La cuarta revolución industrial, como ha sido bautizada por los alemanes, ha sentado sus bases en pleno siglo XXI de la mano de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), Big Data, Cloud Computing, Internet de las cosas (IoT), ciberseguridad, las tecnologías de redes de fibra óptica e inalámbricas, y en unos pocos años las venideras redes 5G acrecentará la base de infraestructura de telecomunicaciones para consolidar la Industria 4.0., permitiendo una mucho mayor interconexión de millones de dispositivos de todo tipo.
Como vemos en el gráfico adjunto (da click sobre la imagen si deseas ver el sumario), a diferencia de las anteriores que tomaron muchos más años entre una y otra, la cuarta revolución industrial ha empezado en mucho menos tiempo respecto de la tercera, y está principalmente impulsada por el galopante desarrollo de las TIC que trata de digitalizar el mundo de la producción para que dé lugar a productos conectados entre sí que generen valor añadido. Pero no es solo la producción, sino que se trata de ampliar la digitalización a la mayor cantidad de áreas de la empresa y a todos los sectores de la industria.