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VISION DE LA MINERÍA ¿Al 2030 o al 2050?

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El presidente del comité organizador de Perumin 34°, Carlos Gálvez, declaró hace poco que el reto de la minería es lograr un ecosistema de innovación que se logre articular con la educación, tecnología e innovación, en una visión hasta el año 2050.

Elaborar una visión de la minería no debe ser desconocido para Carlos Gálvez, porque en su condición de presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), le entregamos, en sus oficinas de la empresa Buenaventura, a fines del año 2016 una propuesta de Visión de la Minería al 2030 que desde un Grupo Impulsor formado por la Presidencia del Consejo de Ministros, el PNUD (Luis Francisco Thais) y representantes de empresas como Hudbay, Antamina, Sociedad Minera Cerro Verde, los Quenuales, Goldfields – La Cima, y MMG Las Bambas, a los que se sumaron aportes personales importantes de Ricardo Morel y Francisco Ismodes, trabajamos en un documento que fue dirigido por el Profesor David Brereton, Instituto de Minerales Sostenibles, The University of Queensland, Australia,  Dirk Arts, y la Dra. Kathryn Sturman, Senior Research Fellow, Instituto de Minerales Sostenibles.

Como parte de ese proceso, gracias a la oficina del PNUD en Lima, se logró concretar la visita al Perú y una reunión de trabajo con la SNMPE, con Álvaro García, Presidente de Valor Minero, la alianza público privada de Chile que busca que los proyectos mineros, bajo la inspiración del “valor compartido” que plantea Michael Porter buscan que los proyectos mineros tengan en cuenta el desarrollo sostenible de los territorios.

Uno de los principios de Valor Minero es: “Nuestro objetivo es promover más inversiones con desarrollo sostenible e inclusivo y lo hacemos a través de dos ámbitos de acción: Promoción y diseño de Política Pública y articulación de Diálogos con Resultados”.

Todos los involucrados en este esfuerzo, que condujo el profesor Brereton, estábamos y seguimos convencidos de la importancia de la industria minera en el país, y una pregunta que nos hacíamos en las sucesivas reuniones, porque no se podía levantar la bandera del “Perú, país minero”, como nuestros vecinos del sur.

Por eso la propuesta de Visión al 2030 a la que arribamos, colocaba al Perú como país minero líder en la región latinoamericana con una industria minera dinámica, innovadora y sostenible que es competitiva a nivel internacional, cuenta con un fuerte apoyo social, respeta los derechos humanos y opera de manera ética conforme a las normas de desempeño ambiental y social reconocidas local y globalmente, y donde la industria minera es aceptada como un socio fiable para el desarrollo sostenible que ha favorecido el crecimiento económico, la calidad de empleo y la diversificación productiva tanto a nivel regional como nacional y que ha contribuido significativamente a alcanzar los ODS prioritarios en Perú.

Esta propuesta la entrego personalmente a Carlos Gálvez, una comisión de ese Grupo Impulsor, donde participamos junto a Luis Francisco Thais y Francisco Ismodes, el actual ministro de Energía y Minas.

Especulo, que en base a esta experiencia, Ismodes promovió en el gobierno un Centro de Convergencia y Buenas Prácticas Mineras a la que se denominó RIMAY, que durante el 2018 en diversas reuniones, participaron los mismos representantes de las empresas que iniciaron el Grupo Impulsor, a las que se agregaron expertos de la academia y representantes de la sociedad civil.

En enero de 2019, Ismodes, producto de este trabajo entrega la propuesta de la Visión de la Minería al 2030 que plantea: “Al 2030, la minería en el Perú es inclusiva, está integrada social, ambiental y territorialmente, en un marco de buena gobernanza y desarrollo sostenible. Se ha consolidado como una actividad competitiva e innovadora y goza de la valoración de toda la sociedad”.

Hoy, Carlos Gálvez apunta a que la visión de la minería se construya al 2050. Pensando bien, se trata de agregar algunos elementos no considerados en la propuesta del RIMAY, o quizá se intenta postergar esta importante decisión. Lo cierto, es que es una buena noticia la Resolución Ministerial N° 145-2019-PCM con la que designa a una Comisión Consultiva para pensar el desarrollo minero sostenible.

Mientras que la empresa privada no entienda que el desarrollo minero sostenible en el proyecto Hudbay, es distinto al de MMG las Bambas, y éste al de Quellaveco, no se habrá comprendido que lo que manda es el territorio, su población y sus costumbres.


LAS RAZONES CONGRESALES DEL VOTO A FAVOR DE LA CONFIANZA

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Con la experiencia de casi una década y media de haber conocido el Congreso por dentro, más allá de los puntos de análisis que se señalan en estos días, sobre los intermediarios que pudieron calmar las aguas y obtener ese voto aprobatorio del Congreso para el gabinete de Salvador del Solar, es bueno resaltar que hay un tema central que pesa en la decisión política de los parlamentarios, el elemento crematístico.

En que otro puesto de trabajo, los congresistas van a ganar un promedio de 400 mil soles anuales, si sumamos 17 sueldos por año. La mayoría de ellos han ingresado con sueldos de 3000 o 4000 soles, sea del sector público o privado.  Lo que este Congreso de FP hará, es seguir con sus ataques y peleas abiertas con el gobierno de Vizcarra y estirar hasta donde de la aprobación de los proyectos de ley y llegar así hasta julio de 2020.  Fecha en la que Vizcarra ya no podrá cerrar el Congreso. Año además electoral que será de pelea pura y dura.

Habría que decir que parece que Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos y Jaime Yoshiyama sabían lo que hacían, cuando un instauraron un modelo administrativo en el CCD. Modelo que se mantiene en esencia hasta la fecha en el parlamento actual, y que nadie quiere cambiar porque se sienten muy cómodos, porque les da amplia discrecionalidad para el manejo de personal, tanto para su ingreso a la organización parlamentaria, como para su salida, sea en Comisiones o en sus oficinas parlamentarias. Además, todos observamos vemos que cuando hay alguna bonificación extraordinaria para los parlamentarios, hay plena unidad nacional.

Pero, este modelo también produce casos, que creo, no son aislados, como el de las denuncias contra el congresista Jorge Castro de Tacna, que entró por un medio de izquierda, y al cual además de la denuncia de cobros o cupos indebidos al personal que trabaja con él, se señala que por su oficina han pasado un promedio de 40 funcionarios y profesionales. En términos de gestión de recursos humanos, es claro si un jefe tiene tan alta rotación en el encargo que le toca dirigir, el problema es el jefe por lo que no sabe lo que quiere. O, quizá si sabe, y estamos ante una modalidad de cobro de cupos, que precisamente empezaron en los congresos de los 90 que dirigía el fujimorismo.

Esta escandalosa realidad implica hacer una reforma administrativa y económica en la organización del Congreso, cambio estratégico que deben hacerlo los propios congresistas. Es decir, ya sabemos la respuesta.


La Confianza Lúcida (Autor: José Andrés Murilllo)

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Resumen: David Montoya

LA CONFIANZA, UN CONCEPTO TAN ESQUIVO COMO NECESARIO

Confianza, concepto raro, difícil de definir pero importante donde se juega lo humano. Es una energía invisible, difusa, que sostiene la estructura de las relaciones personales, desde la intimidad de la relación de uno consigo mismo, hasta estructuras sociales más complejas. Hace posible que haya sociedad,  identidad personal. La confianza es la condición de la coexistencia.

Se escribe mucho sobre justicia, verdad o el poder. No así sobre a confianza. Sin embargo, todos los conceptos anteriores suponen y descansan en la confianza. Sin confianza, no es posible siquiera hablar de estos conceptos. ¿Qué sentido tendría hablar de la verdad, por ejemplo, si no se confía en su veracidad?  Todos estos conceptos se trabajan en el plano racional y las condiciones lógicas de su pertinencia.

Pero,  la confianza trasciende el plano racional y se instala en lo afectivo y emocional, aunque sin negar, lo racional. La confianza incluye en su lógica lo afectivo,  que no puede ser traducida en leyes racionales. No puede haber un silogismo ni un algoritmo verdadero de la confianza.

En Occidente no estamos acostumbrados a esta integración, sino al contrario, estamos acostumbrados a la disociación del pensar, el sentir, el cuerpo y el alma.

OCCIDENTE Y LA DESCONFIANZA

La educación occidental intenta  esquivar o reprimir emociones y  afectos. La verdad objetiva no puede admitir  afectos, pasiones o emociones. Son impurezas subjetivas. Con el método científico, se intentó poner paréntesis a las emociones,  sentimientos e incluso los sentidos. Las ciencias tenían sospechas  sobre la corporalidad:  tentaciones, pecado, pasiones desordenadas y error. La educación moderna,  se centrará en esta “purificación” objetivista y disociativa.

Occidente,  se construyó a partir de la desconfianza, el miedo y la obsesión por la seguridad. Muchos textos fundacionales de la modernidad occidental son textos de explícita desconfianza en uno mismo, en el otro y en el mundo  Leviatán, de Hobbes, 1651; Meditaciones metafísicas, de Descartes, 1637). La sospecha generalizada fue el clima; la  desconfianza y el miedo, la energía que echa a andar la mecánica personal y social de occidente. Resultado: gran violencia del hombre hacia sí mismo, hacia el mundo y hacia el otro.

