La experiencia nos ha mostrado que la fase adulta de la vida de un perro es la más especial, ya que es en esta época donde desarrollan toda su ternura, cariño y fidelidad hacia sus dueños. En ese momento, alcanzan la mayor conexión con quienes los cuidan y dan cobijo, aportando alegría y amor incondicional.
Muchas personas piensan que no les compensa adoptar un perro de edad muy avanzada, por temor a una pronta desaparición del nuevo compañero. Pero debemos tener en cuenta que los últimos años de un animal son a su vez los de mayor desarrollo emocional, cuando más cariño necesitan y cuando más amor son capaces de retornarnos.
He aquí algunas razones:
1 – Conoceremos perfectamente el carácter del perro.
2 – Sabremos perfectamente su estatura y tamaño definitivo, sin llevarnos sorpresas más adelante.
3 – Ya han madurado y asimilan con más rapidez todo lo que se les enseña en el proceso de su educación.
4 – La adaptación de los perros adultos adoptados, (de un año en adelante), es muy rápida y fácil.
5 – Evitamos los destrozos lógicos de adoptar a un cachorro que necesita juguetear y que tarda entre 6 – 9 meses en aprender a hacer sus necesidades fuera de casa.
6 – El perro adulto se adapta rápidamente a su nueva vida y adquiere en poco tiempo las costumbres de su nuevo hogar, así como las normas de disciplina básicas, como hacer las necesidades en la calle, por ejemplo. Leer más