“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”

A. Monterroso

Tal parece que no aprendemos como sociedad. Se acaba de caer otro gobierno corrupto y ya algunos están haciendo campaña. Hoy por hoy, no creo que exista ninguna organización partidaria, ni frente político capaz de hacer frente a la crisis, todos los que ahora tratan de cosechar en rio revuelto, no son nada más que oportunistas.  Aquí comparto algunas reflexiones en caliente después de la renuncia del inefable PPK.

Primero, hay que hacer una verdadera autocrítica, aceptar que la toda la sociedad está, en mayor y menor grado, tocada por la corrupción y la pendejada nuestra de cada día. Desde los arreglos para la concesión del kiosco del colegio, la luz roja que muchos se pasan, la papeleta que se quiere “arreglar”, los empujones y zampadas en las colas del metropolitano,  la compra de facturas por parte de las PME, el cuarto construido sin licencia, los dvd piratas que compras, entre otras estampas de la vida diaria.

Segundo, hay que dejar el pensamiento mágico. No hay ni mesías, ni caudillos iluminados que van a salvar al país. La solución pasa por la organización e institucionalización de la sociedad, desde las asociaciones de padres, los sindicatos, los gremios, los colegios profesionales, los partidos, etc. Asumir nuestra responsabilidad, porque los presidentes, los congresistas y alcaldes corruptos no se reeligen solos, hay que sancionarlos con el voto. Hay muchos a los que no les importa votar por el que “roba, pero hace obra”.  Con qué cara vamos a educar a los niños si con nuestros actos les estamos diciendo que tienen que ser los más pendejos. Que para ganar hay que mentir, robar, coimear, pero sin que te agarren, eso es de huevones.

Tercero, tener claro que el problema está para quedarse y la solución no es fácil y mucho menos rápida de implementar. No se trata del problema de un gobierno o de algunos personajes, se trata de todo el sistema político perverso que hace que los más pendejos ganen y los lornas que respetan las reglas pierdan. Debemos sospechar de quienes nos dicen que con ellos todo será diferente y que las corvinas nadaran fritas con su limón, porque se trata de farsantes, mercachifles, estafadores, ladrones disfrazados.

Si es que hay alguna forma de cambiar las cosas, esa es participando y tratando de abrir el debate en todos los espacios posibles, en el trabajo, en el colegio, el instituto, en internet, en todos lados. Si todos somos parte del problema, también todos somos parte de la solución.