EL PODER Y EL MIEDO

Esta manera de relacionarse consigo mismo, con el vecino y con el mundo, traduce  una visión de poder. El poder, tenía que ser capaz de infundir más miedo aún que el miedo natural con el que vivían los hombres, puesto que sólo el miedo controla a los hombres. Así, el Estado, debía contar con su capacidad de violencia.  El poder del Estado se garantiza, bajo la lógica del miedo. Si los hombres pierden el miedo, el poder perdería eficacia y habría que  buscar una nueva fuente de legitimación. El poder clásico no puede permitir que perdamos el miedo y la ansiedad por la seguridad. Por el miedo, los seres humanos somos manipulables y podemos aceptar cualquier  abuso buscando seguridad.

No sólo el poder central, sino  autoridades  como padres, educadores, policías, dependerán del miedo de aquellos que tienen a su cargo para ejercer su pequeño poder. El miedo y la ansiedad infinita e ilusoria de seguridad absoluta adormecen el sentido de libertad e incluso de la propia dignidad. (Leer: Miedo a la Libertad de Fromm)

Pero, el miedo es una fuerza instintiva que, también, en su medida justa, sana e integrada apunta a  mejorar posibilidades de supervivencia. Cuando es amplificada y utilizada como herramienta política, enceguece y esclaviza en torno de un poder violento y protector. El miedo es efectivo a corto plazo y destructivo a mediano y largo plazo. Por eso se exagera la desconfianza sobre el inmigrante, el que piensa distinto, el pobre, el extranjero, e incluso el vecino. Somos rápidos en embriagarnos de miedo y la búsqueda de seguridad personal, nacional, racial, histórica requiere de la violencia para establecerse.

El poder busca una aparente paz social y convivencia pacífica a través del miedo. Los hombres, temen más al conflicto y la perturbación de su tranquilidad que al poder y sus excesos. Incluso era preferible encubrir los excesos y abusos del poder para conservar la sensación de seguridad espiritual, personal, familiar, patrimonial.

Algo cambió abruptamente en la humanidad. Tal vez motivado por las redes  y su omnipresencia, o a la conciencia del peligro en el que queda la humanidad al fragilizar el planeta y sus recursos. (Ver Guiddens: Los viejos mecanismos del poder no funcionan en una sociedad donde los ciudadanos viven en el mismo entorno afirmativo que aquellos que los gobiernan…democratizar la democracia)

DEL PODER DE LA VIOLENCIA, AL PODER DE LA CONFIANZA

Cambio de época por un despertar respecto del miedo y los abusos de poder. Los excesos del poder, que se veían como mal menor o costo necesario para la seguridad, comienzan a ser inaceptables. Se hace evidente la  violencia que producen la pura búsqueda de seguridad.

La visión que se tenía del poder se ha ido transformando y es posible que nos encontremos frente a uno de los cambios de paradigma más importante de la historia. Antes era la desconfianza y el miedo, lo desconocido, el extranjero, la muerte, la condenación, la locura, la enfermedad, la pobreza o la exclusión legitimaban el poder a  cambios de seguridad. Hoy, es la confianza la que se va imponiendo como recurso imperioso de coexistencia pacífica y garante de la estabilidad política.

La confianza como clima de seguridad, pero una seguridad distinta a la que ofrece el poder violento. La fragilidad de la confianza es su propia garantía y seguridad: si alguien la impone, la exige o la manipula, entonces la destruye.

LA CONFIANZA Y LA POLÍTICA

El actual descontento ciudadano, a nivel mundial, es síntoma de una ruptura profunda en la estructura de la sociedad. Esta estructura es la confianza. Atravesamos por la peor crisis de confianza en mucho tiempo, probablemente la más profunda desde que la confianza es objeto de medición. Lo preocupante del caso es que sabemos bien que una crisis de confianza desencadena fácilmente una crisis política, económica y social. Es más, toda crisis económica y política comienza a partir de una crisis de confianza. Hay un mantra contemporáneo en nuestra sociedad que reza “reconstruyamos la confianza»”y se repite a nivel político, institucional y económico. Pero, la confianza no se reconstruye por decreto. Al contrario, cualquier obligación a confiar, destruye la confianza.

Como la luz, a la confianza no se le puede encerrar, pues hacerlo es eliminarla. Esa es su garantía: es extremadamente frágil y esquiva; no se la puede forzar ni manipular pues son formas de destruirla. Al mismo tiempo, todo proyecto político, social, personal, económico, relacional, incluso existencial depende de ella. Por eso, la confianza debe marcar la agenda nacional y mundial, como antes fue el poder y la seguridad.

La mayoría de los discursos políticos y sociales suponían que contaban con la confianza de forma natural. La ciudadanía “empoderada”, informada, lúcida, menos temerosa, alérgica a los abusos, quiere volver a los cimientos del contrato social y cuestionar el paradigma de la confianza. Por eso hay que problematizar la confianza, desentrañar sus procesos y dinámicas y su milagro. Hay que enfrentar esta especie de nueva enfermedad social que es la crisis de la desconfianza, en tanto principio de violencia y deterioro social.

LA CRISIS DE LA CONFIANZA

La crisis económica y política por la que atraviesa el mundo es básicamente una crisis de  confianza. La confianza ha caído a los niveles más bajos de la historia desde que se la mide. No es problema de capacidad ni disposición, sino que el paradigma mismo de confianza está cambiando, que no se trata de un nuevo umbral de confianza sino de un nuevo paradigma. El miedo y la inseguridad a nivel social y existencial sirvieron para inducir a confiar en los poderes, pero esto está cambiando. La confianza ciega, por alguna razón, ya no tiene lugar hoy. Es urgente y crítico un análisis de la confianza en todos sus niveles. Hay que adentrarse en el misterio de la confianza, en su lógica esquiva pero cierta y radical, en su fragilidad y necesidad tanto existencial como social.

Es una coyuntura histórica y la propuesta consiste en comprenderla a partir de la confianza, su crisis y su nueva perspectiva. Tal vez son las redes sociales, la globalización y transparencia de la información a través de internet u otro motivo, pero algo a hecho que la estructura de la sociedad esté cambiando. Así como la escritura dio paso al establecimiento de las grandes civilizaciones, la imprenta prestó las herramientas para una gran crítica y cuestionamiento, creando una nueva manera de mirar el universo: la modernidad. Hoy algo está sucediendo con la existencia de internet. Su transparencia y fianza, universalidad esta generando una crisis, pero una crisis que llega al corazón mismo de la civilización y su cohesión interna: una crisis de la confianza.

No hay que tener miedo a las crisis. La palabra misma quiere decir discernimiento y decisión.

Crisis viene de la palabra griega krinô que significa juzgar, separar, y uno separa y juzga para discernir, orientarse, valorar, cambiar y transformar. Esta crisis de confianza es una coyuntura ineludible. Hay que volver a mirar la confianza, tomar en serio su crisis, juzgar y discernir.

Es esta crisis la que me ha llevado a pensar en un nuevo paradigma de confianza. Si pensamos que la actual crisis de confianza coincide con la extrema transparencia que exigen los medios de comunicación actuales, con internet y la conexión cada vez más inmediata de las personas a través de las redes sociales, es porque tal vez hay algo que esta transparencia ha dejado al descubierto. La transparencia ha dejado entrar la luz hasta esos lugares oscuros donde ocurren hechos que algunos quieren mantener ocultos y en silencio: los abusos. El abuso laboral, económico, sexual, financiero, social, y todo tipo de abuso obtiene su fuerza del secreto, por eso el peor enemigo del abuso es la luz, la transparencia, la claridad, la lucidez.

La confianza tiene una insistencia equivalente a nuestra necesidad de volver a confiar. Pero, habrá que exigirle una nueva luz y transparencia. No se puede vivir humanamente en la desconfianza, pero tampoco en los viejos paradigmas de una confianza ciega.

La confianza, suele decirse también, se rompe una sola vez. Es la lógica binaria de la confianza/desconfianza que queremos cuestionar y proponer el concepto de confianza en el ámbito del reconocimiento mutuo, la responsabilidad y el cuidado. Se trata de una confianza activa y comprometida consigo misma y con las condiciones que la hacen posible. Por eso la llama confianza lúcida.

LA CONFIANZA LÚCIDA: UNA PROPUESTA ÉTICA

La necesidad de una confianza cuyo paradigma sea distinto del de la confianza ciega nace de su crisis. Ningún proyecto, empresa, país, familia, ni relación pueden sobrevivir en la desconfianza. Tampoco se puede vivir en la ceguera tanto práctica como emocional de la confianza ciega. Las relaciones y los proyectos también fracasan en la confianza ciega, ya que las personas enceguecidas no pueden contar verdaderamente con los demás, pues no son capaces de verlos, porque nadie se ve asimismo, sino es  través del otro que hace de espejo. Una persona que confía ciegamente en sí misma tampoco puede verse, conocerse, sentir sus límites y posibilidades.

La confianza lúcida es la confianza que se compromete con ella misma, porque sabe que no puede constituirse como un lugar de certezas absolutas ni como un valor que se gana de una vez y para siempre. Es más bien un desafío constante que requiere del coraje necesario para volver siempre a construir y reconstruir las condiciones de la confianza misma. Esto porque la confianza no es una conclusión racional, sino un vínculo afectivo dinámico que sabe y siente, se sabe y se siente desde ella misma. La confianza lúcida no es un modo natural de relacionarse con los demás ni con uno mismo, sino que se trata de un modelo ético  para crear y forjar constantemente si se quiere establecer relaciones humanas e institucionales integradoras, marcadas y jugadas por el cuidado y el respeto activos. Esta propuesta no descansa en ninguna ideología. Ni política, ni religiosa ni científica. Es una ética que surge del sólo hecho de estar y ser del mundo, mundo compartido. Unespacio junto a y a partir de otros.

