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Palabras introductorias al foro de discusión HUÉSPEDES PERMANENTES: TRANSNACIONALISMO, CULTURA Y MIGRACIÓN EN BUENOS AIRES

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Foro de discusión
Huéspedes permanentes: transnacionalismo, cultura y migración peruana en Buenos Aires
26 de julio de 2011
(Breve presentación desde la perspectiva del Consulado General del Perú)

Queridos amigas y amigos:

Agradezco mucho su presencia en este evento, probablemente uno de los más importantes que han sido programados dentro de este mes cultural PERUBA2011, que organiza la Misión a mi cargo.

Quisiera comenzar refiriéndome a la especificidad del Consulado General del Perú en Buenos Aires: no hay consulado peruano en el mundo que atienda a un mayor número de compatriotas. Hablamos aproximadamente de 250,000 o 270,000 connacionales que viven en esta circunscripción. Considerando, adicionalmente las circunscripciones de los otros tres consulados de carrera que existen en la Argentina (La Plata, Mendoza y Córdoba) la suma total de peruanos que viven en este país se encuentra por encima de las 300,000 personas.

Estas cifras se proyectan en los respectivos padrones electorales. Aquí, en Buenos Aires, hubo que preparar dos vueltas electorales (en abril y en junio) para un padrón de 83,000 ciudadanos con dirección en esta circunscripción.

Vista en perspectiva, la materia migratoria es de enorme relevancia para el Perú. En la actualidad, aproximadamente 3 millones de peruanos viven en el exterior. La mayor parte de ellos en los EEUU, aunque también hay importantes concentraciones en Europa y en Latinoamérica. Paradójicamente, debido a la existencia de varios consulados y a la dispersión de la población, no hay ninguna circunscripción en los EEUU que pueda competir con la de Buenos Aires.

La presencia de 3 millones de connacionales en el exterior presenta situaciones favorables, posibilidades y también dificultades y retos. Entre los aspectos favorables, cabe mencionar el aporte de las transferencias de los compatriotas desde el exterior. Entre los retos, la existencia de amplios sectores que emigraron por dificultades económicas y que luchan en los países que los recibieron por forjarse un destino.

No exagero al decir que la circunscripción de Buenos Aires representa una muestra de esta compleja situación. La mayor parte de la población que ha venido llegando durante los últimos diez años a esta circunscripción es de bajos recursos económicos. Gran parte de ella llegó aquí por tierra. La inmigrante emblemática, pionera, casi diríamos, es la mujer joven que busca abrirse camino laboral como empleada doméstica. No es extraño que una considerable porción de los casos que atiende el servicio humanitario de este Consulado General se refiere, precisamente, a estas mujeres trabajadoras y luchadoras. Una vez asentadas y con contactos, ellas terminan llamando al resto de la familia.

Pero la inserción económica no es perfecta. De hecho, hay una gran población con empleo precario y subempleo, como por ejemplo, en el caso del sector de la venta ambulatoria. También hay graves casos de explotación laboral. Entre los temas más conflictivos se encuentra el de las “casas tomadas”, tema que suele recibir bastante cobertura mediática.

Al margen de los problemas vinculados al empleo y a la habitación, muchos compatriotas emigran aquí por las facilidades de atención médica, por los programas de inserción social (en un país de notable experiencia en este campo), y por la enorme oferta educativa del país. No exagero al decir que, en lo que llevo de cónsul, desde agosto de 2009, no he visto ni un solo caso de algún peruano radicado que haya sido rechazado de algún hospital ante una atención de urgencia, léase, por ejemplo, una apendicitis o una fractura. Por otro lado, en Buenos Aires la población peruana encuentra servicios educativos públicos de bastante calidad, en todo caso, superiores a los que obtenía la población en su país de origen. Esto es particularmente claro en el caso de la educación universitaria.

No quisiera dejar de referirme a la legislación migratoria argentina, que es una de las más generosas, y de avanzada, en el mundo. Mientras en otras partes del mundo se criminaliza la migración, aquí se la protege. El proceso de radicación es muy sencillo. A ello hay que añadir la facilidad que representa el hecho de prescindir de visa, e incluso del pasaporte, para desplazarse entre el Perú y la Argentina, porque sólo se precisa del DNI dentro de la normatividad vigente del MERCOSUR.

Quisiera referirme a la necesidad de combatir ciertos mitos vinculados a la migración. Por ejemplo, existen estudios que señalan que los aportes de los migrantes a la economía suelen exceder, o mantenerse en todo caso en términos de equilibrio, a las prestaciones sociales que se reciben. También es importante combatir el mito de que “solo emigran los delincuentes”. Esto último es particularmente fácil de rebatir, porque basta considerar las cifras globales de la población peruana en la Argentina: 600 internos purgando pena en las cárceles dentro de un universo superior a los 300,000 connacionales.

En general, pienso que una aproximación científica y racional, basada en investigaciones, puede ayudarnos a superar la mitología que surge casi inevitablemente en torno a los fenómenos migratorios, aquí, y en todo el mundo. La realidad es que la migración no sólo cumple un rol económico, sino que también contribuye a enriquecer el acervo cultural del país que recibe. Pensemos sólo en el extraordinario fenómeno de difusión de la comida y de la sazón peruanas, que hoy se encuentran casi por doquier en esta emblemática ciudad, probablemente la más cosmopolita de toda Sudamérica.

Por último, saludo y agradezco la presencia de nuestros expositores, el magíster Fernando Velásquez, y el licenciado y candidato a doctor Manuel Macchiavello, a quienes cedo ahora la palabra.

