Tras hacer una campaña relámpago para conseguir alimento para animales y dinero para trasladarnos al lugar donde fue el epicentro del terremoto, llegamos al Sur con la intensión de hacer una inspección del estado en que se encontraban los animales luego del desastroso terremoto. Llegamos a Pisco, la ciudad más afectada por esta tragedia a las 10 de la mañana del domingo, tres días después del sismo que sacudió todo el Perú, pero en mayor intensidad el Sur. Al día siguiente del terremoto todos pudimos ver en la televisión cómo quedaron estos lugares. Sin embargo, la televisión jamás podrá enseñarnos con exactitud lo que realmente sucede en el mundo. Hay que verlo con los propios ojos para darse cuenta de la magnitud de las cosas. Escogimos Pisco por ser la ciudad más afectada y dañada por el terremoto. Pisco centro ya no existe. Ahora es un cúmulo de derrumbes, tierra, escombros y devastación. Parece que lo hubiesen bombardeado en la época de la Segunda Guerra Mundial. Entre el caos, el desorden y la tristeza de un pueblo asolado por la desgracia asoman caritas de desconcierto que son la de los animales, sobre todo la de los perros, que ahora lo han perdido todo también. Muchos caminan asustados detrás de alguna persona que pudiera ser su amo para que los proteja, ya que muchos han quedado traumados luego del terremoto. Otros esperan trepados en los escombros a que su dueño regrese o quizá lo acompañan en su ataúd: los derrumbes.
Encontramos muchos casos de animales abandonados o a punto de serlo. Entre ellos está el caso de Nicole. Ella se encontraba sola en la casa cuando empezó el terremoto. Le cayeron adobes en la pata derecha y se la fracturó. Debido al gran temor que debió haber sufrido se torno agresiva. Cuando sus dueños llegaron a la casa lo único que quedaba en pie era una habitación y Nicole en un rincón de la misma sin querer salir de ahí. Los ojos se le infectaron debido a la gran cantidad de polvo y tierra que le cayó debido al derrumbe. Los dueños de la casa evacuaron a Lima con sus pertenencias, pero a Nicole no podían llevársela con ellos. A parte de eso ella se había vuelto agresiva y no permitía que nadie la toque. No era humano dejarla abandonada a su suerte ahí. El dueño llorando prefirió que Nicole descanse a tener una muerte lenta en un rincón de esa casa derruida.

Otro caso digno de contarse es el de Osito, un shitzu viejito y ciego que encontramos caminando por una calle. Su dueña yacía sentada delante de la casa totalmente derrumbada. Su padre vivía con Osito. Cuando sucedió el terremoto a su dueño se le cayo la casa encima matándolo. Pensaron que Osito también había corrido la misma suerte, sin embargo, luego de unos días, encontraron a Osito caminando entre los escombros. La hija del dueño fallecido de Osito quería que se fuera con su padre, ya que ella no podía llevárselo. Osito ahora está de nuevo con su amo, pero en un lugar donde jamás habrá desolación ni muerte.

En contraste con estas dos historias podemos decir que el caso de Pisca, como le pusieron los rescatistas, es merecedor de contarse también. Una noche los rescatistas fueron a tratar de sacar cuerpos debajo de los derrumbes. Carol Chamán, rescatista peruana, intentaba con sus manos buscar entre las piedras y adobes cuerpos bajo los escombros, sin éxito. En ese instante llega una cosita peluda, pequeña y juguetona a rascar con sus manitas entre las piedras también. Carol intentó disuadirla pero no pudo, Pisca seguía en su afán de sacar algo de debajo de las piedras. Tanto fue su intento que los rescatistas también buscaron ahí y gracias a Pisca se encontraron 4 cuerpos de personas muertas bajo los escombros. Pisca, sin haber sido entrenada jamás supo dónde buscar y tal vez sea porque que ella vio cuando estas personas perecieron en el terremoto. Ahora Pisca ha sido adoptada por Carol y junto con ella seguramente rescatara a muchas personas ya que ella es una perrita rescatista.