La confianza lúcida sale de la alternativa occidental entre el individualismo del capitalismo competitivo y la mística fusional comunitarista del socialismo. El individualismo el espacio en la lejanía infinita de la desconfianza, y el comunitarismo lo destruye desde la ilusión de la fusión enceguecedora. Desconfianza y confianza ciega destruyen el espacio necesario que constituye y sostiene la confianza lúcida. La confianza lúcida descansa sobre una ética del espacio de luz que une y separa al mismo tiempo, creando la justa distancia que permite ver sin fusionarse, y así respetarse mutuamente, reconocerse sin perderse de vista, ya sea en la lejanía o en la cercanía.

La confianza lúcida es ética. Ética viene del griego éthos, que significó en un primer momento, espacio, hábitat. Y todo espacio existe gracias a los límites que establece, reconoce y respeta.

Una ética que surge del mismo encontrarse en el mundo junto a otros. Este encontrarse es un sentir y sentirse, pensar y posicionarse de manera concreta, espacial.

CONFIANZA CIEGA: PURA CEGUERA

La confianza ciega se aproxima más a la desconfianza y al miedo que a la confianza propiamente tal o al menos a la confianza lúcida. La confianza ciega es un tipo de desconfianza, pues no se atreve a ver ni a pedir que se hagan presentes los límites y las condiciones; no se atreve a exigir respeto y cuidado en la relación. El miedo y la desconfianza

en el otro, en uno mismo y en el mundo impulsan a establecer relaciones de confianza ciega, bajo la ilusión de la seguridad total, de las certezas absolutas y de la invulnerabilidad. Pero en realidad estas ilusiones son la otra cara de la moneda del miedo y la desconfianza. La confianza ciega es pura ceguera: imposibilidad de ver, de escuchar, de sentir y respetar límites, roles, espacios de intimidad, espacios exclusivos.

La confianza ciega y la desconfianza no se oponen sino que se complementan en su violencia. Son violentas porque no consideran al otro, ni se considera asimismo como un ser digno, libre y capaz de ver al otro. La confianza jamás puede ser ciega puesto que sólo hay confianza en el contexto de una relación con otro, es decir, con alguien que es reconocido como digno de confianza. Incluso en el caso de la confianza institucional o la confianza en política: aunque no se conozca personalmente a los que ofrecen confianza (o la piden) hay un espacio de reconocimiento donde se juega esa confianza, como los medios de comunicación, internet o las redes sociales (nueva ágora griega)

La confianza ciega es confianza pasiva. Es la simple espera de que el otro no dañe, o al menos no lo haga voluntariamente, y esto no es estrictamente una relación sino una expectativa casi anónima, juego de probabilidades, estadísticaLa confianza es activa porque es una relación. No descansa en una relación sino que es ella misma una relación, es decir, un contexto o espacio de luz que permite el encuentro y el reconocimiento mutuos.

LA CONFIANZA LÚCIDA ES UN ESPACIO

La confianza lúcida no es una característica de algunas relaciones ni su resultado, sino un espacio que hace posible una relación de confianza. Este espacio, para que sea lúcido, es espacio de luz. El establecimiento de relaciones de confianza lúcida comienza con la creación y defensa de espacios de luz entre las personas…ver y dejarse ver, para reconocer y ser reconocido.

La confianza lúcida también es un espacio propicio para la escucha activa… escuchar al otro y ser escuchado. Así como el silencio es condición para que la voz de alguien sea escuchada, así la luz es condición y posibilidad para que las formas aparezcan y sean reconocidas.

El espacio de lucidez que necesitan las relaciones para que sean relaciones de confianza, es un espacio que pregunta, cuestiona, invita a responder, a dar cuentas de uno mismo ante el otro, a constituirse en responsable. La luz y el silencio del espacio impelen a responder por el otro y por sí mismo, a ser responsable. Ahora bien, todo espacio está creado por sus límites. Sin límites no hay espacio sino caos e indeterminación, ambigüedad y confusión. Los límites marcan el espacio necesario entre las personas para poder reconocerse y respetarse, cuidarse y comprometerse. Esos límites se legitiman sintiendo el espacio natural que somos: una corporalidad viva que se halla y se orienta en el sentir y pensar. En el cuerpo sentimos el mundo y nos sentimos a nosotros mismos y, lo más importante, a través de él buscamos y hallamos sentido a la vida. Es la búsqueda del sentido y consonancia de mi horizonte con el horizonte del otro desde esa fuerza lúcida que constituye el cuerpo vivido conscientemente.

Los límites del espacio de lucidez surgen en el encuentro con el otro, incluso los límites para la desconfianza. El otro marca límites y a partir de su presencia reconozco mis propios límites. Insisto: incluso si éstos son transgredidos, deben haber sido establecidos en la presencia del encuentro. Es por esto que los límites no son una conclusión racional sino que se revelan en los afectos, sobre todo durante la primera infancia. Aunque en la madurez se racionalicen, siempre tendrán un carácter afectivo imposible de reducir a un espacio geométrico, lógico, racional.

Incluso un bebe de pocos meses toma su distancia para ver y sentir lo que sucede a su alrededor y poder orientarse desde la persona más afectivamente significativa. Esa relación, paradigmática de toda otra relación, lo que algunos llaman apego, es una relación de reconocimiento, no de fusión ciega y tampoco de conocimiento cognitivo. Es una relación de reconocimiento afectivo. Para que haya reconocimiento es fundamental el espacio: el silencio, la luz, la distancia y los límites que permiten escuchar, ver, respetar y cuidar al otro.

CONFIANZA Y RECONOCIMIENTO

El reconocimiento mutuo está en el origen de una comunidad humana democrática, pero sobre todo está en la base de la integración de la personalidad propia, pues ésta surge de la aceptación y valoración que hace el otro respecto de mí mismo, otro como yo. Yo no soy capaz de sentirme yo mismo, en mi propia piel, individualidad y diferencia, en la eterna y total soledad, sino que necesito que otro me vea, me nombre, me reconozca para así constituirme como yo, y sentirme digno de mí mismo. Sólo puede haber reconocimiento en el contexto de la confianza. La confianza no es una simple condición de reconocimiento sino su equivalente.

Sin espacio y límites claros, no hay reconocimiento posible puesto que no hay luz para ver y reconocer. Tampoco hay confianza lúcida posible. La confianza lúcida requiere de un espacio justo, espacio de luz que haga posible el reconocimiento mutuo. Espacio siempre frágil y, por lo mismo, un espacio de cuidado.

La confianza lúcida defiende el espacio para que el otro sea realmente otro y que sea reconocido como tal. Que haya luz entre las personas significa también que la relación y sus dinámicas son transparentes y pueden ser relatadas a otros sin producir indignación, pena ni escándalo. Si en la confianza se guarda el secreto del otro y de sí mismo es por respeto, cuidado y compromiso y no por miedo ni manipulación. Por eso es necesario que la lucidez de la confianza tome constantemente distancia de sí misma a partir de su espacio y la someta a una mirada crítica, como si se tratara de otros. La confianza lúcida no sólo deja espacio sino que necesita de la crítica y la autocrítica constantes. La distancia y la crítica constituyen la fuerza de su compromiso lúcido. La luz, la lucidez, es necesaria para ver, reconocer, respetar y defender los roles y espacios de cada uno. La ruptura del espacio, de los límites y roles se llama perversión, justamente porque per-vierte, da vuelta los límites.

CONFIANZA LÚCIDA Y CORPORALIDAD VIVA

Hay una sabiduría del cuerpo que se debe recuperar para construir relaciones basadas en la confianza lúcida. El cuerpo posee una sabiduría propia porque siente, no porque calcula. A través del cuerpo nos orientamos en el mundo porque nos sentimos a nosotros mismos en él y porque sentimos el mundo mismo a través de nuestro cuerpo. A través del cuerpo nos hallamos, nos encontramos a nosotros mismos en el mundo.

Estamos acostumbrados a validar sólo lo calculable, lo que se respalda con costos y beneficios. Hay una falsa ilusión de que todo puede entrar  lógica económica y ser medido y analizado. La lógica del cálculo intenta reemplazar y ocultar la lógica del sentido, porque el sentido “siente”, no es comprobable ni demostrable. Las decisiones más sanas e integradoras generalmente son tomadas no porque convengan en beneficios,, sino porque tienen sentido para la vida.

El problema es que el sentido es algo que se siente y el que lo siente es el yo integrado, cuerpo y alma y no un yo disociado, desdoblado, sumergido en una lógica puramente económica. Nuestra educación pasa por alto, desprecia esta integración del pensar y el sentir y esa desconfianza nos ha hecho un daño. La confianza, la amistad, el amor, la alegría no son decisiones en la lógica pura del cálculo de beneficios sino que surgen de la integración del pensar y el sentir, de la mente y el cuerpo. Es urgente, recuperar la sabiduría orientadora del cuerpo, volver a escuchar al que escucha al mundo, aquel en el que me hallo y me oriento, confío, siento, temo y desconfío. La confianza lúcida integra la sabiduría del cuerpo.