Hugo Pereyra Plasencia
Cónsul General (e) del Perú en Buenos Aires
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Reseña del libro Manuel González Prada y el Radicalismo peruano (Joël Delhom)

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PEREYRA PLASENCIA, Hugo : Manuel González Prada y el Radicalismo peruano. Una aproximación a partir de fuentes periodísticas de tiempos del Segundo Militarismo (1884-1895), Lima, Academia Diplomática del Perú, Ministerio de Relaciones Exteriores, 2009, 216 p. – ISBN 978-612-45102-1-2

Compte rendu par Joël Delhom
Université de Bretagne-Sud – HCTI (EA 4249)

(Publicada en: HISTOIRE(S) de l’Amérique latine, 2010, vol. 5 – compte rendu n°1, www.hisal.org)

Spécialiste de l’après-guerre du Pacifique (1), qui opposa le Chili au Pérou et à la Bolivie, l’historien et diplomate Hugo Pereyra propose, sur cette période insuffisamment étudiée, un petit livre bien utile malgré ses limites. Comme son soustitre l’indique, il s’agit d’une approche reposant sur un dépouillement de la presse « radicale » de la décennie qui suit l’évacuation de l’armée chilienne d’occupation. C’est déjà une entreprise louable en raison de son caractère novateur. L’auteur tente de mettre en évidence les origines, les thèmes et les principaux porte-parole du « radicalisme », parmi lesquels Manuel González Prada, alors surtout connu comme poète, qui devient dans ces années-là le champion d’une régénération patriotique de la nation. D’abord plutôt favorables au général Andrés Cáceres, héros de la résistance, ces intellectuels radicaux vont progressivement mettre en cause son gouvernement autoritaire, en particulier lorsqu’il impose en 1889 le « contrat Grace » avec les créanciers britanniques du Pérou, un accord fortement contesté au nom de la souveraineté du pays.

L’ouvrage, tiré d’un mémoire de Licenciatura en histoire couronné en 2005 par le prix de la Direction académique de la recherche de la Pontificia Universidad Católica del Perú, en conserve quelques maladresses formelles. Il est structuré en trois chapitres, suivis d’une longue chronologie et d’annexes documentaires, mais est dépourvu d’index des noms propres. La première partie s’intéresse aux antécédents du radicalisme péruvien, tente de le différencier d’autres courants politiques et passe en revue les principaux organes de presse s’y rattachant. La deuxième dégage les thèmes du discours radical. Le troisième chapitre, beaucoup plus bref (une dizaine de pages alors que les deux précédents en comptent une quarantaine chacun) porte sur les rapports entre le radicalisme et le mouvement ouvrier naissant. Quelques illustrations complètent le volume, dont l’édition est très soignée.

Hugo Pereyra définit le radicalisme dans son introduction comme le «movimiento doctrinario, de raíces europeas, surgido en la segunda mitad del siglo XIX, que buscaba cambios extremos en las instituciones sociales y políticas» (p. 16). On aurait pu s’attendre à une mise en perspective de ce mouvement au Pérou par une présentation de ses caractéristiques en Argentine et au Chili, sinon en France, au lieu de chercher à montrer qu’il n’est influencé ni par le marxisme ni par l’anarchisme, ce qui est une évidence à cette époque et dans ce contexte. Si l’auteur procède ainsi, c’est probablement que les lecteurs péruviens associent González Prada à l’anarchisme et ignorent en général qu’il n’a adhéré à cette idéologie que vers 1900, après avoir fondé le parti radical Unión Nacional en 1891, quelques jours avant son départ pour l’Europe. Il était pourtant nécessaire de préciser ce qui différencie au Pérou le radicalisme du libéralisme, d’autant que González Prada n’a jamais cessé de se revendiquer d’un libéralisme authentique et de proclamer que l’anarchisme en était l’expression la plus aboutie. En outre, libéraux et radicaux partagent un certain nombre de chevaux de bataille tels que l’anticléricalisme ou la défense des droits et libertés, comme le montre le chapitre deux. L’intérêt, parfois seulement théorique, des radicaux pour les travailleurs, que souligne Hugo Pereyra (p. 28-29), peut-il constituer en soi un critère discriminant ? Il y a là une faiblesse qui contribue à maintenir un certain flou conceptuel autour de la notion de radicalisme.

Un autre aspect du problème est négligé dans cet ouvrage, peut-être en raison d’une insuffisante connaissance de la bibliographie concernant González Prada. Efraín Kristal et Isabelle Tauzin (2), ont mis en évidence les liens unissant cet intellectuel au civilismo au moins jusqu’en 1887. Ajoutons qu’en 1886, des civilistes adhéraient au Parti constitutionnel de Cáceres et que H. Pereyra montre que González Prada partageait avec les cacéristes la même analyse des causes de la défaite péruvienne. En 1885, aux côtés de Eugenio Larrabure y Unánue (un partisan du général Iglesias) et de Ricardo Palma, González Prada participait à la fête de réorganisation du Club Literario de Lima, dont il avait été membre fondateur en 1873 ; en 1886, il était vice-président de l’Ateneo de Lima (qui remplaçait le Club), présidé par Larrabure ; en 1887, il en était le trésorier ; en 1888, il était encore, avec Palma, jury d’un concours littéraire organisé par cette institution (3). Cette année-là, malgré quelques divergences, l’Ateneo et le Círculo Literario, fondé en 1886 et dont González Prada était devenu président, n’étaient pas foncièrement antagoniques. La radicalisation n’est perceptible qu’au dernier trimestre 1888, avec le Discours du théâtre Olimpo, qui renvoie, comme le signale I. Tauzin (4), davantage au radicalisme français qu’aux idées de Mariano Amézaga. La production de González Prada entre 1885 et 1888 ne peut donc pas être systématiquement rapportée au radicalisme et il faudrait se demander à partir de quand on peut parler sinon d’une doctrine du moins d’une pensée et d’un groupe radicaux structurés. 1885, avec l’apparition de La Revista Social, semble une date trop précoce ; à partir de 1886, avec le journal La Luz Eléctrica et la fondation du Círculo Literario ? En 1887, lorsque González Prada prend la direction du Círculo et annonce « estoy a la cabeza de una asociación que parece destinada a ser el partido radical de nuestra literatura » ? En 1889-1890, avec les journaux La Integridad et El Radical, ce qui paraît être une hypothèse raisonnable ; ou bien seulement en 1891, lorsqu’est officiellement constitué le parti Unión Nacional ? Les choses sont plus complexes que ne le laisse penser ce livre à l’introduction pourtant prometteuse.

En revanche, H. Pereyra met en lumière quelques hommes demeurés dans l’ombre de González Prada, tels que Carlos Germán de Amézaga et Abelardo Gamarra. Mais d’autres personnages qui ont aussi joué un rôle éminent, Pablo Patrón, Alberto Químper et Christian Dam par exemple, ne sont pas évoqués ou bien sont simplement mentionnés. La présentation de la presse étudiée et de leur fondateurs ou principaux animateurs (La Luz Eléctrica, La Revista Social, El Radical, La Integridad et La Caricatura, p. 47-69) est utile et intéressante. Elle permet, notamment, de faire connaître quelques éditoriaux de González Prada restés inédits (p. 54-56) et de signaler les premières versions publiées de ses discours, bien qu’Isabelle Tauzin ait déjà réalisé ce travail d’identification.

