En el Perú, Papa Noel no existe por que la pasaría mal. Estar arropado para la nieve, en pleno calor (aunque hoy está nublado), supondría convertirse en una sauna personal. Se daría cuenta que en Lima no hay chimeneas, sino azoteas con ropa compartida en los tendederos. Lamentaría como sus renos serían víctimas de los perros callejeros y extrañaría los pinos en una ciudad que no ve llover. Para remate, su trineo estaría expuesto a las calles limeñas, como muestra la foto. No hay pues Papa Noel, pero igual festejamos la Navidad, por que es un día de encuentro familiar, en el que nos abrazamos los que estamos y recordamos a aquellos, que tanta falta nos hacen. Una Feliz Navidad para todos los segidores de Politika!.
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