El cuerpo reconoce las miradas en su mirada, los silencios, los gestos, el respeto de los límites y sus transgresiones y ruptura. El cuerpo es capaz de invitar a otro a entrar en su espacio íntimo y expulsarlo también. Pero para eso es necesario aprender a sentir, identificar lo que sentimos, reconocerlo y orientarnos lúcidamente a partir de este sentir. No hemos sido educados para integrar sabiduría del cuerpo, sino al contrario, para su sospecha o cultivo instrumental.

Insistir en la distancia que es necesario tomar respecto del otro para poder reconocer, pero también hay que crear un espacio respecto de uno mismo y del propio sentir, puesto que no se trata de seguir los impulsos corporales de cada momento sino de orientarse a partir de ese sentir. Sentirse a sí mismo y sentir al otro, tomar distancia de este mismo sentir para discernir, tomar posición y así actuar en el mundo.

CONFIANZA Y FRAGILIDAD

Necesitamos de la confianza porque somos frágiles, vulnerables…humanos. Necesitamos relacionarnos con otros para llegar a ser seres humanos, pero este relacionarnos constituye la posibilidad de la traición. Para eso creamos la confianza. La confianza es necesaria ahí donde hay incertidumbres, fragilidad, riesgo, vulnerabilidad, es decir, donde hay vida. Podemos confiar o no confiar, pero no podemos dejar de ser vulnerables. La fragilidad es el material con el que fuimos forjados como seres humanos y hay que enfrentar esta fragilidad de alguna manera.

Una manera de enfrentarla es desconfiando de todo y de todos. Cuando daña alguien en quien se confiaba, el daño es aún mayor que si lo comete alguien en quien desconfiaba.

La confianza es una realidad en sí, casi palpable. La confianza tiene más realidad, más sustancia y peso que muchas cosas físicas con las que nos encontramos cotidianamente, aunque sea más difícil de definir. La confianza es como el clima, el silencio y la luz: se da por obvia y natural y es difícil de mirar, escuchar o analizar directamente. A la luz no se la mira directamente, así como al silencio no se le escucha. Son condiciones para escuchar y para mirar. Por eso es una buena imagen para hablar de la confianza. Es difícil de definir y pensar directamente, sin embargo, su ausencia es contundente y caótica y, por último, muy violenta.

Siempre la presencia de otra persona me hace más evidente la fragilidad de la vida; la fragilidad de mi propia vida como la de los demás. Una manera de hacer desaparecer a la otra persona es objetivándola, considerándola como un objeto, una cosa, una estadística, pura fuerza productiva. Estas son formas de violencia y no siempre se las percibe como tal.

Otra manera de enfrentar la fragilidad consubstancial de la vida es la confianza. Pero, no puede ser a través de la confianza ciega, que es otra manera de no ver, de desaparecer o hacer desaparecer al otro eliminando la distancia absolutamente necesaria para el reconocimiento, el respeto mutuo. La confianza lúcida cuando se la explicita, es un llamado al cuidado, al compromiso y responsabilidad por el otro a partir justamente de la fragilidad y no de la ceguera, la violencia o la omnipotencia. La confianza es una manera de lidiar con la vulnerabilidad, porque lo opuesto a la vulnerabilidad  es la responsabilidad y el compromiso.

CONFIANZA Y PROMESA

Confiar, confiarse o confiar algo a alguien significa tener la esperanza de que ese alguien no dañará, sino que cuidará y protegerá lo confiado. Puede hacer daño, puede traicionar la confianza que ha sido depositada en él, pero el que confía, espera que no lo haga. Porque hay algo en la confianza que crea una promesa de protección, promesa que puede ser quebrada.

Hagamos el camino inverso. Detrás de toda promesa está implícita la confianza porque una promesa siempre indica una voluntad de cumplir la palabra. Incluso supone la capacidad de confiar en la palabra y en que esta palabra seguirá siendo la misma. Por eso confiar es, para algunos, una manera de dar cierta estabilidad y sentido a un futuro siempre incierto, siempre imprevisible.  El que recibe la confianza debe hacerse digno de esa confianza y esta dignidad la da la promesa de cuidar y proteger.  Por eso la promesa del cuidado, en el compromiso con el más frágil. Esta promesa debe explicitarse, debe hacerse presente, puesto que si la promesa se mantiene siempre implícita tiende a olvidarse. La confianza se vuelve confianza lúcida cuando se la pronuncia a modo de promesa, promesa de cuidado es decir, compromiso

CONFIANZA, SEXUALIDAD Y ABUSO

Los humanos somos seres que estamos dispersos en miles de dimensiones, pero todas estas dimensiones descansan en una profunda unidad personal que es difícil de describir directamente. Esta unidad está dada a partir de nuestro querer. Es nuestro querer, nuestra afectividad proyectada hacia el mundo, hacia los demás, hacia el futuro, hacia nosotros mismos, lo que integra la razón y orienta nuestra existencia, nos da unidad y sentido. Somos integradamente una inteligencia que siente y un sentido que piensa. Sentir sin pensar o pensar sin sentir nos transforma en seres disociados.

Antes de ser puramente racionales y calculadores, somos seres afectivos: sentimos el mundo antes de pensarlo, y no se trata de un defecto ni un impedimento para el pensamiento claro y distinto como pensaba la psicología clásica. Ha sido un descubrimiento bastante revolucionario del siglo XX y aún no terminamos de comprender sus consecuencias. Neuropsiquiatras, filósofos, biólogos, educadores, están comenzando a comprender las consecuencias de esta realidad. Los seres humanos nos hemos ido dando cuenta de que somos seres encarnados y, encarnados es como nos encontramos en el mundo y nos orientamos en él. El mundo nos afecta y es el afecto el que nos guía entre los miles y miles de estímulos con que nos encontramos cotidianamente. En el fondo, no es la razón ni el cálculo, ni tampoco el instinto de supervivencia lo que nos orienta en primer lugar, sino el afecto.

Por eso la simple consideración de los afectos y las emociones, la manera integrada de tomar decisiones, es una potente refutación a la triste creencia economicista que dice que todo es cálculo de costos y beneficios. Sopesar costos, oportunidades y beneficios en toda decisión es importante, pero lo determinante es el sentido de las decisiones es decir, aquello que integra nuestro pensar y nuestra afectividad.

La afectividad siempre es una modalidad de nuestra sexualidad. No somos sexuados porque queremos y amamos, sino que amamos y queremos porque somos sexuados en el sentido más amplio: sentimos a los demás y podemos comprometernos con ellos en la creación de proyectos y acciones, nuevos mundos, nuevos seres humanos.

El centro de la sexualidad es el propio lugar sacro, esencia escondida en uno mismo, escondida y secreta incluso para uno mismo. Este es el centro de nuestra orientación y por eso es tan frágil: es la manifestación más radical de la vulnerabilidad. Por este centro nos orientamos secretamente hacia lo que nos gusta, nos emociona, nos da sentido, lo que amamos y nos afecta. Por eso se protege tanto la sexualidad, hasta en sus formas más absurdas.

Este centro se comparte delicada y cuidadosamente en momentos de suma confianza, respeto y libertad. Pero, la posibilidad de daño, de daño profundo a uno mismo y a otros crea la urgencia infinita del cuidado y de la lucidez. El abuso sexual es una intromisión al centro mismo de la corporalidad y de la existencia, ese centro que marca, condiciona, posibilita y orienta nuestro estar en el mundo junto a otros. El abuso sexual ocurre cuando alguien, por la fuerza o, incluso más violentamente aún, por el engaño, manipulación, autoridad o aprovechándose de la confianza, traspasa esos límites y entra en la esfera de lo más íntimo y frágil de la propia identidad. Ese traspaso constituye una fractura muy profunda, porque llega a lo más hondo de uno, a la identidad, a la capacidad de discernir la realidad y orientarse en el mundo. Cuando el abuso se da en edad temprana o cuando el abusador tiene algún tipo de poder o autoridad sobre el que abusa (familiar, laboral, religioso, militar), la fractura puede ser aún mayor. Hay ya demasiados casos de suicidios ligados silenciosamente a temas de abuso, depresiones, imposibilidades de confiar, o de establecer vínculos afectivos sanos, rupturas psicológicas. enfrentarlo. Las consecuencias son muy profundas y la recuperación es una lucha que dura años. La lucha principal es por volver a confiar.

También destruye la confianza en uno mismo puesto que produce una gran confusión de límites y de roles hasta el extremo de que el que ha sido víctima puede llegar a sentirse cómplice de su propia herida. Pero también destruye la confianza en las instituciones, puesto que estas no siempre son capaces, pueden o quieren proteger, ni escuchar o hacer justicia. La ruptura de la confianza es la ruptura de la propia humanidad, puesto que, como vimos más arriba, sin confianza no hay reconocimiento mutuo. De aquí nace el desafío de construir una confianza que sea factor de protección y no de vulnerabilidad.

La confianza lúcida es la ruptura del abuso porque vuelve a dibujar los límites de uno mismo para crear un espacio de luz donde puede entrar otro, reconocerlo y ser reconocido en este espacio y con estos límites. La confianza es porfiada y resiliente, y en el milagro de su resiliencia adquiere el de la lucidez



UN ESTADO EN EMERGENCIA

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Se ha hecho un lugar común levantarse cualquier día y ver que se prorroga hasta el infinito la situación de estado de emergencia en determinado territorio, y eso nos parece normal. El día de hoy se prorroga el estado de emergencia  de llamado corredor minero que afecta a los departamentos de Apurímac, Cusco y Arequipa.