Le chapitre deux passe en revue les principaux thèmes qui, selon H. Pereyra, caractérisent le radicalisme péruvien. Il s’agit de l’anticléricalisme, de la liberté de la presse, du nationalisme économique, du patriotisme, de l’intérêt pour les ressources du pays, pour les sciences et les technologies, pour le sort des indigènes, pour la question sociale, pour les relations internationales, pour le spiritisme, sans oublier les critiques adressées aux gouvernements de Cáceres et de son successeur Morales Bermúdez.

Quelques exemples tirés de la presse illustrent chacun de ces aspects, de manière plus ou moins convaincante. Outre le problème évoqué précédemment de la différenciation du libéralisme, une hiérarchisation était nécessaire. Le penchant pour le spiritisme, purement anecdotique et relevant de l’air du temps, se trouve ainsi évoqué entre la critique du cacérisme et l’introduction à la question sociale. Il en résulte un effet de collection thématique désordonnée qui ne permet pas de mettre en évidence ce qui caractérise véritablement le discours radical. Une approche plus transversale, cherchant à détecter des dénominateurs communs à ces différents thèmes, par exemple la dénonciation de la corruption et de l’incompétence des élites politiques ou la méthode scientifique, n’aurait-elle pas été plus pertinente ? Il manque d’ailleurs une réflexion sur le style littéraire, la rhétorique et le vocabulaire du radicalisme péruvien. Néanmoins, le thème du nationalisme économique (p. 74-82), articulé autour de la polémique sur le contrat Grace, propose une analyse intéressante et exhume deux articles écrits au premier trimestre de 1889. L’un, signé González Prada, est présenté en annexe (p. 164- 170) et l’autre, anonyme mais pouvant lui être attribué, n’est malheureusement qu’en partie retranscrit. La dimension militariste du radicalisme est bien soulignée, de même que l’intérêt pour la question indigène ; les autres thèmes sont moins développés.

La troisième partie, de loin la plus faible, aurait pu être intégrée dans la précédente. Après avoir rappelé quelques faits marquants de l’histoire sociale locale, l’auteur y montre que les contacts entre radicaux et travailleurs furent très limités. Il est regrettable que le livre n’aborde pas le rôle des loges maçonniques, dont un article cité (p. 115) se fait pourtant l’écho. Sans avoir introduit la question et sans l’approfondir, H. Pereyra s’interroge à la fin, dans une sous-partie dont le titre « les travailleurs face à la violence » n’est pas en adéquation avec le contenu, sur les raisons pour lesquelles l’anarcho-syndicalisme n’a pas éclos au Pérou durant la période étudiée comme dans d’autre pays latino-américains (p. 116-117). Il met en exergue des considérations essentiellement politiques : le besoin d’une union patriotique après la période d’instabilité qui suit la guerre du Pacifique. Ces conditions auraient donc conduit à l’apparition du radicalisme. L’alternative présentée (anarcho-syndicalisme/radicalisme) est contestable, ne serait-ce que parce qu’elle concerne deux champs bien distincts, le social et le politique. La complexité du sujet méritait sans doute plus de la page et demie qu’y consacre l’auteur.

Pour compléter cet ouvrage, trente pages d’une chronologie très détaillée font revivre l’histoire du Pérou d’octobre 1883 à décembre 1895. Il est surprenant que l’auteur n’y ait pas recensé, en 1885, la publication de l’essai de González Prada sur Victor Hugo, l’un de ses premiers de nature politico-littéraire. La chronologie est suivie de la transcription en annexe d’une sélection de textes. Le prologue de González Prada au livre Cuartos de hora de Mérida (1879) n’était pas vraiment nécessaire dans la mesure où il avait déjà été publié dans le recueil Nuevas Páginas Libres (1937) et figurait dans les oeuvres complètes. Toutefois, il montre que l’écrivain utilisait déjà une syntaxe réformée. En revanche, son article sur le contrat Grace, paru dans El Radical le 5 janvier 1889, n’avait à notre connaissance jamais été repris. Deux portraits de González Prada permettent de préciser comment il était perçu par ses partisans à la veille de son départ en Europe. Le plus long (14 p.), écrit par Luis Ulloa et publié le 30 mai 1891 dans La Integridad, est particulièrement éclairant. Il était resté inédit mais avait servi de source à Luis Alberto Sánchez, le biographe de González Prada. On trouve également dans cette annexe des articles de Mariano Torres, de Luis Ulloa et d’Abelardo Gamarra sur la question sociale (1886, 1890, 1892).

Ce livre, malgré ses faiblesses, constitue un bon point de départ pour une étude approfondie du radicalisme péruvien qui reste encore à réaliser. Pour les spécialistes de González Prada, il contribue à préciser le contexte dans lequel se produit son engagement politique et rend accessible des textes inédits ou peu connus.

(04/2010)

(1) L’auteur a également publié : Andrés A. Cáceres y la Campaña de la Breña (1882-1883), Lima, Asamblea Nacional de Rectores, 2006.
(2) Efraín Kristal, « Problemas filológicos e históricos en Páginas libres de González Prada », Revista deCrítica Literaria Latinoamericana, Lima, vol. XI, n° 23, 1986, p. 141-150. Isabelle TauzinCastellanos, « La vida literaria limeña y el papel de Manuel González Prada entre 1885 y 1889 », dans Encuentro Internacional de Peruanistas, t. II, Estado de los estudios histórico-sociales sobre el Perú a fines del siglo XX, J. Cornejo Polar (ed.), Lima, Universidad de Lima-UNESCO-FCE, 1998, p. 513-527.
(3) Voir El Ateneo de Lima, Año I (1886), tomo 1, n° 1, p. 5; n° 10, p. 375 ; Año II (1887), tomo 3, n° 30, p. 281 ; Año III (1888), tomo 6, n° 61, p. 82-83 et 92-93.
(4) I. Tauzin Castellanos, art. cit., p. 523.
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CRONOLOGÍA DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ EN EL CONTEXTO SUDAMERICANO Y MUNDIAL

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CRONOLOGÍA DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ EN EL CONTEXTO SUDAMERICANO Y MUNDIAL (1808-1830)

