“Dentro de un sistema podrido, la aplicación legalista de la norma se convierte en coartada y arma de los corruptos”

Es una reflexión general que hice al ver lo que ocurre en el país, ahora que nuevamente se encuentra frente al deber coercitivo de elegir un nuevo presidente y teniendo en el menú de candidatos, salvo dos o tres excepciones, a los sospechosos comunes de siempre.

Un amigo, mondo y lirondo, me respondió que “Claro que no se respeten las reglas no? (refiriéndose a el candidato Julio Guzmán)… Si fuera Alan o Keiko… Ahí sí, con todo…?…” Por esta razón no voy a hacer referencia a otros candidatos, que merecen también un memorex, como el solidario-homófobo Nano Guerra García o el plagiador César Acuña, que quiere comprar votos con plata como cancha, así como compró a su séquito de cortesanas y ganapanes.

Así, a partir de respuestas y reacciones como la de mi estimado amigo, que se pueden escuchar y leer en diferentes partes, algunos “peruanos y peruanas de bien”, por múltiples razones, que no voy a mencionar aquí, considero que adolecen de una “particular” visión de la realidad.

Por eso, esos mismos “peruanos y peruanas de bien”, pueden pegar el grito al cielo, porque una página de Facebook dice que los picarones son chilenos, mientras se contamina la amazonia con petróleo derramado. Y no hay ningún imputado ni responsable penalmente por este atentado contra el patrimonio natural de la humanidad.

Por eso, algunos de esos “peruanos y peruanas de bien” hacen chilla, pitean y se arrancan los pelos por cuatro chocolates belgas, pero no se oye padre cuando se habla de los 6 mil millones de dólares (US$ 6 000 000 000) (1) Leer más robados por la dictadura fujimorista que ahora quiere volver, con los mismos y nuevos truhanes, pero las mismas viejas mañas.

Por eso, los “peruanos y peruanas de bien” consideran creíble que se puede vivir en Paris y Bogotá, tener casa en Naplo, Chacarilla del Estanque, Miraflores y quién sabe dónde más (2) Leer más, sin jamás haber hecho otra cosa más que politiquería y demagogia, es decir sin nunca haber trabajado.

Por eso, los “peruanos y peruanas de bien” se hacen los zonzos mientras que se indultan a más de 5 mil presos por tráfico ilícito de drogas y robo agravado (3) Leer más. Y pueden defender empeñosamente al mismo narco-indultador, que a renglón seguido se llena la boca hablando de mejorar la seguridad ciudadana.

Por eso, los “peruanos y peruanas de bien” pueden escuchar elocuentes Petroaudios (4) Leer más y acto seguido ver a Rómulo León saliendo libre de polvo y paja, porque en el sacrosanto y legalista Poder Judicial no se admiten audios como pruebas. Horas más tarde el mismo personaje asiste a la Av. Alfonso Ugarte, tal vez para ayudar en la campaña de su hija Lucianita León que va en la lista parlamentaria del narco-indultador.

Por eso, a los “peruanos y peruanas de bien” se les puede regalar una estatua, horrible como el Cristo del Pacífico, que cuesta cerca de US$ 1 millón de dólares (5) Leer más, con plata de quién se sabe dónde y escuchar un silencio cómplice, será porque esos mismos “peruanos y peruanas de bien” están rezándole al Cristo que el narco-indultador llegue nuevamente a la presidencia, quién sabe.

Por eso, se les puede decir a los “peruanos y peruanas de bien” que una persona que ganaba 2000 soles, como se jactaba Alberto “renuncia por fax” Fujimori, puede mandar a su hijita Keiko y sus hermanos a estudiar en los EEUU, con matriculas y gastos que sobrepasan US$ 1 millón de dólares (US$ 1 225 000) (6) Leer más y decir que no hay pruebas suficientes para imputar a la hija de su “api”, que además fue su primera dama y no visitó, sino que vivió en la salita del SIN.

Por eso, los “peruanos y peruanas de bien” aceptan ciegamente que se puede hacer un coctelito y ganar cerca de 710 mil soles de un sopapo (S/ 710 000) (7) Leer más, además de tener como aportantes de campaña a empresas extranjeras que no tienen actividad, sabiendo que sus familiares acusados de malversación de fondos y uso indebido de donaciones viven fugados en Japón (8) Leer más.

Por eso, los “peruanos y peruanas de bien” consideran que se puede tener a sentenciados e imputados por lavado de activos y corrupción en su lista parlamentaria (9) Leer más, estar primero en las en encuestas, cumplir con las formalidades y pasar piola de lo lindo frente a la “prensa y la opinión pública”.

Se puede seguir enumerando hechos, pero a los “peruanos y peruanas de bien” no les interesan los hechos, porque ellos creen en eso de “para los amigos (y los que pueden) todo, para los otros la ley”. ¡Viva la ley!