También se ha vuelto prorrogar el estado de emergencia en Piura y en otros departamentos del norte que fueron afectados por el niño costero y que hoy ante las lluvias que se avecinan de debe volver a extender la emergencia. Los productores agrarios, sobre todo paperos, pero también de otros productos piden la declaratoria de emergencia el agro y no sólo compra parcial de sus productos.

Son dos tipos de emergencia, la primera, como señalan las sucesivas normas, trata de mantener el orden en esos territorios ante eventuales protestas o conflictos sociales producto de demandas de desarrollo no resueltas o concluidas en las grandes operaciones mineras que operan en esos departamentos. Se trata de un reconocimiento explícito por parte del Estado que el diálogo no ha logra resultados, pero también de una ausencia de análisis social y político de que los pueblos que conviven con las empresas extractivas empiezan un tiempo de festividades de carnavales, las autoridades locales se encuentran de salida y aparecen candidatos locales municipales por lo que estas semanas la protesta social eminente todavía no es la prioridad en estos pueblos.

Pero, la norma dada prorrogando el estado de emergencia parece decir, mejor nos aseguramos.

El segundo tipo de declaratoria de estado de emergencia está referido a procesos de reconstrucción producto de fenómenos naturales que afectan la vida de las personas, y buscan facilitar y apurar procesos para que se logre volver a la normalidad lo mejor posible y en mejores condiciones como señala el Plan de Reconstrucción con Cambios.

En poco menos de dos meses se cumple un año de la creación de la Autoridad de Reconstrucción con Cambios y los avances no son muy auspiciosos. En menos de un año ya se nombraron dos responsables de esta Autoridad y sustancialmente lo principal se encuentra por hacer y existen zonas que todavía ni siquiera se empezó. Si bien, lo principal del daño natural fue en el norte y allí se han destinado los mayores recursos, otros territorios como Arequipa o Ayacucho todavía no se mueve nada en esta materia.

Como los propios funcionarios y expertos en inversión pública señalan la concreción de estas obras que se han priorizado y reformulado en  un plan de proyectos tomarán cuatro o cinco años por lo menos, es decir, lo principal no será concluido en este gobierno. Y, esperemos que no ocurra lo mismo de la reconstrucción de Ica que más de 10 años después todavía hay pendientes.

En realidad lo que se encuentra en emergencia es el propio funcionamiento del Estado. Sólo un tema que se puede abundar. ¿Cómo alcanzar resultados en un estado esquizofrénico, donde por un lado en el nivel nacional se planifica, se presupuesta y se prioriza sectorialmente, y por el otro lado desde departamental, provincial y distrital hay una demanda territorial que no necesariamente coincide?

Si no se logra solucionar y alcanzar un arreglo institucional distinto en el funcionamiento del estado descentralizado y unitario, difícil alcanzar desarrollo o terminar con prontitud los procesos de reconstrucción.

Sin embargo, hay otro elemento que incrementa la emergencia en el funcionamiento del Estado, la situación del presidente de la República, la absoluta desconfianza ciudadana sobre su relación con Odebrecht y la instalación en la percepción popular que debe irse, sea por renuncia o vacancia.

Usando los términos médicos PPK y el gobierno se encuentran en situación de emergencia, lo que hay que precisar si dentro de esta emergencia está en servicio de cuidados intensivos generales;  servicio de cuidados intermedios o en la unidad de vigilancia intensiva. Creo que su fase es la última, sólo falta el detonador que gatille una resolución final.

Mientras tanto las acciones principales de gobierno no se mueven porque pareciera que al interior del gobierno, también se esperara un desenlace.


La Gestión Aráoz y la gestión de los conflictos

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En el distrito de Tumán (Lambayeque) por enésima vez se ha prorrogado el estado de emergencia hasta el 9 de noviembre. Esta localidad pasará casi todo el 2017 en emergencia por “el conflicto sobre la administración de la empresa azucarera” como dicen las sucesivas extensiones de la medida de fuerza.

Por el sur, en los distritos de Challhuahuacho y Mara de la provincia de Cotabambas, departamento de Apurímac;  y el distrito de Capacmarca, en Cusco, parece que ocurrirá algo parecido a Tumán. El 16 de octubre de 2017 el Poder Ejecutivo promulgó, una vez más, el Decreto Supremo N° 101-2017-PCM como señala los considerandos, por recomendación de la Policía Nacional de posibles conflictos sociales, alrededor del proyecto minero Las Bambas.

Los conflictos sociales sin un diálogo eficaz conllevan en lo inmediato a situaciones de emergencia, porque estos estados se aplican para “mantener el orden” que en estricto que no se paraliza loa laboral, la economía  y la producción. Sin una solución adecuada de las demandas territoriales, los estados de emergencia son soluciones provisionales que sólo postergan el conflicto que más temprano que tarde aparecerán.

La Presidente del Consejo de Ministros si bien habló de diálogo en varios momentos, lo hizo principalmente en relación con el diálogo político a establecer con el parlamento y el fujimorismo principalmente, pero en las 41 páginas del discurso de investidura, no apareció el tema de los conflictos sociales ni la gestión del territorio.

Sin embargo, semanas antes del discurso de investidura, en el evento de PERUMIN en la ciudad de Arequipa, la Premier fue más explícita. Reconoció que hay viejas formas de hacer minería, que no han sido abolidas y que la percepción de que la minería es una actividad contaminante y generadora de conflicto, hacen que tenga una aceptación social baja. Y con la afirmación de “Vamos a reforzar el Viceministerio de Gobernanza Territorial para que tenga más trabajo predictivo y que tiene al diálogo como instrumento para la promoción de proyectos”.

¿Qué hace que en un escenario como el de los mineros el tema de conflictos sociales y la prevención sea un tema fundamental en el discurso de la Premier, y por otro sea absolutamente dejado de lado cuando de hablar al país se trata en el Congreso de la República, sobre lo que iban a ser sus líneas maestras de gobiernos? ¿Por qué obvió el tema? ¿No era o es lo más importante?

Luego de que se crea la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad (ONDS) de la PCM para prevenir los conflictos y verlos como una oportunidad de desarrollo, quien más dura en ese cargo es Vladimiro Huaroc, producto de un explícito apoyo político por parte del premier Juan Jiménez. Este apoyo se debilita cuando ingresa Ana Jara, y en diciembre de 2014, Julio Rojas reemplaza a Huaroc. A partir de ese momento, seis o siete meses en promedio fue la duración de los jefes de la ONDS: David Montoya, José Ávila y Rolando Luque. Javier Fernández Concha duró siete meses en el cargo de Viceministro de Gobernanza Territorial.

Las calidades personales y profesionales de las personas que sucedieron a Huaroc e incluso, de Carlo Loret de Mola que ha reemplazado a Fernández Concha, están fuera de toda duda. ¿Cuál es la salida para contar con un diálogo eficaz que sea un verdadero instrumento para prevenir conflictos y generar oportunidades de desarrollo en los territorios donde principalmente existen operaciones extractivas?

La PCM es un coordinador de las políticas con los ministerios (sectores nacionales) y no un jefe al cual los sectores se encuentren obligados a rendirle cuentas o explicaciones de porque no avanzan los proyectos comprometidos en las Mesas de Diálogo, donde son los mismos funcionarios de esos sectores que con su firma en las actas comprometen su accionar. Y, luego como no se puede cumplir por acción u omisión, empieza el paseo.

Se requiere generar una nueva institucionalidad que no es sólo crear un nombre (Viceministerio) y juntar allí a las secretarías de Descentralización, Demarcación Territorial y Diálogo para que parezca algo nuevo. No es un tema de personas que pueden pasar, sino de generar esa institucionalidad que posibilite de verdad gestionar el territorio buscando desarrollo sustentable, desde el lado público.

Mejor aún, sería que el gobierno nacional como el caso de Chile lidere ambos procesos, por un lado fomentado una institucionalidad en el sector público a través de un sistema de prevención de conflictos con la PCM cómo órgano rector y al mismo tiempo posibilite una alianza público-privada para establecer una nueva visión de la minería y lo extractivo, donde el componente del valor compartido deba estar presente.

 

 

 


Señores de los conflictos…191 muertos

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Una de las primeras cosas que Alan García y Jorge del Castillo crean en el segundo gobierno del APRA a tres meses de haber asumido el poder, es la conformación de una Comisión Multisectorial de Prevención de Conflictos (RM-380-2006-PCM), como una forma de ir tomando medidas anticipadas para las medidas de puertas abiertas a la inversión privada principalmente en la extracción de los recursos naturales.

Los argumentos del artículo de Alan García en el diario El Comercio “El síndrome del Perro del Hortelano” un año después de la creación de esta Comisión Multisectorial es un claro ejemplo que el gobierno de García sabía que estas intervenciones privadas generarían conflicto: “Este es un caso que se encuentra en todo el Perú, tierras ociosas porque el dueño no tiene formación ni recursos económicos, por tanto su propiedad es aparente. Esa misma tierra vendida en grandes lotes traería tecnología de la que se beneficiaría también el comunero, pero la telaraña ideológica del siglo XIX subsiste como un impedimento. El perro del hortelano”.