1808
17 de marzo. Motín en Aranjuez contra Carlos IV y Manuel Godoy.
19 de marzo. Por presión de los partidarios de su hijo Fernando, Carlos IV abdica en favor de aquel.
23 de marzo. Merced al tratado de Fontainebleau, las tropas francesas del mariscal Murat ocupan Madrid. Al día siguiente, Fernando VII es aclamado como nuevo soberano.
2 de mayo. Comienzo de la guerra de Independencia de España: ante la noticia de la salida del nuevo rey de territorio español, llamado por Napoleón, el pueblo de Madrid se levanta masivamente contra las tropas francesas.
6 de mayo. Fernando VII abdica en Bayona (Francia) a favor de su padre Carlos IV quien, a su vez, entrega el trono a Napoleón.
6 de junio. Napoleón designa como rey de España a su hermano José.
19 de julio. Victoria española en Bailén contra fuerzas francesas.
9 de agosto. El cabildo de Lima recibe la noticia de la abdicación de Carlos IV a favor de su hijo Fernando.
4 de octubre. Llegan noticias a Lima, a través de Chile, sobre la abdicación de Fernando VII y de su prisión en Francia.
13 de octubre. Jura de Fernando VII en Lima.

1809
Enero. En el contexto de la resistencia contra la ocupación francesa en la Península, se establece la Junta Central en Sevilla.
16 de julio. En La Paz, revolucionarios deponen al intendente y forman una Junta de Gobierno bajo la presidencia del soldado mestizo Pedro Domingo Murillo.
10 agosto. Proclamación de una Junta de Gobierno en Quito.
26-27 de septiembre. El virrey del Perú, José Fernando de Abascal, desbarata una conspiración en Lima encabezada por Antonio María Pardo y Mateo Silva.
25 de octubre. Fuerzas realistas peruanas aplastan a la Junta de La Paz.
Diciembre. Napoleón invade la Península con 250,000 soldados // Represión de los líderes del movimiento de Quito a manos de fuerzas enviadas por el virrey Abascal.

1810
Enero. El Consejo de Regencia sustituye a la Junta Central en España.
19 de abril. Establecimiento en Caracas de la Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII.
18-19 de mayo. Revolución en el Río de la Plata.
13 de julio. Abascal decreta la reanexión del Alto Perú al Virreinato del Perú.
20 de julio. En Bogotá, un grupo de revolucionarios criollos deponen al virrey y forman una Junta de Gobierno.
27 de agosto. El cabildo de Lima escoge a Francisco de Salazar como su diputado ante las Cortes.
16 de septiembre. En México, Miguel Hidalgo y Costilla lanza el Grito de Dolores.
18 de septiembre. Instalación de la primera Junta de Gobierno en Chile
24 de septiembre. Las Cortes se reúnen en Cádiz.

1811
25 de mayo. Entre las ruinas de Tiahuanaco, en el Alto Perú, el líder rioplatense Juan José Castelli procede a abolir el tributo y los trabajos forzados y proclama a los indios como ciudadanos con igualdad de derechos.
20 de junio. En Huaqui (Alto Perú), el ejército rioplatense de Castelli es derrotado por las fuerzas realistas peruanas al mando de José Manuel de Goyeneche // Estimulado por el avance rioplatense en el Alto Perú, Francisco Antonio de Zela se subleva en Tacna, en el Sur peruano.
5 de julio. Establecimiento de la primera República de Venezuela, inspirada por el joven separatista Simón Bolívar.

1812
Febrero. Levantamiento contra las autoridades virreinales en Huánuco (Sierra Nor Central del Perú)
15 de febrero. Segunda revolución en Quito: un congreso revolucionario promulga la Constitución del Estado Libre de Quito.
19 de marzo. Promulgación de la Constitución liberal en España, fruto del trabajo de las Cortes de Cádiz desde 1810.
10 de diciembre. El general Toribio Montes, enviado por el virrey Abascal, vence en Ibarra el último foco de resistencia patriota en el área dominada por Quito.
11 de diciembre. La ciudad del Cusco recibe la Constitución de Cádiz con tres días de festividades, que incluían fuegos artificiales, corridas de toros, teatro popular y otras atracciones.

1813
20 de febrero. Los realistas, invasores desde el Alto Perú al mando de Pío Tristán, son derrotados por las fuerzas insurgentes en Salta.
15 de junio. Bolívar proclama la guerra a muerte contra los españoles.
1 de octubre. En Vilcapugio (Alto Perú) las fuerzas rioplatenses al mando de Manuel Belgrano son derrotadas por el ejército realista de Joaquín de la Pezuela
3 de octubre. Estalla en Tacna una rebelión encabezada por los hermanos, Enrique y Juan Francisco Paillardelli, motivada por el segundo avance rioplatense en el Alto Perú.
14 de noviembre. En Ayohuma (Alto Perú), Belgrano es nuevamente derrotado por Joaquín de la Pezuela.

1814
3 de mayo. Tratado de Lircay en Chile entre el gobierno de José Miguel Carrera y autoridades españolas enviadas por el virrey del Perú. Es otorgada una cierta autonomía al régimen de Santiago a cambio de reconocer la legitimidad Fernando VII y de la Regencia hasta el regreso del monarca.
4 de mayo. A los 42 días de su regreso a España, Fernando VII decide abolir, mediante decretos, toda la obra legislativa de las Cortes
21 de julio. Fernando VII restablece la Inquisición
2 de agosto. Estallido del levantamiento de los hermanos mestizos José, Vicente y Mariano Angulo en el Cusco, demandando la puesta en práctica de las reformas prometidas en la Constitución de 1812. Se les une el brigadier indio Mateo García Pumacahua y el mestizo Gabriel Béjar.
28 de septiembre. Saqueo de La Paz por las fuerzas de Pumacahua.
1-2 de octubre. Aplastante victoria realista en Rancagua, Chile. Fin de la Patria Vieja.
28 de octubre. En Lima, es apresado el Conde de la Vega del Ren bajo sospecha de actividades subversivas.
10 de noviembre. Las fuerzas de Pumacahua capturan Arequipa.

