Archivo por meses: diciembre 2017

Códigos de conducta para estos tiempos

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Esta es una pequeña parte de la entrevista al presidente de Proética, Jorge Medina (JM), que la da al suplemento Día 1 de El Comercio hoy, y luego daré mi aporte a continuación.

(Día 1) Terminamos el año con el Caso Lava Jato haciendo remecer los cimientos del Gobierno y de algunas de las más importantes empresas del país. ¿Cuál es la principal reflexión a la que debemos arribar?

(JM) Lo que está ocurriendo no surge hoy, es algo crónico y muy grave que pone de manifiesto la perversa relación entre el mal poder político y el mal poder económico que, a su vez, pone de manifiesto dos cosas muy graves: la infiltración de dinero ilícito en la política y la penetración de la corrupción.

(Día 1) ¿Cuál debe ser el rol de los empresarios?

(JM) Las empresas tienen que cambiar su actitud pasiva. Si tengo buenas prácticas y programas de combate a la corrupción y de buen gobierno corporativo, me toca influir positivamente en mi cadena de valor (proveedores, clientes, abogados y gestores de intereses). Pero, también me toca influir en políticas públicas para saber que origina la fiebre y como mato la infección. Me debo pronunciar, no puedo seguir poniéndome de costado porque antes que empresario soy un ciudadano, soy peruano y no puedo ser indiferente.

Mi comentario:

Con relación a lo que son buenas prácticas, programas de combate a la corrupción, y de un buen gobierno corporativo y su influencia en la cadena de valor, quiero compartir dos documentos de Alcatel-Lucent, que eran parte de nuestra formación y teníamos que revisarlos al menos una vez por año (al igual que en Lucent Technologies): el Código de conducta y los Principios rectores de integración empresarial.

Estos constituían la base ética de los negocios de aquellos gigantes de las telecomunicaciones, y los comparto con la esperanza que sean revisados y pudiesen servir de guía para empresas del sector privado, e instituciones del sector público de nuestro país, tan golpeado por los acontencimientos políticos ocurridos este año como consecuencia de casos de corrupción, o como guía personal de cómo hacer negocios de manera ética.

Para terminar, les digo que no todo puede estar escrito, ¿se imaginan lo inmenso e inacabable que serían estos documentos? Por eso una recomendación importante es que cuando tengamos que enfrentarnos a nuevas situaciones donde nuestro accionar precise de reflexión, nos preguntemos si lo que estamos pensando hacer o dejar de hacer está dentro o no de lo ético, y si tenemos dudas, lo mejor es realizar las consultas del caso.

Así empezaba el Código de Ética de Alcatel-Lucent:

Nuestro compromiso

Alcatel-Lucent mantiene los niveles más altos de ética empresarial, integridad personal y cumplimiento normativo en todos los aspectos de su negocio. El Código de Conducta de Alcatel-Lucent es la piedra angular de este compromiso y define las expectativas de la empresa para los empleados, los trabajadores de contratas no empleados de Alcatel-Lucent, los miembros del Consejo de Administración de Alcatel-Lucent, y todas las empresas subsidiarias, filiales y sociedades de riesgo compartido sobre las que la empresa ejerce control de gestión. Los Principios Rectores de Integridad Empresarial de Alcatel-Lucent son un recurso importante para mejorar el conocimiento del Código de Conducta y para definir con mayor precisión el compromiso colectivo de la empresa con la integridad empresarial.

Acá tienes los dos documentos (en castellano) a los que hago mención:

Code_of_Conduct_-_ed3-0_-_Spanish

Guiding_Principles_-_Ed3-0_-_Spanish

Nota: Alcatel-Lucent surge de la fusión de Alcatel y Lucent-Technologies el 1 de diciembre de 2006; posteriormente, fue adquirida por Nokia el 15 de junio de 2015.

¡Feliz Navidad para todos y sus familias!!!

La escuela de Ccochacunca: Tecnología, cultura e identidad

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Lo que viene haciendo Rubén Centeno como director de la escuela rural N° 56022 de Ccochacunca en Sicuani, departamento del Cusco, es encomiable, estimulante y motivador. Desde hace una década, Rubén Centeno asumió el desafío de cambiar la manera de pensar de los niños de esta localidad, para mostrarles que pueden mantener su identidad, sus costumbres y valores culturales mediante el uso de recursos tecnológicos.

Mediante programas de radio y televisión que producen diariamente como resultado de una enseñanza integral, que combina la teoría con la práctica (aprovechando la naturaleza que rodea al colegio), amalgamando la modernidad con la tradición y la tecnología con el respeto al medio ambiente, el colegio N° 56022 de Ccochacunca se ha convertido en un ícono para otras escuelas del país.

Más que una escuela de radio y televisión para niños, el centro educativo de Ccochacunca, gracias a la gestión de su director y el apoyo de la comunidad, cuenta con áreas de cultivo donde siembran plantas nativas, además de criar corderos y perros pastores. También tienen una piscigranja y una sala para el cultivo de hongos. A esto se suma una biblioteca, una sala de cómputo, un taller de robótica, laboratorios de química y biología, y una sala de cine, donde además de sus propios programas proyectan documentales y películas peruanas.

Una vez más, esto nos demuestra lo importante que es el compromiso y dedicación de los maestros para transformar una realidad educativa. Entonces, ¿cómo ampliar estas experiencias educativas individuales al resto del país? De acuerdo a Eric Hanushek, economista y profesor de la Universidad de Stanford, el Estado necesita de una política de clara rendición de cuentas, evaluar a los alumnos, hacer públicos los resultados y relacionarlos con las escuelas y los maestros, de tal manera de lograr que todos los alumnos reciban una enseñanza de alta calidad; luego, reconocer a los profesores que lo hacen bien y despedir a los que no rindan.

