Pregunta: ¿creen ustedes que la mayoría de los partidos inscritos entregaron el casi medio millón de firmas válidas que exige la ley, acompañado de al menos 67 comités provinciales que deben estar distribuidos en no menos de 17 departamentos con un mínimo de 50 militantes? Pese a lo exigente de la ley, tenemos 25 partidos políticos. ¿Cómo lo hacen? La mayoría logra su propósito cumpliendo con entregar documentos que no corresponden a la realidad, pues el papel aguanta todo.
Los partidos carecen de financiamiento público, tienen sus arcas vacías y por ley nadie puede contribuir con ellos con más de 60 UIT. ¿Cómo logran hacer una campaña que cuesta millones y, a su vez, cumplir con una ley limitante? Es que pocos entregan mucho, pero deben utilizar a terceros, tienen que crear eventos ficticios, no reportan todos los gastos (sobre todo los de origen ilícito) y contratan un buen contador que cuadre todo. Nuevamente presentan documentos que no corresponden a la realidad.
Estos partidos deben elegir a sus candidatos en todo el país formando órganos electorales (tres miembros) y realizando elecciones directas en cada comité para definir delegados que, a su vez, deben escoger a los candidatos (modalidad indirecta que todos aplican). Es decir, decenas de elecciones, movilizando a todos sus miembros. ¿Cómo cumplen con la ley? La mayoría presenta documentos en los que constan elecciones que muchas veces nunca se realizan o se realizan mal.
Ningún partido puede cumplir la ley a pie juntillas, y encima los organismos electorales están limitados a valorar solo documentos, en un escenario de normas frondosas, llenas de vacíos, contradicciones y mal hechas que no responden a la realidad de nuestros debilitados partidos. Por eso, hecha la ley, hecha la trampa. Solo que algunos que hacen (bien) la trampa piden para el resto la ley (Peru21, domingo 21 de febrero del 2016).
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Algunos abogamos en el desierto que se debe fortalecer la institucionalidad en el país. La institucionalidad en los partidos políticos.
Todos esos requisitos formales no serían mentira ni problema alguno, si realmente funcionaran los comités descentralizados y en la cantidad mínima de militantes que prescribe la ley.
Si no, ¿de qué partidos políticos estamos hablando?.
Casualmente, el ESPÍRITU DE LA LEY, EL FONDO DE LA LEY, lo que busca es partidos de verdad y no LOS CASCARONES que exhibimos hoy en día.
MILES DE AFILIADOS en los Padrones entregados al J.N.E. y con las justas pueden activar algunos comités de base.
¿Acaso es novedad? La ley no se cumple, no se quiere, no se puede. Porque somos lo que somos. Unos informales de primera.
Y así gobiernan el país, en el mar de las mentiras, donde el río revuelto permite la Corrupción, la Injusticia, la exclusión, la falta de oportunidades (las buenas no malas).