A través de esta crónica deseamos dar a conocer que la situación de los animales en Pisco centro es alarmante. Casi todas las personas se han ido o están por irse. Muchos han venido a refugiarse en las casa de familiares en Lima o en otras provincias. No pueden llevarse con ellos a sus animalitos y optan por dejarlos en las casas, muchas veces en los techos o amarrados para que no los sigan. La mayoría de estos animalitos está sana, sin embargo no tienen comida ni agua, dentro de poco enfermaran no solo por la mala calidad de vida que están llevando sino por el frio intenso que hace en las noches y ellos no tienen donde refugiarse. El gobierno regional amenaza con darles bocado ya que no desean que se propague una zoonosis. Nosotros queremos aclarar que el problema de los animales en el Sur no es su salud, (no descartamos que existan animales enfermos, pero siempre los ha habido, como es natural en cualquier cuidad del Perú existen animales con sarna o alergias). El problema en general y el más grave ahora es que están siendo abandonados por centenares y sus dueños no van a regresar por ellos nunca más. Dejarles alimento un día no soluciona la situación. En estos lugares no hay quien se encargue de su bienestar ya que ahora la principal preocupación de las personas es ellas mismas y no los animales.

Contar la realidad de las cosas es ser honestos con ustedes. La solución es evacuarlos, hacer una evaluación de quien tiene posibilidades de adopción, (no olvidemos que aquí no hay albergues con capacidad tan grande, ni hogares temporales disponibles para tantos animales adultos y que las buenas adopciones son casi nulas)y quien no y a ellos hacerlos descansar. Es importante que comprendan que no está en nuestras manos darles hogar a todos, pero sí es nuestro deber hacer que estos animalitos no sigan sufriendo más. Otra acción a tomar es dejar alimento a los dueños que no van a abandonar a sus animales, ya que no tienen ni para ellos mismos debido a la escases de alimento y agua ya que las donaciones nacionales e internacionales no llegan como deben llegar. Luego de que este terrible problema se solucione y la vida de los pobladores se normalice un poco se puede ir a vacunar y a esterilizar a los animalitos que queden con su dueño o al cuidado de alguna persona. Un animal abandonado en tremendas circunstancias sufriría demasiado. El Sur es un caos ahora. Dejar animales abandonados ahí seria inhumano e irresponsable.

A través de nuestro corto paso por Pisco, ya que regresamos hoy lunes a las 6 de la tarde, pudimos desparasitar y curar de sarna a varios animalitos y dejarles comida.

Queremos agradecer a:
Capitan Rojas del Ejercito Peruano quien permitió nuestro paso a la Plaza de Armas de Pisco ya que el peligro en las inmediaciones es alarmante sobre todo en las noches debido a los robos y saqueos.

Carol Chamán, rescatista peruana, quien adopto a Pisca.

Nicolas e Ivan, voluntarios, quienes nos prestaron una carpa.

Roberto Rojas, bombero de la Cía de Chosica, quien tramito préstamo de otra carpa.

Bomberos sin Fronteras, quienes nos informaron del estado de varios animales y donaron driza para poder agarrarlos.

Y a Reniec.

Gracias a las donaciones recibidas hasta el momento estaremos regresando este fin de semana. Al final de la campaña estaremos informando sobre las donaciones y los gastos realizados.

Aun puedes colaborar en ayudar a los animales del Sur.
Centro de acopio de alimento para animales y medicinas:
Av. Eduardo Villarán 375, La Aurora- Miraflores a la altura de la 21 de la Av. Benavides

Cuenta Animazul: 193-12981768-0-95 Banco de Crédito, cuenta de ahorro en soles. Por favor enviar email con el nombre, fecha y monto a: adoptamigo@gmail.com o alcoperu@hotmail.com

ALCO / ANIMAZUL
APDA / GRUPO CARIDAD