El balance del segundo gobierno del APRA en materia de conflictos es notorio y de carácter público.

En agosto de 2011, el jefe de la Oficina de Gestión de Conflictos Sociales de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) creada por Alan García enero de 2010 (DS-010-2010-PCM), Víctor Caballero Martín, informó que durante ese gobierno la cifra de muertos por conflictos ascendió a 191 personas. 153 fallecidos eran civiles mientras que 38 pertenecían al ámbito castrense o policial, como consecuencia de la falla en la prevención y tratamiento de los conflictos sociales.

Por año las cifras fueron las siguientes. En el 2006, se contabilizaron 17 muertes, en el 2007 fueron 28, en el 2008 aumentó a 35, mientras que en el 2009 a 66. En tanto, en el año 2010 fueron 35 personas las que fallecieron, mientras que en los cuatro primeros meses del presente año murieron 10 personas. (La República. 29.08.11)

Es claro que la realidad en la actual gestión gubernamental el tema ha tenido otro tratamiento basado en el diálogo y los resultados en cuanto a muertes de personas por conflictos es diametralmente opuesto a la gestión aprista 2006-2011. Es cierto que la impericia política provoca decisiones ingenuas, pero también lo es que los expertos en estrategias, tácticas y acciones de la política y de la insidia, tuvieron una alta tasa de mortandad en la gestión de los conflictos durante su período.

No podemos dejar de esbozar una sonrisa cuando hoy nos enteramos que estos señores de los conflictos, uno de ellos forme con todo derecho una personería jurídica denominada “Diálogo y Soluciones” y que según el Búho Diario Digital (21.01.15) se dedique a “asesorías, consultorías y gestión en la problemática de socio- empresarial con la finalidad de diagnosticar y buscar fórmulas de solución equitativas para anticipar, evitar o mitigar posibles problemas que se conviertan en focos de confrontación social”. Vale decir a gestionar conflictos sociales para el sector privado.

Pero más ingenuo resultaría, que algunos inversionistas privados de proyectos importantes de extracción de recursos naturales se dejen conducir por aquellos que generaron conflictos como el de Bagua con los resultados por todos conocidos. Pero como dice el dicho: “siempre hay un roto para un descosido”

Quizá la política y los politicos antes de enfrascarse en confrontaciones descarnadas debieran contestar lapregunta: ¿es este Estado con sus características y contenidos  el espacio eficaz para la resolución de las controversias y los conflictos que se generen?

 

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Control de los Servicios Secretos (sigue la tarea pendiente)

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En febrero del año 2009, con ocasión de las denuncias de “chuponeo” telefónico por el caso de Petrotech, con faenones incluidos publiqué este artículo llamando la atención a manera de moraleja de que nada hemos aprendido en materia de las actividades de los servicios secretos o de inteligencia, luego de vivir una década con la prácticamente legitimización de estas acciones en el régimen de Fujimori y su asesor Montesinos. Hoy, con los reglajes mediocres, pero reglajes al fin, lo que queda claro es que seguimos en las mismas. No existe un adecuado control político sobre estas actividades secretas públicas o privadas.

Para empezar, no tenemos sistema, por lo que los aparatos de inteligencia de las FF.AA, de la PNP, el Ministerio del Interior y de la DINI aparecen como compartimentajes estancos, sin liderazgo, conducción y control. Precisamente el control político, como en las democracias avanzadas se le otorgó al Congreso luego de la nefasta época de Fujimori-Montesinos.

Así, el año 2000 promovimos en el despacho de la congresista Anel Townsend la presentación de una iniciativa legislativa que buscaba, al igual que en los países avanzados , que los ciudadanos de donde emerge el poder político tuvieran el control o la vigilancia de este poder oculto de la información secreta o de inteligencia. En concreto la propuesta buscaba que le Congreso de la República, como Poder del Estado ejerciera su labor de representación y de fiscalización y creará una Comisión Ordinaria que de manera sistemática vigilara los presupuestos y las acciones de los aparatos de inteligencia como ocurre en cualquier democracia desarrollada.

Colocamos en ese proyecto de ley que al argumento para diseñar un espacio parlamentario de control se basaba en las actividades ilegales que han tenido como autores a funcionarios o agentes de los servicios secretos que algunas veces amparados en la reserva y el secreto oficial con el que actúan aprovecharon o desviaron el sentido del financiamiento público para ese fin.

Sin control efectivo sobre recursos y funciones, los servicios secretos de los países pueden convertirse en espacios donde funcionarios o agentes de estos organismos actúen con cierta impunidad, amparados en la mala utilización de los conceptos de “Secreto”, “Confidencial” o el de reserva que se debe guardar por la seguridad del Estado y la Defensa Nacional. Estos conceptos no han sido creados para el abuso funcional, la mala utilización de los recursos públicos asignados o el aprovechamiento político de los organismos y entidades dedicadas a las labores de los servicios secretos o de inteligencia. Estos contenidos buscan salvaguardar el carácter secreto de esas actividades para diseñar estrategias de defensa o de política de gobierno sobre asuntos que puedan atentar contra la seguridad nacional de la nación o la integridad de sus principales autoridades, así como de las políticas de Estado que deben velar por el fortalecimiento institucional democrático y la vigencia de los derechos civiles y políticos de todos los ciudadanos.

Por las denuncias de Petrotech,  resultó paradójico escuchar que las labores de inteligencia no tienen nada que ver con las interceptaciones telefónicas, ni con el uso de esa información privilegiada. Hoy se repite los mismos argumentos con los reglajes. Bastaría que las Comisiones Investigadoras que se han formado por estos casos, inviten a los ex directores de la Dincote que ejercieron su función entre los años 90 y el año 2001, para que les informen de que instituciones, y cuales eran estas, desde donde se hacían los seguimientos e interceptaciones telefónicas o se obtenían dicha información. Este hecho comprobaría que las instituciones armadas o policiales cuentan con este tipo de equipos, tienen capacidades para desarrollar esa labor, y debería existir hasta archivos de estas interceptaciones.

Las actividades de los servicios de inteligencia suponen no sólo obtener información privilegiada procesarla y convertirla en estratégica, es decir en inteligencia, sino que supone también labores de contrainteligencia.

Para eximirme de explayarme en lo que entiendo por acciones de contrainteligencia cito el artículo 9º de la Ley del Sistema de Inteligencia y Contrainteligencia promulgada por Hugo Chávez en Venezuela: “ La actividad de contrainteligencia comprende la planificación y ejecución de acciones tendientes a la obtención, procesamiento y difusión del conjunto de informaciones y documentos que se produzcan sobre las formas de actuación, dentro del territorio nacional, ejecutadas por personas naturales y jurídicas, nacionales o extranjeras, que atenten contra la estabilidad de las instituciones democráticas y el orden constitucional, a objeto de detectar de manera preventiva las posibles amenazas y vulnerabilidades que pudieran afectar la seguridad, defensa y desarrollo integral de la Nación. La actividad de contrainteligencia civil es aquella que se desarrolla en los ámbitos económico, social, político, cultural, geográfico y ambiental, y la actividad de contrainteligencia de la Fuerza Armada Nacional es aquella que se desarrolla en el ámbito militar”.

En pocas palabras las acciones de inteligencia y contrainteligencia son dos caras de una misma moneda. Las actividades de contrainteligencia solo son ilegales cuando son descubiertas o develadas. La interceptación telefónica, el reglaje o seguimiento incluso de su vida personal, se encuadra perfectamente en las labores desarrolladas por cualquier servicio secreto o inteligencia del mundo, por lo que las democracias tienen el deber de controlar este poder para que no se violen derechos ni se cometan delitos.

EXPERIENCIAS DE CONTROL A LOS SERVICIOS DE INTELIGENCIA

I.- ESTADOS UNIDOS

Cuenta con la Comisión Selecta del Senado para el estudio de las operaciones gubernamentales de las actividades de inteligencia. En 1946 se formó la Central de Inteligencia Americana (CIA) y se inicia en USA una estructura de inteligencia permanente en tiempos de paz.

Casi diez años estuvo la CIA sin ningún tipo de supervisión parlamentaria. Recién en 1956 se crearon espacios congresales con ese objetivo. Esta labor fue asignada a cuatro subcomisiones especiales de inteligencia que se crearon con ese fin. Cada uno de estos grupos fue incluido en las Comisiones parlamentarias relacionadas con las Fuerzas Armadas y de Presupuesto de las dos Cámaras.

La participación directa de la CIA y sus agencias de inteligencia en el derrocamiento de Salvador Allende, la guerra de Vietnam y el caso de Watergate removieron la pasividad del Congreso norteamericano, y los temas de inteligencia empezaron a ocupar prioridad en las agendas parlamentarias. Por esta razón, en el Congreso y en el Poder Ejecutivo se crearon comisiones investigadores, y así se inició una línea que llevaría a la definición del control parlamentario.

En ese sentido en diciembre de 1974 entró en vigor la enmienda Hugues-Ryan al Acta de Asistencia Externa de 1961, firmada por el presidente Gerald Ford. En ella se estableció con claridad la función del control parlamentario sobre determinadas actividades de la comunidad de inteligencia. La enmienda que se aprobó obligaba al presidente norteamericano a redactar un documento (finding) en el cual se debía señalar con claridad los requerimientos a que obligaban determinadas operaciones de inteligencia, y dicho documento sería revisado por las comisiones apropiadas del Congreso.