1815
Febrero. Desde Tucumán, Manuel Belgrano, líder de la revolución en el Río de la Plata, prometa su apoyo a los “pueblos del Perú”.
10 de marzo. El general Juan Ramírez derrota de Pumacahua en Umachiri (Lampa).
18 de marzo. Ejecución del brigadier Pumacahua en Sicuani.
29 de marzo. Ejecución de los hermanos Angulo y de Gabriel Béjar en el Cusco.
29 de noviembre. Se confirma la reconquista realista del Alto Perú: derrota de las fuerzas rioplatenses de José Rondeau a manos de Pezuela en Sipe Sipe.

1816
Marzo-mayo. El general español Morillo somete a la Nueva Granada con gran violencia.
9 de julio. El Congreso Nacional de Tucumán declara a las Provincias Unidas de Sud-América como “nación libre e independiente del rey Fernando 7, sus sucesores y metrópoli”.

1817
9 de enero. Las fuerzas de José de San Martín salen de Mendoza para liberar Chile.
12 de febrero. El Ejército de los Andes sorprende y derrota a los realistas en Chacabuco.

1818
12 de febrero. Bernardo O’Higgins proclama en Talca la independencia de Chile.
19 de marzo. Derrota de San Martín en Cancha Rayada a manos del general Mariano Osorio.
5 de abril. Batalla de Maipú. Afirmación de la independencia de Chile.
Octubre. Se comienza a organizar en Cádiz una poderosa fuerza expedicionaria española para reconquistar los territorios controlados por los insurgentes.
Otoño europeo. En la conferencia de Aix-la-Chapelle, España intenta en vano conseguir el apoyo de los soberanos europeos para someter a los insurgentes de América.

1819
5 de febrero. Chile y las Provincias Unidas firman un tratado para poner fin a la dominación española en el Perú.
23 de junio. Una real cédula devuelve Guayaquil a la jurisdicción de la Audiencia de Quito en todos los asuntos criminales, civiles y del tesoro. El Perú se mantiene como responsable de su defensa militar.
7 de agosto. La victoria patriota en la batalla de Boyacá sella la independencia de la Nueva Granada.
17 de diciembre. El Congreso de Angostura decreta la unión de Venezuela y Nueva Granada y declara al territorio de la antigua presidencia de Quito, inclusive Guayaquil, como parte de la Gran Colombia.

1820
1 de enero. Sublevación de Riego en España que restaura la Constitución de 1812 y suspende el envío de un ejército español desde Cádiz a los territorios americanos rebeldes.
1 de febrero. Anarquía en el Río de la Plata. Derrota del gobierno de las Provincias Unidas de Sud América, al mando de Rondeau, por las Provincias del Río de la Plata, en la batalla de Cañada de Cepeda.
3-4 de febrero. Thomas Cochrane captura la base naval española de Valdivia.
28 de mayo. Comienzan a llegar a Lima noticias sobre la sublevación de Riego.
1 de junio. Barcos chilenos capturan el puerto de Arica.
20-21 de agosto. Partida de la Expedición Libertadora al Perú desde Valparaíso.
4 de septiembre. El virrey Pezuela recibe una orden oficial para proclamar la Constitución liberal.
8 de septiembre. La Expedición Libertadora, al mando de San Martín, desembarca en Pisco.
15 de septiembre. El virrey Pezuela proclama oficialmente la Constitución de Cádiz y, en sintonía con los sucesos de la Península, ofrece a los peruanos la autonomía dentro de la nación española.
30 de septiembre – 1 de octubre. Finalizan sin éxito las conferencias de Miraflores entre representantes de San Martín y el virrey Pezuela para tratar el asunto del cese de las hostilidades. San Martín propone coronar a un príncipe español como rey de un Perú independiente.
9 de octubre. El puerto de Guayaquil depone a las autoridades españolas, establece una junta revolucionaria y declara su independencia.
5 de noviembre. La flota chilena captura en el Callao la fragata española Esmeralda, la mejor nave de guerra del Pacífico.
26 de noviembre. Merced a la tregua entre las fuerzas de Morillo y de Bolívar, España reconoce la existencia, aunque no todavía la legalidad, del nuevo estado colombiano.
27 de noviembre. Cordial entrevista entre Morillo y Bolívar.
3 de diciembre. El batallón Numancia, del ejército realista, se pasa al bando patriota.
6 de diciembre. En su primera expedición a la Sierra, con el respaldo de la población peruana del Centro pronunciada por la Independencia, Juan Antonio Álvarez de Arenales vence a fuerzas realistas en Pasco.
12 de diciembre. De un diario anónimo, sobre la situación en Lima: “…llegué a esta ciudad, y la hallé en el mayor desorden. Hablan en los cafés cada uno de lo quería a su antojo (…) El Gobierno sin opinión, las gazetas corrían con las proclamas de San Martín anunciándolos a la libertad…”
28-29 de diciembre. La ciudad de Trujillo, con el marqués de Torre Tagle a la cabeza, se pronuncia a favor de la Independencia.
30 de diciembre. Tomás Guido, emisario de José de San Martín, firma en Guayaquil un convenio con las autoridades del puerto donde se señalaba que esa provincia conservaría su autonomía y que se declaraba bajo la protección del libertador rioplatense.

1821
29 de enero. En el campamento de Aznapuquio, Pezuela es depuesto por un grupo de altos jefes españoles liderados por José de La Serna, quien asume como nuevo virrey.
15 de mayo. Antonio José de Sucre, enviado de Bolívar, firma con la Junta de Gobierno de Guayaquil un convenio por el cual se ponía esa provincia bajo la protección de las armas de Colombia.
2 de junio. San Martín se reúne con el virrey La Serna en la hacienda Punchauca, cinco leguas al norte de Lima y reitera su propuesta monárquica.
4 de junio. Jaén, perteneciente a la Presidencia de Quito, decide formar parte del Perú por voluntad de sus pobladores.
24 de junio. Victoria de Bolívar en Carabobo. Se consuma la independencia de Venezuela.
25 de junio. El general español José Canterac inicia la retirada realista de Lima hacia la Sierra.
4 de julio. Proclama del virrey La Serna anunciando que abandonaba la capital por razones estratégicas.
9 de julio. Los primeros soldados de la Expedición Libertadora ingresan en Lima.
12 de julio. San Martín entra en Lima.
14-15 de julio. Un cabildo abierto declara la independencia en Lima: “…la voluntad general está decidida por la independencia del Perú y de la dominación española y de cualquiera otra extranjera…”
28 de julio. San Martín encabeza en Lima la ceremonia pública de proclamación de la independencia del Perú.
3 de agosto. San Martín es declarado Protector del Perú con poderes civiles y militares supremos.
9 de agosto. San Martín deroga en Lima la Constitución de 1812.
7 de septiembre. El Congreso de Cúcuta nombra a Bolívar primer presidente de Colombia. Luego de este episodio, Bolívar marcha rápidamente hacia el Sur, bajo el temor “de que San Martín pudiera llegar antes a(l futuro) Ecuador y lo reclamara para el Perú “(Lynch)
10 de septiembre. Las fuerzas realistas de Canterac pasan cerca de Lima sin ser atacadas e ingresan en el Callao, que permanecería por poco tiempo más bajo control realista.
6 de octubre. Luego de apoderarse de fondos públicos del gobierno de San Martín en Ancón, Thomas Cochrane abandona las costas del Perú con seis buques.
14 de octubre. Clausura del Congreso de Cúcuta en la frontera entre Venezuela y la Nueva Granada.
28 de noviembre. Panamá declara su independencia.
Fines de año. En Lima, en el contexto del deterioro del régimen protectoral, circulan pasquines que proclamaban “Viva el Rey”.

