Ganadores, perdedores y coaliciones tras la revocatoria

Lo que parecía una derrota, terminó siendo un triunfo de la alcaldesa Susana Villarán de Fuerza Social (FS) en la última semana de campaña. Varios factores confluyeron para que así fuera, desde la estrategia de campaña plural y positiva, pasando por el apoyo decidido de diversas fuerzas políticas, sobre todo Lourdes Flores y el PPC, los errores de la campaña del SÍ y sus promotores, hasta la mayor información del electorado que prefirió a una alcaldesa con errores que un futuro con mayores problemas.

En lo que le queda del mandato, Susana Villarán tiene que redoblar esfuerzos para conectarse adecuadamente, sobre todo con aquellos votantes del SÍ. Sin embargo, como lo hemos señalado en este diario (LR. 15.3.2013), por las reglas de juego de las revocatorias, ese triunfo del NO queda seriamente limitado porque, si se mantienen los resultados del conteo rápido, Fuerza Social perdería casi toda su bancada municipal. De esta manera, el Ejecutivo convocaría a nuevas elecciones municipales solo para reemplazar a los regidores revocados. En ese escenario, Susana Villarán, perdería la mayoría absoluta que todo alcalde requiere para poder gobernar. Es decir, gana, pero queda fuertemente debilitada.

Es el PPC el ganador de la jornada electoral. No sólo pasó la prueba de la revocatoria –tan solo Luis Castañeda hijo, que no forma parte de sus filas, fue revocado–, sino que la figura de Lourdes Flores Nano destacó claramente, con una actitud distinta de aquellos que pierden elecciones y que suelen activar las revocatorias. La sensación que se ha instalado es que sin el PPC, la alcaldesa hubiera sido revocada. Y no falta razón en esta afirmación. En la última semana decisiva, Lourdes Flores se jugó a fondo por la campaña por el NO.

Pero, el principal derrotado ha sido, sin duda, Luis Castañeda Lossio, y Solidaridad Nacional (SN), por tratarse del líder y su partido, que más se jugó por la revocatoria, estando detrás de ésta, pero sin aparecer claramente al frente. Esta actitud públicamente dubitativa debilitó su desempeño, lo que empeoró cuando aparecieron los audios, en los que se demostraba su participación directa en la revocatoria. Además, al no revocarse a Susana Villarán, no podrá postular este año –si ese era su propósito– a la alcaldía de Lima. Finalmente, la revocatoria de su hijo, Luis Castañeda Pardo, es un duro golpe a su imagen, más aun si se trata del único revocado del PPC-Unidad Nacional.

Los otros partidos políticos que apostaron por la revocatoria de la alcaldesa, como el Apra, Restauración Nacional y el fujimorismo, perdieron la oportunidad de aprovechar un espacio, en el municipio en Lima, que hoy les es nulo o pequeño. Sin embargo, dejaron de ganar, pero no perdieron mucho. Pero, se les abre una nueva oportunidad a fin de año.

Si los partidos políticos se presentan cada uno con su propia lista, la dispersión impedirá que alguno tenga la mayoría –al menos 21 regidores– en el Concejo Municipal. Es así que en base a los acuerdos primeros, Susana Villarán necesita de la mayoría del PPC y el PPC necesita de la alcaldesa, ahora que tiene más responsabilidad en el municipio. Es decir, pueden articular una coalición hacia el centro, aunque no exenta de resistencias, en cada uno de sus extremos. Sería una coalición de los partidos que votaron por el NO y que se encuentran al interior del municipio.

Si quieren dejar de perder o no aprovechar esta nueva oportunidad Solidaridad Nacional, debe competir, ahora que solo tiene un regidor. Pero el camino pasa por articular una coalición de los partidos por el SÍ, básicamente los que están fuera del Concejo Municipal. Allí puede aglutinar al Apra, el fujimorismo y otros grupos menores. Esto abre una posibilidad en el municipio, pero ciertamente crea riesgos mayores, sobre todo a estos últimos, que deben de mirar ya al 2014 y 2016. Si SN va solo, seguirá acumulando fracasos electorales y Castañeda alejándose del municipio limeño (La República, 19 de marzo del 2013).