Luego de asistir a los deplorables acontecimientos generados por la clase política de nuestro país en estos últimos días, me quedo con este comentario del profesor Rubén Centeno al diario La República: “Soy doctor en educación. Por mi grado académico podría ocupar una dirección regional o tentar un cargo político, pero eso no me quita el sueño. Aún puedo darle más a este colegio, todavía no ha terminado mi labor”.

Fuentes:

http://larepublica.pe/domingo/1153185-educacion-sin-cortes-comerciales

http://www.lanacion.com.ar/1834593-conversaciones-eric-hanushek

http://www.lanacion.com.ar/1834647-eric-hanushek-la-equidad-es-que-todos-reciban-una-ensenanza-de-alta-calidad

 

La gestión de nuestro tiempo

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El término de cada año nos invita a pensar sobre lo que hicimos y dejamos de hacer, y cuánto tiempo pasamos haciendo tal o cual asunto, por eso quería compartir esta pequeña historia para reflexionar, que encontré en un libro de Robert Sarah:

Un día, contrataron a un viejo profesor para impartir una clase sobre planificación eficaz del tiempo a un grupo de quince directivos de grandes empresas. Esa clase formaba parte de los cinco talleres de la jornada de formación, de modo que el profesor solo disponía de una hora. Comenzó mirándolos despacio, uno a uno, y les dijo: “Vamos a hacer un experimento”. De debajo de la mesa sacó un frasco enorme, con capacidad para varios litros, que colocó con suavidad ante él. Luego mostró una docena de piedras del tamaño de pelotas de tenis y las fue depositando cuidadosamente, una a una, en el frasco. Cuando el frasco estuvo lleno hasta los bordes y era imposible añadir una sola piedra más, alzó los ojos hacia sus alumnos y les preguntó: “¿Está lleno el frasco?”. Contestaron todos: “Sí”. Él espero unos segundos y añadió: “¿Seguro?”. Entonces volvió a agacharse y sacó de debajo de la mesa un recipiente lleno de grava. Con cuidado, echó la grava por encima de las piedras y agitó ligeramente el frasco. Los trozos de grava se filtraron entre las piedras hasta el fondo. El viejo profesor volvió a alzar la mirada hacia su auditorio y preguntó: “¿Está lleno el frasco?”. Esta vez, sus avispados alumnos empezaron a entender su maniobra. Uno de ellos contestó: “Lo más probable es que no”. “¡Muy bien!”, respondió el viejo profesor. Se agachó de nuevo y esta vez sacó arena de debajo de la mesa y la echó dentro. Una vez más, preguntó: “¿Está lleno el frasco?”. Ahora, sin dudarlo un momento y todos a una, los alumnos contestaron: “No”. “¡Muy bien!”, repuso el viejo profesor. Y, tal y como esperaban los alumnos, cogió la jarra de agua que había encima de la mesa y llenó el frasco hasta arriba.

Luego preguntó: “¿Qué gran verdad nos demuestra este experimento?”. Como era de prever, el alumno más osado, recordando el tema de la clase, contestó: “Demuestra que, aunque creamos que nuestra agenda está llena, si de verdad se quiere, podemos añadir más citas y más cosas que hacer”. “No”, replicó el viejo profesor, “no es eso. La verdad que nos demuestra este experimento es esta: si no metemos primero en el frasco las piedras grandes, luego no podrán caber todas”. Se produjo un profundo silencio mientras todos se convencían de la evidencia de su razonamiento. El viejo profesor continuó: “¿Cuáles son las piedras grandes de vuestra vida? ¿La salud, la familia, los amigos, los sueños, la carrera profesional? Lo que hay que recordar es la importancia de meter en primer lugar las piedras grandes de nuestra vida; si no, corremos el riesgo de no ser felices. Si damos prioridad a la pacotilla -la grava, la arena-, llenaremos nuestra vida de futilidades, de cosas sin importancia y sin valor, y no nos quedará tiempo que dedicar a lo importante. Por eso, no olvidéis preguntaros: ¿cuáles con las piedras grandes de mi vida? Y luego metedlas primero en el frasco de vuestra vida”. El viejo profesor saludó a su auditorio con un gesto amistoso de la mano y abandonó lentamente la sala.

Y a continuación, el cardenal Robert Sarah continúa diciendo:

¿Es la oración una de esas piedras angulares de mi vida? Esta es mi respuesta: la oración debe ser la piedra grande que llene el frasco de nuestra vida. Es el tiempo en el que no hacemos otra cosa que estar con Dios. Es un tiempo precioso en el que todo se hace, en el que todo se regenera, en el que Dios obra para configurarnos con Él.

Libro: Dios o Nada (página 143); autor: Cardenal Robert Sarah; 5ª edición, diciembre 2016

 

Maestría en Ingeniería de las Telecomunicaciones en la PUCP

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Ya se encuentra abierta la admisión (ciclo 2018-1) a la Maestría en Ingeniería de las Telecomunicaciones en la Universidad Católica:

Maestría en Ingeniería de las Telecomunicaciones

También, sobre la maestría de ingeniería de las telecomunicaciones:

https://videos.pucp.edu.pe/videos/ver/0f69cc0a905597ac8399287a43465025