestra intención es que la muerte de Milo no sea en vano.
Pedir disculpas no basta ¿Quién le devuelve a la vida a un miembro de la familia? ¿Quién se hace responsable de la terapia psicológica del dueño que ve morir de esa manera a su mascota? ¿Quién se hace responsable de que no vuelva a pasar? ¿Quién asegura que esta vez el dueño no quedará solo psicológicamente dañado? ¿Quién asegura que la víctima no sea un niño? ¿Acaso ya no podemos pasear tranquilamente con nuestras mascotas? Quiero creer que sí.
Decir tantas palabras de consuelo no bastarian para calmar el dolor que sintieron en ese momento,el ejercito del peru esta plagado de patanes de distintas jerarquias un comandante es un oficial superior una persona que estudia para dirigir un estado mayor un jefe como pueden confiar las instituciones tutelares esa clase de salvajes,ellos los del batallon de comando se caracterizan por conseguir canes para luego descuartizarlos en sus practicas es por eso que no sienten ni el dolor ni lapena que sintieron los dueños de milo,ni una carta de disculpas serviria creo yo,sino identificar a este individuo con nombre y apellido para hacer justicia pues estos señores no son dueños de lapatria sino estan a su servicvio y si no es asi pues que los medios de prensa se enteren que clase de bestias estan usando el uniforme de la patria,destriozando la vida de un inocvente animalito destruyendo a un integrante de una familia,es mi humilde opinion y mi adhesion a lacausa de milo para que se haga justicia esta y otras muertes para que de una vez por todas nos unamos contra elabuso y se reglamente la ley de proteccion .
No sabes cuanto lo lamento, te comprendo como te debes estar sintiendo en este momento, perder a nuestra mascotas es un dolor tan grande, es como perder a un hijito, yo tuve un pekines parecido a Milo y por eso al ver la foto de este pequeño me da mucha tristeza al recordarlo.Pero esto no se debe quedar así, como le pasó a este pequeño que tenía un dueño que trató de protegerlo en ese momento imaginate como será si pasa por ahí otro animalito inocente sin nadie que lo proteja, estos disque soldados de la patria se pasaran de largo sin importarle el dolor y la vida de estos angelitos.Denuncielos.