“En la década de 1990 se implementaron en el Perú una serie de medidas económicas de corte neoliberal: apertura de la economía a los mercados internacionales, la liberalización de los precios, la privatización de empresas privadas, entre otras. Estas medidas junto con el elevado y sostenido precio internacional de los metales han propiciado un crecimiento económico sostenido, en especial a partir de 2001 hasta la actualidad.
Los índices de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) sitúan actualmente al Perú como una de las economías más prósperas de América Latina (Mendoza, 2011; Morales, 2005). Esta situación, así como la capacidad de la economía peruana de sortear con relativo éxito la crisis financiera internacional de 2008, han sido denominadas “el milagro peruano” (Mendoza, 2011). Sin embargo, los indicadores de crecimiento económico han venido acompañados de un aumento en los índices de inequidad, presentando el Perú un índice GINI de 0.6, lo que es relativamente alto para el caso de Latinoamérica (Mendoza, 2011). Esto último ha llevado a sostener a algunos economistas que este denominado milagro peruano posee dos caras. Por un lado, se observan altos índices de crecimiento macroeconómico, una ampliación de los sectores socioeconómicos medios, de su capacidad adquisitiva y de su acceso al crédito. Por el otro, se aprecian mayores niveles de inequidad, un mayor nivel de desempleo y subempleo, así como un aumento del número de peruanos dedicados al sector económico informal (Mendoza, 2011). En este contexto, el presente estudio se ha propuesto indagar acerca de las variables psicológicas o ideológicas que pueden llegar a predecir con cierto grado de éxito una tendencia general hacia la justificación de la inequidad.
Como en otras sociedades, en el Perú las desigualdades económicas son las más llamativas. Sin embargo, pese a haber atravesado importantes procesos de modernización social y política, en dirección a una mayor democratización de la sociedad, en el contexto social peruano persistirían aún otros tipos de inequidad, no necesariamente vinculados con los factores económicos, pero igualmente relevantes: diferencias en la capacidad de hacer efectivos determinados derechos ciudadanos, un acceso diferenciado a una educación de calidad y una relación estrecha entre los niveles de ingreso económico y el origen social o étnico de las personas (Bonilla, 2009; Portocarrero, 2007).” (Rottenbacher & Molina, 2013, p. 254).
El artículo publicado recientemente por Jan Marc Rottenbacher y Juvenal Molina en la Revista Colombiana de Psicología puede ser descargado desde aquí en formato PDF.