El robo de celulares en la mayoría de los países de América Latina ha dejado de ser una simple preocupación, pues la muerte ha tocado la puerta de varios por resistirse a entregar su equipo.
Es por ello que algunos países, como Guatemala y Colombia, están trabajando en la firma de convenios y decretos para profundizar la penalización del delito. En ese sentido, el Gobierno de Guatemala firmó un convenio con operadores para disminuir en conjunto el robo de teléfonos y endurecer las penas y desmantelar las bandas que se dedican a reprogramar los equipos.
En el caso de Colombia, el alto comisionado para la Seguridad lanzó una serie de puntos para atacar aspectos legales, tecnológicos y de seguridad, para desincentivar este delito, pues en un mercado de 45 millones de usuarios móviles, donde sólo el año pasado se robaron tres millones de teléfonos, hay que hacer frente al delito que alcanzó el 53% de los robos denunciados sólo en Bogotá durante el año pasado.
Entre los puntos a considerar por las autoridades colombianas está la reforma penal, que buscará criminalizar y castigar con cárcel a los miembros de las bandas dedicadas a «manipular y reprogramar los equipos robados». La iniciativa, impulsada por los ministerios de Defensa y de las Tecnologías y la Presidencia, busca poner de acuerdo a usuarios, fabricantes y operadores para «desincentivar» esta actividad delictiva, que extiende sus tentáculos a Ecuador y Venezuela, donde según las autoridades activan los equipos robados en Colombia.
Fuente: Inside Telecom