1822
18 de enero. En tono amenazador, Bolívar escribe a la Junta de Gobierno de Guayaquil, afirmando que ese puerto no podía convertirse en un estado independiente y que formaba, más bien, parte del territorio colombiano.
30 de enero. El ejército realista ingresa en el Cusco.
28 de marzo. El Senado de los EE.UU. acuerda reconocer la independencia de los países americanos.
2 de abril. José Joaquín Olmedo, presidente de la Junta de Gobierno de Guayaquil escribe a San Martín explicándole las amenazas de Bolívar de tomar su provincia mediante “un golpe de fuerza”, y diciéndole que había llegado “el caso de cumplir su solemne voto de sostener la libertad de este pueblo”
6 de abril. El viajero inglés Gilbert F. Mathison es testigo de la total desolación de las haciendas del valle del Rímac, en los alrededores de Lima.
7 de abril. Derrota de las fuerzas patriotas en Ica.
11 de abril. Ocupada por fuerzas del general Sucre, Cuenca decide de manera “espontánea” su anexión a la Gran Colombia.
2 de mayo. Clímax de la represión contra los españoles en Lima, dirigida por Monteagudo: 600 españoles son detenidos y deportados a Chile.
24 de mayo. Sucre derrota de los realistas del general Aymerich en Pichincha, cerca de Quito, con la colaboración de un contingente auxiliar peruano.
16 de junio. Bolívar entra triunfante en Quito.
18 de junio. Carta de Bolívar a Olmedo: “Yo tendré la satisfacción de entrar a la cabeza de las tropas aliadas en esa ciudad y espero que seré recibido como presidente de Colombia y protector de Guayaquil”
22 de junio. Carta de Bolívar a San Martín, sobre la situación en Guayaquil: “Yo no pienso como V.E. que el voto de una provincia debe ser consultado (…) la Constitución de Colombia da a la provincia de Guayaquil una representación de lo más perfecta”
6 de julio. Firma de un tratado de amistad y alianza entre el Perú (representado por Bernardo de Monteagudo) y la Gran Colombia (representada por el ministro colombiano en Lima, Joaquín Mosquera). La Gran Colombia fracasa en su objetivo de obtener del Perú el reconocimiento a la aspiración de la Gran Colombia sobre Guayaquil // Los EE.UU. informan a todas las cancillerías, incluso la española, sobre su decisión de reconocer la independencia de los países americanos.
11 de julio. Bolívar ingresa a Guayaquil. Se inicia de inmediato la agitación a favor de la anexión de este puerto a la Gran Colombia.
13 de julio. Bajo presión política y militar contra el grupo partidario de la unión con el Perú, Bolívar decreta, a la fuerza, la formal incorporación de Guayaquil a Colombia “para salvar al pueblo (…) de la espantosa anarquía en que se hallaba (…) sin que esta medida de protección coarte de ningún modo la absoluta libertad del pueblo para emitir franca y espontáneamente su voluntad…”
25 de julio. Por la noche, una multitud enfurecida rodea el Palacio y el Cabildo de Lima, reclamando la caída del ministro Bernardo Monteagudo.
26 y 27 de julio. San Martín y Bolívar se entrevistan en el puerto de Guayaquil.
29 de julio. Olmedo escribe a Bolívar una carta denunciando el “abuso” cometido contra el pueblo de Guayaquil y anunciando que se autoexiliaba, porque “así lo exige mi honor”.
3 de agosto. Carta de Bolívar a Santander, Vicepresidente de la Gran Colombia, desde Guayaquil: “Tenga Ud. presente que el corregimiento de Jaén lo han ocupado los del Perú; y que Maynas pertenece al Perú por una real orden muy moderna y que también está ocupada por fuerzas del Perú”.
7 de septiembre. Proclamación de la independencia del Brasil.
20 de septiembre. Apertura del primer Congreso peruano. San Martín renuncia al cargo de Protector, entrega el poder al Congreso, y abandona el Perú al día siguiente.
12 de octubre. Proclamación de Pedro II como Emperador del Brasil.
21 de octubre. Firma en Santiago de un Convenio de Amistad, Liga y Confederación entre Chile y la Gran Colombia.
23 de diciembre. Firma entre el Perú y Chile de un Tratado de Liga, Alianza y Confederación.

