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Fernando Tuesta, ex jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), consideró que la fusión de dicho organismo al Jurado Nacional de Elecciones (JNE), convertiría a este último en un ente “todopoderoso” y “macrocefálico”. En debate en La Ventana Indiscreta, Tuesta polemizó sobre el tema con el constitucionalista Alberto Borea, quien asesoró al JNE en su propuesta para absorber a la ONPE y dirigir las funciones electorales en nuestro país.
“Un diseño institucional que hace que un organismo planee, organice, norme y cuyas resoluciones no pueden ser vistas por ningún otro, lo convierte en todopoderoso y macrocefálico”, afirmó Tuesta. Aseveró que la propuesta del JNE de convertirse en el rector de las distintas instancias electorales “no da las garantías necesarias” para un proceso limpio y puede llevarlo a cometer “abuso del poder”.
Borea respondió que desde el año 1933 se instituyó la tradición democrática de encargarle al JNE el manejo de las elecciones, constituyéndolo como un poder del Estado equivalente al Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Como tal –señaló- su tarea “no se puede fragmentar”, y que como el Ejecutivo tiene sus ministerios, el JNE puede contener a otros organismos bajo su jurisdicción. “Esto no quiere decir que no puedan haber organismos distintos dentro del JNE o el Consejo Electoral Nacional (que podría formarse con la fusión de la ONPE), pero tiene que haber una cabeza”, explicó.
Por su parte, Tuesta argumentó que la división de funciones ha dado frutos en países “anglosajones de democracia estable”, mientras que un JNE que “concentra todo” correspondió una América Latina de repúblicas incipientes. Resaltó que desde entonces las elecciones se han diversificado, sus sistemas se han modernizado y las exigencias ciudadanas han crecido. Por ello, que la ONPE se encargue de ellas de manera independiente garantiza su eficiencia.
Ante ello, Borea retrucó que los países anglosajones “no tienen golpes de estado desde hace 300 años” y que la realidad del Perú es muy distinta como para calcar sus modelos. Remarcó que la división de órganos electorales se inició con la constitución aprobada por el gobierno de Alberto Fujimori en 1993, en el marco de una lógica “dictatorial” que fue promovida, entre otros, por Martha Chávez. “Era un diseño hecho para que precisamente en esa fractura pudieran caber todo tipo de irregularidades, como efectivamente sucedió”, expresó. Rememoró que juristas integrantes del JNE como Álvaro Chocano Marina, Juan Chávez Molina o Ramiro de Valdivia Cano, denunciaron las pretensiones del gobierno de entonces. “Esto porque conocían el derecho, porque no son solamente técnicos, pueden ver más allá de la situación concreta y ésta es la función fundamental del Jurado”, comentó. Destacó que un diseño institucional que garantice “eficacia y ahorro” a la ciudadanía debe prevenir que se repitan casos como el “papelito manda” que hizo famoso al ex jefe de la ONPE durante el fujimorismo, José Portillo. “Tras la década fujimorista, una persona de la calidad de Fernando Tuesta hizo con la ONPE una buena tarea, pero no debemos confundir las cualidades personales con el diseño institucional”, subrayó.
Al respecto, Tuesta recordó que la historia del JNE “es también la historia de una democracia frágil” en el Perú y que “no podemos hacerlo el halo de los principios de lo que deben ser las elecciones”. “Lo que está en discusión es que aquellos jueces del JNE tampoco son imperfectos. Por ejemplo, siete miembros del JNE fueron acusados de negociar con Vladimiro Montesinos”, explicó. Subrayó que “el problema de la constitución del 93 no es la separación en sí, sino las funciones que se han separado”. Por ejemplo, arguyó que el JNE tiene funciones administrativas que vuelven engorrosos los procesos. Tuesta trajo a colación el caso de la inscripción de Fujimori a las elecciones presidenciales del año 2000, que el JNE aprobó decidiendo sobre una resolución que él mismo había emitido. “Fujimori se inscribió y el JNE le emitió una inscripción provisional. 20 personalidades interpusieron distintas figuras contra esa resolución, pero el JNE evaluó su propia decisión y le dio luz verde a la postulación”, manifestó. Explicó que un “diseño institucional” que de garantías a la ciudadanía y a los candidatos debe evitar que se erija un organismo que, como pretendería el JNE, actúe como “juez y parte” en las decisiones en materia electoral. “Incluso el JNE ha sido denunciado en el 2000 ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por violar la ley de la cuota de género y no tener una instancia a la cual apelar sus fallos”, comentó
(Agenciaperu.com, 20 de marzo del 2007)
el JNE no puede ser juez y parte , el se encarga de fiscalizar los procesos electorales que todo este dentro de la legalidad , más no de realizar el proceso electoral que eso lo realiza la ONPE.Entonces de que legalidad el JNE . estaría hablando. No comparto la idea de que estos dos organismos se fusionen.