Así, en enero de 1975, salió a la luz la Comisión Selecta del Senado para el Estudio de las Operaciones gubernamentales respecto de las actividades de inteligencia presidida por el senador Frank Church. Casi por la misma época la Cámara de Representantes forma también la Comisión de Inteligencia. Como su contraparte en el Ejecutivo norteamericano a través de un decreto presidencial firmado por Gerald Ford se establecieron las bases para dirigir los deberes y las responsabilidades de los organismos de inteligencia.

II.- ALEMANIA

El artículo 10º de la Constitución alemana ordena la formación de un órgano parlamentario de control sobre las diversas actividades de inteligencia en ese país.

A diferencia de los Estados Unidos donde en diversas comisiones de inteligencia se analizan por un lado el presupuesto y por otro las actividades de estos aparatos secretos, en Alemania el parlamento cuenta con una comisión específica para las actividades de inteligencia en general. A ésta se agrega, una comisión y una subcomisión de carácter permanente dedicadas a la investigación y autorización de las interceptaciones o intrusiones telefónicas y postales que realicen los diversos cuerpos de inteligencia de esa nación. Todo dentro del marco que manda la Constitución alemana.

En lo referente a los gastos de inteligencia el parlamento alemán cuenta con una subcomisión que autoriza el presupuesto de inteligencia conformada por cinco diputados representativos entre las corrientes políticas de dicho Congreso. Esta subcomisión coordina con el Servicio Federal de Inteligencia Exterior (BND), la Oficina Federal de Protección de la Constitución y el Servicio de Inteligencia Militar que depende de la Cancillería, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa.

III.- ARGENTINA En el Congreso de la República de Argentina, en 1997, al amparo de la ley 24.059 se formó la Comisión Bicameral Permanente que tiene como misión específica supervisar y controlar los órganos y organismos de la seguridad interior e inteligencia que existe en la actualidad y los que se puedan crear en el futuro. Este órgano se denomina Comisión de Fiscalización de los Órganos y Actividades de Seguridad e Inteligencia.

Este cuerpo permanente no sólo tiene que ver con las actividades generales de los organismos de inteligencia argentinos, sino que se encarga de revisar los presupuestos asignados a los mismos, así como el gasto respectivo que deben ejecutar. La Comisión Bicameral tiene un reglamento interno donde se busca guardar la más absoluta reserva.

IV.- ISRAEL

El Mossad y el Shabak son conocidos como los servicios secretos de Israel, en particular por su lucha frontal contra el terrorismo de distinto signo. El Mossad es el equivalente israelí a la CIA norteamericana, y el Shabak, conocida como el Servicio General de Seguridad sería el símil del FBI.

En la década de los 90 la nación israelí, decide ajustar los sistemas de control de estos cuerpos de inteligencia, que ya existían en el Poder Ejecutivo y en el parlamento. Se decidió aumentar los controles internos de dichos cuerpos y se creó la figura del Contralor Independiente dentro del organigrama de estos servicios secretos, y por otro lado se acrecentó el poder de las autoridades políticas electas, creando el cargo de asesor de inteligencia del Primer Ministro, que haga las veces de un coordinador de un foro de discusión permanente de todos los servicios de inteligencia, en una suerte de Consejo Nacional de Seguridad.

El parlamento de Israel tiene dos formas de controlar estos servicios de inteligencia de manera permanente y de forma normativa. En el primer caso, el Congreso israelí tiene formado de manera permanente una subcomisión de Servicios Secretos, que pertenece, a su vez a la Comisión Parlamentaria de Defensa y Relaciones Exteriores. En el segundo nivel, este parlamento tiene la potestad de legislar sobre los objetivos, métodos, límites, controles y sanciones para estos organismos de inteligencia estatal.

V.- ESPAÑA

El Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) es el único organismo responsable de proporcionar al gobierno español toda la inteligencia de carácter político, económico, militar, científico y técnico que sea necesaria para que pueda garantizar la adopción de medidas óptimas en materia de seguridad exterior e interior. El CESID intenta que su ámbito de información sea global ya que es el responsable que las autoridades adquieran, evalúen y tengan los suficientes conocimientos para la protección de los intereses de su Estado.

Desde el Poder Ejecutivo el control se materializa desde un primer momento con la designación del Director del CESID por el Presidente del Gobierno a quien corresponde la responsabilidad final de la designación de este funcionario ante el parlamento, para un período de cinco años. Además, el gobierno controla al CESID al marcar la pauta sobre las directivas, objetivos y la definición de sus responsabilidades.

Por otro lado, el parlamento no tiene una Comisión especializada en los temas de inteligencia, el control que ejerce se realiza mediante las comparecencias, invitaciones y reuniones del Ministro de Defensa y el director del CESID ante las comisiones parlamentarias que requieran en su momento solicitar, obtener e información precisa sobre diversos aspectos relacionados con el CESID. El otro ámbito de control deviene de la función o la figura de la contestación de preguntas e interpelaciones parlamentarias.

De igual modo, relacionado con los gastos de inteligencia, el CESID es controlado desde el parlamento en la asignación de presupuesto para sus actividades. La aprobación y publicación de la ley de presupuesto del Estado es un filtro usado para evaluar y fiscalizar las funciones asignadas al CESID, y para la ratificación de sus partidas de gastos, que tienen la denominación de reservados.

VI.- GUATEMALA

En 1997, la República de Guatemala inició un debate y discusión sobre las reformas constitucionales necesarias para ese país, luego del proceso de pacificación. En ese contexto, la Fundación Myrna Mack impulsó la elaboración de una propuesta de reforma del sistema de inteligencia nacional, tomando como referencia los postulados que están contenidos en el Acuerdo de Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática.

Luego de un arduo debate de la sociedad civil guatemalteca se concluyó en la necesidad de proponer crear una Comisión Legislativa de Control de los Servicios de Inteligencia, propuesta que fue incorporada con enmiendas y agregados por parte del Congreso en las reformas constitucionales aprobadas en agosto de 1998, y que luego fueron sometidas a consulta popular en mayo de 1999.

Este control parlamentario se ejecuta sobre la base de cinco puntos específicos que provienen del Acuerdo de Paz alcanzado entre civiles y militares. Ellos señalan que:

a) Los organismos de inteligencia tienen prohibido realizar operativos. b) El gobierno se compromete a impedir que existan redes o grupos que no correspondan a las funciones de inteligencia asignadas a las tres dependencias creadas en el Acuerdo. c) La creación de una comisión del Congreso para ejercer funciones de control. d) La promoción de una ley que regule el secreto. e) Varios puntos relacionados con el manejo de los archivos de inteligencia.

VII.- FRANCIA

En Francia no existe una Comisión parlamentaria especializada en el control de los servicios de inteligencia, porque muchas de estas funciones son asumidas por las Comisiones de Defensa, Relaciones Exteriores o Interior de la Asamblea Nacional (Congreso) de ese país. Incluso las Comisiones relacionadas con la aprobación del presupuesto público toman un interés especial por los recursos asignados a los organismos de inteligencia y los servicios secretos.

El funcionamiento institucional democrático de la nación francesa permite que no sea necesario que el parlamento tenga una comisión ad hoc de control y fiscalización sobre las actividades de inteligencia, ya que desde el Ejecutivo se promueven instancias y espacios especializados para alguna de las actividades relacionados con los servicios secretos. Así, en 1998 y 1999, se terminó de constituir una Comisión Nacional de Control de las Interceptaciones de Seguridad.

En está Comisión Nacional están representados el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Poder Judicial. Es presidido por un miembro de la Asamblea Nacional e integrada por un diputado y un senador. Además, participan un representante del Poder Judicial y un miembro del Ejecutivo. La Comisión Nacional depende presupuestariamente de la oficina del Primer Ministro.

Esta Comisión Nacional no sólo se dedica a fiscalizar el uso legal de las interceptaciones telefónicas que se hacen por razones de seguridad y la defensa nacional, sino otorga las autorizaciones para que los aparatos de inteligencia procedan con estas intrusiones telefónicas.

LA RESPONSABILIDAD PARLAMENTARIA

En su momento propusimos la creación de la Comisión de Información e Inteligencia del Congreso de la República con el rango de Comisión Permanente de supervisión, fiscalización y control de las actividades y el uso de los recursos de los organismos de servicio secreto, información e inteligencia. Producto del debate y los cambios realizados al sistema de inteligencia deformado por Montesinos y Fujimori, en la Ley de del Sistema de Inteligencia se incorporó este aporte, y se crea el año 2006 la Comisión de Inteligencia del Congreso de la República.

En el segundo gobierno de Alan García la Comisión de Inteligencia que en sumomento lo presidió Luis Giampietri, congresista y ex miembro de la Marina en actividades de inteligencia, sólo tuvo tres  proyectos de ley en  tres años de gestión, dos propuestos Alberto Andrade y uno por el propio Giampietri, los dos miembros de dicha Comisión. Pero lo que más llamaba la atención fue la iniciativa del ex marino de quitarle potestades a dicha Comisión como la de requerir información clasificada y no clasificada a cualquiera de los componentes del Sistema de Inteligencia, así como solicitar los planes y las acciones de inteligencia y contrainteligencia programadas y efectuadas.

