La encuesta tiene la gran ventaja que se dirige al hogar, al centro de trabajo, al lugar donde se encuentre el encuestado y éste sólo tiene que contestar un cuestionario, en corto tiempo. De esta manera, en forma sencilla el público se compromete a señalar lo que piensa sobre los asuntos públicos. Por eso, no le faltaba razón a Bogart cuando acuñó el término de Política Silenciosa, para referirse a la información de las encuestas.
Pero, curiosamente son las encuestas pre-electorales -su talón de Aquiles- las que legitimaron a las encuestas en general, por su acierto para predecir resultados. Efectivamente estos se producen, pero en condiciones históricas normales, es decir cuando no se producen cambios no controlados, como sucedió, en 1990, con el llamado fenómeno Fujimori.
En torno a los sondeos, particularmente pre-electorales, se ha escrito mucho y gran parte de manera equivocada. Esta situación tiene su origen en una serie de ideas erradas y/o incompletas. Por un lado, no expresan las preferencias e ideas de quienes las hacen, las contratan o analizan. Esto se produciría sólo manipulando groseramente los métodos de encuesta. Las compañías encuestadoras no ganan nada realizando sondeos de estas características, particularmente cuando en el mercado compiten varias de ellas y si los resultados serán un punto de referencia para la comparación. De otro lado, las encuestas no ofrecen una información porcentualizada puntualmente sino una aproximación, que debe ser complementada con un análisis del conjunto las otras respuestas y de otras técnicas de investigación. Los resultados que ofrecen los sondeos se encuentran enmarcados en márgenes de error. Por lo tanto, no se debe indicar que “el candidato A, obtiene un 40% de las intenciones de voto”, sino que “el candidato A obtiene intenciones de voto que se encuentran entre el 38% y 42% (depende el margen de error)”. Asimismo, los sondeos no adivinan el futuro, así algunos encuestadores quieran hacer creer esto a sus clientes. Lo que se debe hacer es que a partir de los resultados de los sondeos ubicar diversos escenarios considerando determinadas variables considerar resultados probables. Nada más. Con mayor en nuestros países, formado por sociedades heterogéneas, donde existen zonas, cuya población es imposible de encuestar por su lejanía y dispersión. Además ello hay que agregarle el llamado ‘voto escondido’ que hace que ocurran situaciones no previstas. Por todo ello, las proyecciones deben hacerse con suma cautela y seriedad, caso contrario se engaña al público. Sin embargo, con el correr del tiempo existe un mayor cuidado de parte de los medios y un conocimiento aunque sea limitado, pero mayor que antes, de parte de los públicos atentos.