Votar blanco puede traer consecuencias. Como ocurrió con una ciudad, cuyos habitantes, con motivo de la elección de sus autoridades municipales, fueron llamados a votar como en tantas otras oportunidades, pero que esta vez el desgano, la desidia o rechazo no los hizo salir de sus casas, sino poco antes del cierre de la jornada electoral, ante el respiro de los representantes de los partidos políticos. Pero intempestivamente el escrutinio muestra que la mayoría había votado en blanco. Las elecciones se tienen que repetir, pero esta vez es peor. El voto en blanco logra ser el mayoritario de manera aplastante. Ante el desconcierto, el gobierno central decide iniciar las investigaciones y luego tomar medidas que van creciendo en su fase represiva para enfrentar lo que considera una conjura extremista contra la democracia. Los responsables deben de pagar, así no se sepa quiénes son. Lo importante es que paguen para mantener incólumes las instituciones políticas.
Así es la novela del gran escritor portugués José Saramago, “Ensayo sobre la lucidez”. Novela, como otras del Premio Nobel de Literatura 1998, que intenta mover las conciencias, sacudir la rutina, ir más allá. Es un cuestionamiento al poder, cuando no quiere mover nada y quiere aplastar todo para que nada cambie. Escrita con mucha ironía y también con lucidez, esta novela quiere salir de la ceguera. Recomendable.