La Etnometodología

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La etnometodología empieza a ser conocida en los sesenta y parece proporcionar la crítica más drástica de la sociología establecida. Parecía dinamitar las concepciones epistemológicas que subyacían a la sociología positivista, sustituyéndolas por otras completamente distintas. En una época en la que se competía por adoptar las posturas más radicales, la etnometodología parecía «llevarse la palma» del radicalismo. Las primeras impresiones sobre la etnometodología se formaron con muy poca información (en buena parte sobre la base de rumores). Los escritos existentes tendían a circular mimeografiados entre un grupo de iniciados. A medida que se dispuso de más información, se fue disipando la idea de que la etnometodología suponía un fuerte reto para la sociología, al que ésta debía hacer frente. Va surgiendo la impresión de que se trata de una especie de juego, de una nueva pequeña locura de la California de los sesenta. Se fija la atención en los «experimentos disruptivos» de Garfinkel y se tiende a pensar que la etnometodología sólo consiste en eso. Sin percibir que esos «experimentos» tenían un puro carácter ilustrativo, se los utiliza para estereotipar estigmatizadoramente a la etnometodología, considerándola una excusa para hacer tonterías, para embarcarse en juegos provocativos.

Algunos conceptos básicos:

1) La realidad como actividad reflexiva. Para los etnometodólogos, todos estamos embarcados en un proceso de creación de realidad social a través de nuestros pensamientos y acciones. Sin embargo, raramente somos conscientes de este proceso (en general, porque nos lo ocultamos a nosotros mismos). Por eso utilizan los etnometodólogos los «experimentos disruptivos».
2) La realidad como cuerpo coherente de conocimientos. Las personas en sus vidas cotidianas, así como los sociólogos que las estudian, organizan el mundo en realidades coherentes. Pero surgen problemas cuando el científico social impone un orden que no es el mismo que el de los actores. Los etnometodólogos, con su compromiso básico con el estudio de la reflexividad, son más conscientes de este problema y se esfuerzan por limitar las distorsiones.
3) La realidad como actividad interactiva. La realidad social no está simplemente «ahí fuera». Su existencia depende más bien de la incesante interacción recíproca y construcción social de la realidad de los participantes.
4) La fragilidad de las realidades. Las realidades sociales no son sólidas estructuras, sino creaciones muy frágiles que pueden quebrarse de diversos modos. Dada su fragilidad, las realidades sociales pueden ser quebradas tanto por el etnometodólogo como por el profano, con la diferencia de que el etnometodólogo puede forzar conscientemente esa disrupción («experimentos disruptivos») para estudiar el proceso de construcción de la realidad.
5) La permeabilidad de las realidades. Las personas viven en diversos mundos sociales, pudiendo moverse de una a otra realidad. Así, conductas que resultan reprensibles en un determinado contexto social pueden ser aceptables en otro contexto distinto.

Explicaciones
El proceso de explicación (accounting) es aquel mediante el cual las personas dan sentido al mundo. Las explicaciones (accounts) son los modos como los actores hacen cosas tales como describir, analizar, criticar e idealizar situaciones específicas. Los etnometodólogos dedican mucha atención al análisis de las explicaciones de las personas, así como a los modos como las explicaciones son ofrecidas y aceptadas (o rechazadas) por los demás. Esta es una de las razones por las que a los etnometodólogos les interesa el análisis conversacional. También el trabajo de los etnometodólogos (y, en realidad, el de todos los sociólogos) debería ser considerado como una serie de explicaciones que son analizables del mismo modo que todas las demás explicaciones.

Indicialidad
El término «indicialidad» procede del campo de la lingüística, donde se refiere a aquellas frases que tienen distintos significados en distintos contextos. Los etnometodólogos consideran que todas las explicaciones deben ser interpretadas dentro de su contexto específico. Esto significa que los etnometodólogos no quieren imponer a los actores su visión del mundo, prefiriendo intentar empatizar con dichos actores, poniéndose en su lugar e intentando contemplar la realidad desde su perspectiva. El decir que una expresión es «indicial» equivale, pues, a subrayar que el significado de esa expresión está ligado a un contexto específico. El fenómeno de la indicialidad dirige la atención hacia el problema de cómo los actores en un contexto construyen una visión de la realidad en ese contexto, desarrollando expresiones que invocan su común visión sobre lo que es real en su situación.

Acción e interacción reflexivas
Gran parte de la interacción humana es reflexiva. Los humanos interpretan señales, gestos, palabras y otras informaciones de otros humanos de modo que se sostenga una determinada visión de la realidad. Incluso la evidencia contradictoria es interpretada reflexivamente para mantener un cuerpo de creencias y de conocimientos. El concepto de reflexividad se refiere, pues, a cómo las personas en interacción mantienen la presunción de que están guiadas por una determinada realidad. Gran parte de la investigación etnometodológica se ocupa de cómo se produce la interacción reflexiva (es decir: de qué conceptos y principios pueden desarrollarse para explicar las condiciones bajo las cuales es probable que ocurran distintas acciones reflexivas entre partes interactuantes).

Fragmentos del artículo: Etnometodología: Una explicación de la construcción social de la realidad (Caballero, J.J. 1991) Para revisar el artículo de Juan José Caballero Romero, haga click Aquí

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