Entrevista: Carolina Martín
Foto: Rocío Orellana
FERNANDO TUESTA SOLDEVILLA• Analista político asegura que el sistema partidista aún no ha salido del fraccionamiento en que se sumió durante la época del fujimorismo • Una situación que explicaría la derrota de todas las organizaciones políticas en los recientes comicios regionales y municipales.
–Los llamados independientes han ganado en la mayoría del país y se habla de una crisis de los partidos. ¿Qué se puede hacer para salir de esa situación?
No creo que se pueda hablar de crisis cuando es algo que sucede desde hace veinticinco años. De cualquier modo no existen varitas mágicas para enfrentar esta situación. Y esta elección no enseña que la mejor manera de acceder al poder no es distanciándose de los partidos. El camino es construir puentes en este archipiélago de representación que es el Perú. Hay una regresión a un nivel casi tribal de la política.
–Martha Chávez dice que habría que prohibir a los partidos nacionales presentarse a las elecciones regionales y municipales. ¿Es esta una solución?
–No, en absoluto, bajo esa mirada Unidad Nacional no habría ganado en tantos distritos, ¿no? Para empezar hay que cumplir la ley, y esta curiosamente nos ha dado un número altísimo de partidos que el organismo electoral ha permitido. La consecuencia es que muchos partidos que ni siquiera sacaron bancadas en el Parlamento, gracias a acuerdos políticos, han tenido el derecho de inscripción hasta abril próximo. Ahí hay un problema bastante serio que debe ser corregido de inmediato.
–¿Podría pasar que muchos de estos partidos pequeños se aglutinaran y fueran el germen de nuevos partidos nacionales?
–Cuando tú tienes normas que alientan la casa política propia, todos construirán su propia casita. Lo que se debe alentar es hacer edificios políticos.
–¿Se refiere a una ley de partidos más estricta?
–Es que la ley de partidos ha sido exigente con los partidos nacionales, y no ha tocado los locales, que querían tener los derechos de los nacionales sin las exigencias de los mismos, por ejemplo en la fiscalización del origen de sus fondos partidarios.
–¿Habría entonces que modificar la ley para que estos partidos locales cumplieran los mismos requisitos que los nacionales?
–El problema es el número de partidos. Pero quizás habría que hacer una ley que exija que para poder postular se adquiera un nivel de presencia mayor.
–¿Estamos ante un panorama similar al de la época fujimorista, cuando los partidos perdieron fuerza frente a los movimientos regionales y municipales?
–No, yo diría que el sistema partidista no se ha recobrado después del fujimorismo. No es que se repita la situación, es que no hemos salido de ese estado de fraccionamiento.
–Tanto el Apra como los nacionalistas dicen que están conformes con los resultados. ¿Quién ha perdido entonces?
–Han perdido todos los partidos nacionales, aunque en grado distinto. El Apra ha perdido mucho, no ha habido conexión entre el voto municipal y el nacional. Ha perdido incluso Trujillo. En el caso del Partido Nacionalista es una derrota estrepitosa. Ollanta Humala ha sido incapaz de crear canales para que su partido construya una alternativa organizada de representación.
–¿Y qué hay de los otros partidos políticos nacionales?
–Bueno, también ha sido derrotado el fujimorismo, incluso con su sorprendente votación congresal, y Somos Perú, un partido municipalista por excelencia. Lo mismo pasa con Unidad Nacional, un partido que sale de los muros de Lima y tiene un panorama desolador. De Perú Posible y el Frente Independiente Moralizador mejor ni hablamos.
–Ese archipiélago político del que hablaba al principio, ¿es entonces el mejor resultado posible para el Ejecutivo?
–Dentro de un panorama en el que el partido de gobierno cae derrotado, lo mejor, claro, es cuando todos los otros partidos también pierden respaldo popular. Así, la suya no es una derrota tan impactante.
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(21 de noviembre del 2006)