Hace varios años tuve la oportunidad de escuchar y apreciar los proyectos que tenía el prestigioso arquitecto y urbanista Augusto Ortiz de Zevallos, en relación a nuestro querido club Alianza Lima. Su entusiasmo y empeño lo llevó a mostrarlo a varias personas y dirigentes. Su proyecto no se reducía -aunque lo incluía- a modernizar y mejorar sustantivamente el Estadio de Matute, sino crear un entorno vecinal relacionado con el fútbol y la cultura. Si el Alianza Lima es más que un club de fútbol, por donde se recrea un rico historial y una gran tradición, llena de sentimientos y sensibilidades culturales, que mejor que todo esto sea expresado a través del espacio. Esto significaba ganar de manera adecuada e inteligente lo que se tiene a favor, "como el barrio de Boca", me decía Augusto. Su proyecto incluía hacer un paseo o alameda que uniera el Estadio de Matute con el Paseo de la República en el punto de llegada del Estadio Nacional. Así se trazaba una línea de unión de dos grandes espacios deportivos. El proyecto de Augusto se fue paseando de oficina en oficina, pero su persistencia, como muchas veces ocurre en estos largos recorridos, van dejando huella. En mayo de este año, bajo la gestión del también arquitecto y alcalde de La Victoria, la Alameda del Deporte comenzó a construirse y se inauguró este 31 de octubre.
Aunque Augusto no estuvo en la ceremonia de la inauguración de aquella obra, sus ideas, empeño y amor aliancista están presentes. Reproduzco un artículo escrito por él sobre esta obra, que ojalá sea el inicio de la construcción del Barrio del Alianza.
Escribe: Augusto Ortiz de Zevallos. Me enteré por Perú.21 que ya se inauguró la Alameda del Deporte en La Victoria, que une el estadio de Matute con el Nacional. Los lectores sabían de esto porque, hace algunos años, Perú.21, en dos páginas, apoyó este proyecto urbanístico y arquitectónico, que reúne estos objetivos: recuperar y renovar el Alejandro Villanueva y el de volverlo un generador de valores e identidad para La Victoria, alentando peñas, restaurantes, anticucherías, tiendas de deportes, espacios de encuentro para el antes y después de los partidos y eventos.
El proyecto consiste en que el estadio y la plataforma de llegada deben ser, además de un hito futbolístico, un espacio cultural, aliando al club y al municipio. Y lo hice como respuesta a quienes, diciéndose aliancistas, querían llevarse el estadio de La Victoria durante el centenario del club, en 2001.
Ante ese despropósito, lo propuse (y lo regalé) a invitación de aliancistas verdaderos: Fernando Tuesta, Constantino Carvallo, Aldo Panfichi, con el apoyo de algunos directivos renovadores y atípicos que, entonces y después, estuvieron más cerca de alentar a los jóvenes: Farah, Arango, Lerner, renovados luego por otros como Morales Bermúdez y Pacori. Leo también que, en la inauguración, el alcalde victoriano, mi colega arquitecto Alberto Sánchez Aizcorbe, cuando menos cita mi autoría (hubiera aceptado que me invite).
Y que en su discurso atribuye esa autoría a diez años atrás. Quizá deba saber, si no lo sabe, que gestioné personalmente, al final del gobierno anterior, que el Ministerio de Vivienda crease un programa enteramente nuevo, como la ‘Alameda del Deporte’, para poder hacer esta obra, ampliando alcances y conceptos del programa de Calle de mi Barrio.
Y que, para ello, gestioné gratuitamente respaldos del IPD y del club AL. Como gestioné también que este gobierno y su primer ministro de Vivienda, Hernán Garrido Lecca, renovaran ese compromiso. Leo que de allí viene el 70% del presupuesto, 750,000 soles del ministerio, a los que la Municipalidad de La Victoria debió sumar 300,000 soles, los que recuperará con el cobro del predial velozmente, además de las obvias mejoras sociales y económicas que el proyecto aporta a La Victoria.
De manera, colega, que no todo fue hace esos presuntos diez años, que fueron ocho. Y aclaro, además, que de esos soles gestionados ni uno solo ha sido para mí. Y sí los costos. A mi regalo voluntario anterior al Alianza Lima se sumó, por los enredos y las mecidas tan burocráticos nuestros, el de regalar el coordinar estudios de base del entorno encargados a terceros y regalar, también, un anteproyecto base para que haya el presupuesto y asignar la partida del MVC, proyecto en el que se ha basado el municipio de La Victoria para desarrollar internamente este que ahora inaugura, que no es mío.
Mi propuesta tenía menos rompemuelles, permitía hacer canchas de fulbito en los feriados y tenía más pérgolas para animar la calle, pero la intención en el fondo es la misma, y estamos en el Perú, donde la propiedad intelectual es algo que no hay. Por otra parte, sí se siente en este logro el empeño y hay cambios positivos en La Victoria con Sánchez Aizcorbe.
Después de una larga inercia, el distrito mejora. Salvo en cuidar ciertas formas. Hecha la obra, ojalá en ambos polos de la Alameda se pusieran las pilas. Del lado de Alianza Lima, deben cambiar las tendencias siempre cortoplacistas de directivas sin imaginación ni proyectos ambiciosos como los que Alianza merece, puede y debe recibir.
Y del otro extremo, en el IPD, haciendo que el espacio público alrededor del estadio sea eso mismo, y no un enrejado con algunas banderolas. La enorme reanimación del Parque de la Reserva hace alentar que se pueda pensar creativamente y no en más de lo mismo. Esta Alameda del Deporte, que es mía aunque se haya materializado sin mí, puede sembrar otro futuro desde hoy mismo.
(Peru21, martes 4 de noviembre del 2008)
Esta excelente idea disenada por el Arquitecto Augusto Ortiz de Zevallos debe ser complementada a nivel de la institucion para dotar por fin de seguridad al Estadio mas futbolero y de mayor sentimiento que existe en nuestro Peru como es el estadio del Club Alianza Lima. Como medidas inmediatas debe ser convocar y dialogar a las juntas vecinales de todo el perimetro y vias de acceso, con un compromiso mutuo de apoyo y seguridad a los espectadores que concurren partido a partido a La Victoria y por parte del club en ayudar a la creacion de comercios alrededor de la zona, embellecimiento de las viviendas, mejorar servicios de alumbrado y una mayor participacion de los habitantes con retribucion economica en la seguridad para autos y espectadores a pie.
Adicionalmente un compromiso de respetar los exteriores del estadio en su pintado e infraestructura que permita un mejor desarrollo y crecimiento de la base societaria del Club Alianza Lima, poder aumentar la capacidad del estadio y brindar estas instalaciones deportivas en la practica del deporte a una comunidad como la victoriana.
Este debe ser el inicio de un cambio en nuestro club y de un cambio en toda La Victoria. ! Felicitaciones a los que concretaron esta iniciativa !
Hector Ordonez