1823
21 de enero. Derrota en Moquegua de la primera expedición a puertos Intermedios, ordenada por el Congreso peruano.
27 de febrero. Golpe de estado de Balconcillo y cese la Junta de Gobierno peruana. Los militares imponen al Congreso el nombramiento de José de la Riva-Agüero como primer presidente del Perú.
1 de junio. Carta de José de la Riva-Agüero a Georges Canning rememorando sus servicios a Gran Bretaña en España “cuando ambos países estaban en guerra”, e instando a su Gobierno a reconocer la Independencia del Perú, con la consecuente firma de un tratado de “comercio y amistad”.
18 de junio. Las fuerzas de realistas del general Canterac ocupan temporalmente Lima; diez mil personas huyen de la capital bajo el temor de represalias.
22 de junio. El Congreso depone a Riva-Agüero.
16 de julio. Las fuerzas realistas abandonan Lima.
17 de julio. El Congreso nombra a Torre Tagle como jefe del ejecutivo. Riva-Agüero se mantiene en rebeldía.
7 de agosto. En el cuarto aniversario de la batalla de Boyacá, Bolívar parte desde Guayaquil rumbo al Perú, con la convicción de que su presencia allí era vital para la seguridad de Colombia.
27 de agosto. Batalla de Zepita, previa al desastre de la segunda Expedición a Intermedios, ordenada por Riva-Agüero.
1 de septiembre. Bolívar llega al Perú.
3 de octubre. Tratado de Alianza y Confederación entre México y Colombia.
Octubre. Memorándum de Polignac. Con el objeto de aparecer como favorecedor de la Independencia americana, Gran Bretaña persuade a Francia de renunciar a utilizar la fuerza contra las jóvenes naciones sudamericanas.
11 de noviembre. Se declaran incompatibles los títulos de Castilla con las instituciones republicanas.
25 de noviembre. Caída de Riva-Agüero en Trujillo, quien había estado en conversaciones con el virrey La Serna para establecer una monarquía peruana independiente de España. Es apresado y deportado por Antonio Gutiérrez de la Fuente.
2 de diciembre. Enunciación de la Doctrina Monroe por el gobierno de los Estados Unidos, que expresaba el principio de no colonización contra las aspiraciones rusas a los territorios americanos Nor-occidentales, y que representó un advertencia a la Santa Alianza para que no intervenga en el Nuevo Mundo, en tiempos en que la independencia de las naciones hispanoamericanas tomaba un rumbo definido.
18 de diciembre. Firma de un tratado de límites entre el Perú y la Gran Colombia, conocida como la Convención Galdeano-Mosquera. El Perú acepta el principio del Uti Possidetis de 1809, pero no acepta que la ciudad de Tumbes quede fuera de su territorio.
Fines de año. Llegan noticias al Perú sobre la restauración de Fernando VII en su trono absolutista.

1824
1 de enero. Bolívar llega gravemente enfermo a Pativilca, presa de un ataque de tuberculosis.
5-7 de febrero. Las fuerzas rioplatenses y chilenas se amotinan en el Callao bajo el mando del sargento Dámaso Moyano. Los castillos de ese puerto caen en poder del coronel realista José Casariego.
10 de febrero. El Congreso nombra a Bolívar dictador del Perú.
11 de febrero. Pedro Antonio de Olañeta entra en Chuquisaca (Alto Perú) y proclama la monarquía absoluta en rebelión contra el virrey La Serna.
29 de febrero. Al mando del general Juan Antonio Monet, los realistas ocupan Lima. Pocos días después, Torre Tagle, el vicepresidente Diego de Aliaga, numerosos funcionarios y 337 oficiales del ejército, se pasan al bando realista.
6 de marzo. Manifiesto público de Torre Tagle: “El tirano Bolívar y sus indecentes satélites han querido esclavizar al Perú y hacer este opulento territorio súbdito del de Colombia…”
9 de marzo. En el Alto Perú, el general español Gerónimo Valdés y Olañeta firman un acuerdo por medio del cual el último reconocía la autoridad de La Serna. Este tratado es posteriormente desconocido.
11 de abril. Bolívar ordena la confiscación temporal de toda la propiedad privada de cualquiera que viviese en el territorio controlado por los realistas.
15 de junio. El ejército de Bolívar parte de Trujillo e inicia la ofensiva contra las fuerzas realistas.
23 de junio. El Congreso de la Gran Colombia promulga una ley de demarcación territorial. Sin disponerse de los títulos jurídicos, ni de la posesión efectiva, el ámbito selvático peruano de Maynas es incluido en el Departamento de Azuay.
19 de julio. De un memorándum privado suscrito en Lima por Thomas Rowcroft, Cónsul General de Su Majestad Británica en el Perú: “The distress of this city begins to be great. Beef, bread, etc., are all becoming scarce by means of the mountain of soldiers which surround it. Everything is in requisition, horses, mules, carts, labourers and artisans” (“La angustia de esta ciudad empieza a ser grande. La carne, el pan, etc., se están volviendo escasos debido a la cantidad de soldados que la rodean. Todo es requisado: caballos, mulas, carretas, labradores y artesanos”).
6 de agosto. Victoria de la caballería de Bolívar en Junín, en el Perú central.
15 de agosto. De la nota de Bolívar, suscrita en Huancayo, tomando nota del nombramiento de Thomas Rowcroft como Cónsul General de Su Majestad Británica en el Perú y del Memorándum de Polignac: “…con un amigo tan poderoso como Gran Bretaña (los estados nacientes de este Hemisferio) estarán en posición de desafiar la ira de los tiranos de Europa”.
7 de diciembre. Bolívar retorna a Lima e invita a los gobiernos de Colombia, México, Río de la Plata, Chile y Guatemala al Congreso de Panamá. Posteriormente, invita al Imperio del Brasil.
9 de diciembre. Batalla de Ayacucho. Concluye la era virreinal en el Perú.
21 de diciembre. Bolívar convoca a una nueva instalación del Congreso peruano.
Fines de año. El gobierno británico decide hacer público el reconocimiento de las Provincias Unidas (acordado a mediados de año), así como de Colombia y de México.

1825
7 de febrero. Luego de cruzar el Desaguadero, el ejército de Antonio José de Sucre ingresa en La Paz.
10 de febrero. Reunión del Congreso peruano.
9 de febrero. Sucre emite un decreto convocando a una asamblea para determinar la suerte posterior de las provincias altoperuanas, que es cuestionado por Bolívar.
1 de abril. Olañeta es asesinado en el tumulto de Tumusla. Concluye la resistencia española absolutista en el Alto Perú.
16 de marzo. Bolívar da marcha atrás y acepta el decreto de Sucre, pero señalando que la resolución de la asamblea altoperuana no recibiría sanción alguna hasta que se instalara el nuevo Congreso del Perú.
10 de abril. Bolívar parte desde Lima hacia el interior del Perú, rumbo al Alto Perú.
10 de julio. Instalación de la Asamblea de Chuquisaca.
6 de agosto. La asamblea de Chuquisaca declara la independencia del Alto Perú y da a la nueva república el nombre de “República Bolívar”, en homenaje al Libertador.
18 de agosto–29 de diciembre. Bolívar gobierna Bolivia.
30 de noviembre. El Emperador del Brasil acepta la invitación para participar en el Congreso de Panamá, “pero con tantas reservas y condiciones que equivalían a una negativa” (Mariano Felipe Paz Soldán)