Con el gobierno de Humala y su control del parlamento la realidad no ha variado mucho. En casi cuatro años de gobierno apenas ha tratado 7 proyectos de ley, tres de los cuales han tenido dictamen negativo y otro ha sido rechazado de plano en el pleno del Congreso. Si la función legislativa no ha sido la prioridad en el Comisión de Inteligencia del Congreso durante el período 2011-2016  ¿Cuál ha sido la actividad principal? ¿el control político?. Una respuesta afirmativa a estas interrogantes sería un mal chiste porque es claro que los parlamentarios no tienen una opinión clara sobre lo que esta ocurriendo en los actuales servicios secretos del Estado peruano, porque ni siuqiera tienen la información básica que les permita establecer hipótesis de trabajo o indagaciones de mayor nivel. ¿Podría la Comisión de Inteligencia dar una opinión política sustentada sobre el estado de situación de los servicios secretos, actividades de inteligencia y containteligencia desarrolladas o planificadas, y los recursos humanos y presupuestales que se han usado para los mismos? ¿Los agentes de los servicios secretos además de trabajar en los órganos de inteligencia del Estado, prestan servicios en organizaciones privadas?

Necesitamos que la Comisión de Inteligencia del parlamento recupere sus fueros de control político y emita en base a investigación e información razonada y cierta opinión e informes sobre temas centrales. Chuponeos o reglajes son dos de los temas donde la Comisión de Inteligencia podría tener una opinión en base a información procesada, cierta y comprobada.

No olvidemos que apenas el mes pasado en diciembre de 2014 la Comisión de Inteligencia del Senado de Estados Unidos publicó uno de sus informes periódicos señalando con claridad que el programa de interrogatorio usado por la CIA contra sospechosos de terrorismo tras los atentados del 11-S fue “mucho más brutal” de lo que la agencia informó.El reporte dijo que la CIA engañó a los políticos y al público respecto del programa, buena parte del cual fue desarrollado, operado y asesorado por dos contratistas externos entre los años 2001 y 2009, periodo en el que gobernó George W. Bush.

Alcanzara nuestra Comisión de Inteligencia del Congreso de la República del Perú un nivel parecido. Esperemos que eso ocurra, para empezar el marco legal con el que cuenta le permitiría realizar un contro político eficaz sobre loa actuales servicios secretos que operan en el país.

 

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LO NUEVO EN LA GESTIÓN DE LIMA METROPOLITANA

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Con el inicio de la transferencia administrativa de la gestión de la Municipalidad Metropolitana de Lima – MML  de Susana Villarán al alcalde Luis Castañeda que reingresa para el período 2015-2018, además de las grandes obras de viabilidad concesionadas, la novedad es que la MML ejerce ya competencias regionales. ¿Cómo así?

La MML es un Régimen Especial en la Constitución y la descentralización por eso además de ejercer funciones municipales provinciales, debe recibir competencias regionales y ejercerlas en la provincia de Lima. Como dice la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales: “…Toda mención contenida en la legislación nacional que haga referencia a los gobiernos regionales, se entiende…hecha a la MML…”.

La MML inició la gestión de transferencia de las primeras funciones regionales el año 2011. Hoy, la MML ejerce 32 funciones regionales y  son implementadas por sus gerencias de línea.

Del Ministerio de la  Mujer se transfirieron funciones en desarrollo social, igualdad de oportunidades y población. De la PCM fueron transferidas funciones en materia de Defensa Civil. Del Ministerio de Vivienda la MML recibió la función de saneamiento físico legal rural y con el Ministerio de Agricultura se culminó la transferencia de funciones agrarias. Estas funciones vinieron con recursos escasos pero que han ido creciendo sin ser suficientes, pero que deben generar demandas  presupuestales al Tesoro Público. Con Defensa Civil la MML puede comprar bienes de emergencia para atender desastres por más de 4 millones de soles. No es suficiente, para la densidad poblacional de Lima Metropolitana, pero se debe seguir gestionando partidas.

Además la MML se encuentra expedita para recibir funciones regionales de Artesanía; Administración y Adjudicación de Terrenos del Estado, y Demarcación Territorial. Asimismo, se encuentra en la última etapa para recibir las funciones en Salud, Educación, Trabajo y Promoción del Empleo y ha sido declarada APTA por los sectores para las funciones en Ambiente y Ordenamiento Territorial, MYPE, Comercio.

En la última campaña municipal el ex candidato Fernán Altuve y hoy miembro de la Comisión de Transferencia por Luis Castañeda propuso convertir a Lima Metropolitana en una Región. En general está resolver la condición de capital de Lima, su condición municipal y la condición de gestionar las funciones regionales y su interacción con el conjunto del país. En esa línea se enmarca ejercer en la MML las funciones regionales.

Es un gran reto, porque hay que dilucidar condiciones institucionales, organizativas, presupuestales y normativas. Ese es el reto y el arte que debe afrontar el gobierno municipal entrante.

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Lima Metropolitana gestionó y ejerce funciones regionales

Categoría : General

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Logros desconocidos por candidatos a la Municipalidad Metropolitana de Lima

 

En la Municipalidad Metropolitana de Lima – MML a través del Programa de Gobierno Regional de Lima Metropolitana se incorporó al proceso de descentralización en su condición de Régimen Especial por lo que la MML a su vez que ejercer funciones municipales también debe ejercer funciones regionales.

Mientras el resto de gobiernos regionales tuvo 12 años para que se les transfiriera dichas funciones en la MML este proceso se inicia el año 2011. A la fecha, la MML ha recibido 32 funciones regionales y se encuentran en proceso de definirse un grupo importante de las restantes.

  • En este período de gestión se logró iniciar procesos de transferencia en veintidós de veintisiete materias (81.48%).

 

  • Se ha acreditado a la MML, incluyendo las funciones ya transferidas, para poder recibir funciones regionales, en doce de 27 materias (44.44%) que representan a 97 funciones regionales de 185 (52.43%).

 

  • En las materias de Artesanía; Administración y Adjudicación de Terrenos del Estado, y Demarcación Territorial, respectivamente la MML se encuentra en la etapa de la firma de Actas de Entrega y Recepción de Funciones que deben firmar los titulares de los pliegos.

 

  • La MML se encuentra acreditada y expedita para recibir las competencias y funciones regionales en Salud, Educación, Trabajo y Promoción del Empleo.

 

  • Asimismo, la MML ha sido declarada APTA por los respectivos sectores para recibir las funciones regionales en las materias de Ambiente y Ordenamiento Territorial y MYPE.

 

De igual forma, desde la Subgerencia Regional de Descentralización del Programa de Gobierno Regional se coadyuvó a que la MML cumpla con recibir funciones cuya competencia corresponde al nivel de gobierno local (provincial), tal es el caso de la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana, el Programa de Complementación Alimentaria – PCA y el Programa PANTBC que fueran transferidos en su oportunidad por el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (actual Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables).

La gestión pública en materia de descentralización ha permitido conocer la extrema debilidad en la conducción del proceso de descentralización por parte de la Presidencia del Consejo de Ministros, PCM, ya que de acuerdo a la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales las transferencias de funciones regionales a Lima Metropolitana en mérito de su condición de Régimen Especial se deben realizar a través de la Comisión Bipartita de Transferencias, que es presidida por la Secretaría de Descentralización de la PCM. Instancia que muchas veces se ha colocado como un espacio que tramita procesos y documentos, pero no realiza estrategias para alcanzar sus objetivos: transferir funciones regionales a la MML.

A pesar de esos condicionantes y un entorno adverso se pudo establecer las relaciones intergubernamentales sectoriales pertinentes que permitieron impulsar y concretar las transferencias de funciones regionales.

Un nudo, dentro de este contexto adverso son los constantes cambios en la Secretaría de Descentralización, SD, de la PCM. En ese sentido, el 3 de agosto de 2011 se designó a Manuel Dammert Ego Aguirre como Secretario de Descentralización, quien renunció en diciembre de 2011, y el 6 de enero 2012 se nombró a Alberto Muñoz – Nájar Friedrich como su remplazo, quién a su vez dimitió en agosto de 2012, nominándose el 29 de agosto de 2012 a Rosa Florián Cedrón como nueva Secretaria de Descentralización. Es decir, en un año se designaron a tres Secretarios de Descentralización.  

Un problema final por resolver como parte de la conducción del proceso de descentralización, es la renuencia de algunos sectores nacionales por avanzar en la transferencia de funciones y competencias a Lima Metropolitana, por el tamaño en recursos humanos, financieros y logísticos que implica esta transferencia, y porque no hay una definición sectorial, ni desde la PCM como órgano director dela descentralización, sobre el papel rector de los ministerios. Al punto que estos sectores cuando realizan de actividades nacionales que se encuentran programadas  en sus planes, los realizan en la provincia de Lima buscando un mayor impacto. La Ley Orgánica del Poder Ejecutivo le otorga funciones y un papel de competencias exclusivas al gobierno nacional, y no es precisamente la ejecución de actividades.

Se precisa una definición en la conducción de la descentralización en Lima Metropolitana que pueda establecer los desafíos de la gestión pública del territorio en la provincia de Lima, que a su vez es la capital de la República y adicionalmente por la condición de Régimen Especial debe recibir las funciones y competencia regionales por mandato constitucional. Por eso, la Subgerencia Regional de Descentralización participó de una comisión que tuvo como propósito elaborar un anteproyecto de ley sobre el Régimen Especial y capitalidad de Lima Metropolitana, iniciativa y propuesta que se encuentra en estudio en las Comisiones de Regidores.

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