De esta manera, la movilización política estará signada, en los siguientes meses, por esta efervescencia electoral que dará marco al proceso político eleccionario más importante de nuestra accidentada historia del sufragio en el Perú.
Para algunos, este proceso electoral representará la aparición en el escenario político peruano de nuevas agrupaciones como en el caso del FDUN de Francisco Morales Bermúdez, el Movimiento 7 de Junio de Peter Uculmana y el PAN dirigido por Campos. Salvo el primero de los nombrados los dos siguientes no tienen la más mínima posibilidad de ganar siquiera una diputación. El FDUN no puede ser tampoco optimista a pesar del considerable apoyo económico que ostenta y el respaldo de figuras públicas provenientes del gobierno militar en su segunda fase, ex demócratas cristianos u otros que han pasado por varias tiendas políticas. Otras agrupaciones como el trotskista PST de Ricardo Napurí y el puneño FNTC de Róger Cáceres son reincidentes en busca de, por lo menos, una curul parlamentaria. Para el primero de ellos significará el final de su legalidad en vista de la poca posibilidad de ganar un puesto en el Parlamento; el segundo se contenta con sacar un senador, Roger Cáceres como siempre, aunque sus posibilidades son cada vez menores, como muestran las estadísticas electorales en vista que su terruño, Puno, vota ahora por la izquierda. La táctica de cambio de nombre (Izquierda Nacional) no es pura casualidad pero puede ser insuficiente. En cuanto a las listas independientes, ocho para Lima y dos para el Senado, no tienen tampoco ninguna posibilidad. Quizá si en algunos contados departamentos, como son los casos de Madre de Dios y Loreto.
¿Es esta una visión pesimista? Parece que no. El optimismo en exceso es de ellos. Nuestra afirmación se basa en el hecho que en los cuatro procesos electorales las listas de candidatos que no representan a los partidos mayores, es decir APRA, IU, PPC, AP consiguieron escasamente 8.48 % de los votos el año 78; 4.42% en las presidenciales del 80; 6.65 % en las municipales del 83. Esto nos hace pensar que el electorado que se encuentra al margen de los cuatro partidos señalados es cada vez más escaso para el contingente numeroso de agrupaciones que requieren de sus votos con el fin de obtener algún puesto en el Parlamento. La dispersión de este minoritario electorado haría imposible una buena votación de alguno de los partidos expectantes.
La votación general se decidirá entre los cuatro partidos grandes y sólo entre ellos. Si tomamos en cuenta las últimas elecciones:
1. APRA 1’306,345 votos 33.05 % 2. IU 1’139,616 votos 28.83 % 3. AP 688,151 votos 17.41 % 4. PPC 543,989 votos 13,76 %
La conformación de este espectro político está dada por tres tercios: La izquierda (IU), el centro (Apra) y la derecha (AP-PPC). Sin embargo, la derecha al presentarse separada pierde toda posibilidad de pelear una segunda vuelta electoral que parece tener sólo a dos competidores: Apra en IU.
Numéricamente estos dos partidos tienen casi las mismas posibilidades por las siguientes consideraciones: en las elecciones municipales el Apra inscribió candidatos en casi todos los municipios, en cambio IU lo hizo en el 70 % de ellos. En esta oportunidad, no existe esta diferencia. En las municipalidades del 83 la boleta electoral incorporaba los símbolos de partidos que integran IU, lo que permitió la invalidez de un cuantioso número de votos a favor del frente izquierdista que se estipula alrededor de un 2% a nivel nacional. Es decir, esta diferencia que separó al Apra de la IU en el 83, es casi mínima y que podría incluso variar.
Este es el punto de partida de este numeroso contingente político que se presenta al acto eleccionario en abril de este año. Es, sin embargo, un punto de partida numérico y por lo tanto variable. Será variable, en alguna medida, de acuerdo al comportamiento de estas fuerzas en el escenario político y electoral en los próximos tres meses, en donde los diseños de las campañas y estrategias electorales serán de vital importancia. Esperemos a ver qué ocurre.
(La República 18 de Enero de 1985)