1826
27 de enero. Carta de Sucre a Bolívar, desde Chuquisaca: “Sería bien que usted mostrase algo al Congreso peruano de la pretensión de esta república (Bolivia) para que se le ceda Arica”.
7 febrero. Bolívar se establece en el pueblo de La Magdalena, cerca de Lima.
10 de febrero. Apoteosis del régimen bolivariano en el Perú: entrada triunfal de Bolívar en Lima.
19 de febrero. El brigadier José Ramón Rodil capitula en el Callao, último bastión realista en el Perú.
19 de marzo. Instalación del Congreso peruano.
15 de abril. Fusilamiento de Juan de Berindoaga.
1 de mayo. Cese de funciones del Congreso peruano.
12 de mayo. Carta de Bolívar al general Antonio Gutiérrez de la Fuente, explicando su idea de la Federación de los Andes, con la división del Perú en dos estados: “Unido el Alto y Bajo Perú, Arequipa será la capital de uno de los tres grandes departamentos que se formen a manera de los tres de Colombia”.
25 de mayo. Una Asamblea Constituyente de Bolivia nombra a Sucre como presidente del país.
22 de junio. Inauguración del Congreso de Panamá.
4 de julio. Francisco Javier Luna Pizarro, opuesto a la hegemonía colombiana en el Perú, es exiliado a Chile por orden de Bolívar.
15 de julio. Conclusión de las sesiones del Congreso de Panamá.
6 de julio. Dos escuadrones del regimiento peruano Húsares de Junín se rebelan en Huancayo contra el régimen bolivariano
27 de julio. Represión en Lima contra el sector opuesto a la Constitución Vitalicia. Por la noche, piquetes de tropas recorren las calles y entran en las casas para prender a los complicados y sospechosos.
7 de agosto. Ejecución del patriota peruano teniente Manuel Aristizábal en la Plaza de Armas de Lima. Antes de morir, declara haber querido librar a su patria del “yugo extranjero”, en alusión a Bolívar y las tropas colombianas.
3 de septiembre. Bolívar abandona el Perú, dejando a Andrés de Santa Cruz como presidente del Consejo de Gobierno y comandante en jefe de las fuerzas armadas.
15 de noviembre. El representante del Perú en Bolivia, Ignacio Ortiz de Zevallos, concluye con el gobierno de ese país un tratado de federación y otro de límites, el último de los cuales acordaba la cesión peruana de Tacna, Arica y Tarapacá a Bolivia a cambio de la provincia de Apolobamba o Caupolicán y el pueblo de Copacabana.
30 de noviembre. El Consejo de Gobierno peruano declara a la Constitución Vitalicia como Ley Fundamental del Perú.
18 de diciembre. El Consejo de Gobierno peruano decide no ratificar los tratados con Bolivia.

1827
26 de enero. Estalla un motín en la tercera división del ejército colombiano en Lima.
28 de enero. Abolición de la Constitución Vitalicia en el Perú.
8 de marzo. La división colombiana abandona el Perú.
4 de junio. Instalación del Segundo Congreso Constituyente.
9 de junio. José de La Mar es elegido por el Congreso Constituyente, dominado por una mayoría liberal enemiga de Bolívar, como nuevo presidente del Perú.
26 de junio. Expulsión del representante colombiano Cristóbal Armero del Perú.
29 de septiembre. Desde Bruselas, José de San Martín saluda al presidente La Mar y ofrece sus servicios al Perú en caso de existir alguna amenaza a su independencia.
12 de noviembre. Desde Chuquisaca, Sucre, presidente de Bolivia, escribe a Bolívar alentando una federación entre Argentina, Chile y Bolivia para contrarrestar lo que percibía como una amenaza peruana contra este último.

1828
18 de abril. Motín en Chuquisaca; Sucre es herido.
1 de mayo. El ejército peruano interviene en Bolivia.
3 de julio. Proclama de Bolívar declarando la guerra al Perú: “¡Colombianos del Sur! Ármense y avancen hacia las fronteras del Perú, y aguarden allí para la hora de la venganza. Mi presencia entre ustedes será la señal del combate”.
6 de julio. Tratado de Piquiza: se abroga la constitución boliviana y se establece la partida de Sucre y de las tropas colombianas de Bolivia. Posteriormente, las tropas peruanas abandonan también el territorio boliviano.
Fines de año. Primeras acciones militares de la guerra entre el Perú y la Gran Colombia. Avance de las fuerzas del presidente La Mar.

1829
19 de enero. Luego de una exitosa operación naval, las fuerzas peruanas ocupan Guayaquil.
27 de febrero. Derrota de las fuerzas peruanas de José de La Mar en la batalla del Portete de Tarqui: Sucre detiene el avance del ejército peruano, aunque no consigue destruirlo. Se firma al día siguiente el Convenio de Girón.
7 de junio. Agustín Gamarra traiciona y depone a José de La Mar.
22 de septiembre. Tratado de Guayaquil (Larrea-Gual) que establece como base para el establecimiento de los límites entre el Perú y la Gran Colombia “los mismos que tenían antes de su independencia los antiguos virreinatos de Nueva Granada y el Perú”.
26 de octubre. De una carta del plenipotenciario colombiano en el Perú Tomás Cipriano Mosquera a Bolívar, desde Guayaquil: “En los documentos que me entregó el general Espinar para la Legación de que he sido encargado, hay una copia de la Real Cédula española que mandó agregar en 1802 la provincia de Maynas al Perú (…) en caso (los peruanos) me presenten documentos fehacientes, desearía tener instrucciones sobre el particular, pues como el artículo quinto del Tratado (de Guayaquil) sienta por bases el Uti Possidetis de 1809 podrían con justicia reclamar la ribera izquierda del Marañón”.

1830
13 de enero. Venezuela, con José Antonio Páez, se proclama independiente.
20 de agosto. El presidente peruano Gamarra dispone la conclusión de la misión diplomática de Mariano Alejo Álvarez en Bolivia.
13-15 de diciembre. Conferencias del Desaguadero entre el presidente boliviano Andrés de Santa Cruz y el peruano Agustín Gamarra. La delegación boliviana insiste en que cualquier alianza entre esos países debía comprender a la Gran Colombia y que todo tratado de límites debía incluir la cesión del puerto de Arica a Bolivia.

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