Pocas veces se puede observar un país como el Perú, que muestre cifras de crecimiento económico sostenido, incremento significativo de inversiones y exportaciones, porcentaje bajo de inflación y, por el contrario, tiene un presidente con una alta desaprobación de su gestión, que ha provocado la realización de un paro el 9 de julio. Esta paralización laboral -precedida de un paro agrario un día antes- encabezada por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), se realiza justamente contra la política económica, al que se sumaron un sin número de demandas que van más allá de las sindicales.
El paro nacional, de regular éxito y diferentes evaluaciones (ver portadas), ha tenido el suficiente impacto como para haber centrado la agenda pública de las últimas semanas. Paradójicamente se trata de un evento que hace cuatro años el partido aprista como partido de oposición, con Alan García a la cabeza, apoyaba entusiastamente y con los mismos argumentos que hoy combate. Ha provocado, además, decisiones gubernamentales discutibles, mostrando a un gobierno poco tolerante y una cuestionable propaganda (ver video) contra el paro.
El paro nacional ha mostrado varios temas. Si en Lima la paralización se sintió menos, es porque expresa una fisura, cada vez más clara, entre la capital y las provincias. En algunas de éstas, la paralización fue acompañada por importantes movilizaciones (Arequipa, Cusco, Tarapoto) y otras pocas por graves disturbios (Madre de Dios). Esta diferencia, ya conocida, se vuelve cada vez más recurrente, pues mientras el sector privado aplaude al presidente García, un importante porcentaje de la población lo rechaza. Y es que la desigualdad de los beneficios del crecimiento, crea no solo rechazo sino frustración en vastos sectores de la población que acumulada, se muestra en varias ocasiones –como en Moquegua hace algunas semanas- en movilizaciones violentas.
Un paro de esta naturaleza debilita en general a cualquier gobierno, abriendo más las grietas que tiene y fortaleciendo a otros actores políticos. Sin embargo, la oposición es tan débil y dispersa que parece no ganará del impacto de este evento, que no encabezó, sino que mostró, con su ausencia, su escaso peso en el momento actual.
La CGTP si bien fue el canal que permitió articular el paro, éste no necesariamente anuncia un fortalecimiento sindical, ausente desde hace una década y media. Pero si la fuerza opositora parece mostrarse en las provincias y regiones, la sectorización de las demandas, como la desigual consistencia de liderazgos, señala a las claras que solo los partidos pueden articular y canalizar esos intereses. El problema, para los organizadores del paro nacional, es que entre los actuales partidos opositores, no hay ninguno que pueda jugar ese papel, disminuyendo, por lo tanto, los daños políticos ocasionados por el paro.
Lo anterior no quiere decir que no se mueva nada en los próximos días. De cara al 28 de julio, en que se cumplen dos años de gobierno, un paro nacional es un indicativo que algo está sucediendo. Difícilmente el gobierno cambiará de norte en su política económica. El anunciado próximo relevo del ministro de economía Luis Carranza, por el ex funcionario del FMI, Luis Miguel Valdivieso, apuntarían en ese sentido. Sin embargo, hay desgaste en varias carteras del gabinete (Interior, Salud, Transporte, entre otras), que el propio presidente tendrá que resolver, en una fecha propicia y tradicional de cambios, como la fecha patria. Sin embargo, la elección de una nueva Mesa Directiva del Congreso –discutida en estas semanas- puede crear otros escenarios si la oposición logra articular una sola lista y vencer a la de gobierno. Pero con independencia que el partido aprista logre sortear este difícil evento, la realización del paro -cuando aun no se transita por la mitad del período gubernamental-, es un llamado de atención que no puede dejarse pasar por alto, pese a que en las altas esferas del gobierno, no se tiene claro el sentido de los cambios, ni cómo realizarlos.
(Infolatam, 9 de julio del 2008)
Sí, es cierto…Pocas veces y más aún Sudamérica, se ha visto y se ve un país con el crecimiento macro-económico del Perú…Aunque los bolsillos aún reclaman lo mismo… Pero lo cierto es que el crecimiento igualitario y sostenido -según mi humilde opinión-, es prácticamente imposible. Fue el del 9 en Perú, un paro muy similar, lamentablemente, a los que dos o tres veces por mes se dan en Bolivia…Sí,al mes..Y ellos se realizan más violentamente, con el auspicio o conformidad del gobierno…¿El principal responsable del paro en el Perú?…Para mi, Humala, “pata de Evo Morales” y sobre todo , de Hugo Chávez….
Hoy , Don Ollanta , sigue sus “enseñanzas” , cuando se presenta ” en sociedad” el descontento popular….CUIDADO con aquellos descontentos que a Morales lo llevaron a la presidencia y que, increíblemente, hoy, en mayoría, dicen estar en su contra…Obviamente, esperaban una recuperación personal milagrosa…Estoy segura que éste no será el último paro “al estilo Bolivia” en mi querido Perú, pero….¿
cómo combatirlos?…¿Tomándolo como una señal de alerta.?… ¿Del descontento popular?…Lo político, que rige para mí éste paro, no entiende de eso…El descontento, mientras TODOS no seamos ricos o pobres (al estilo Cuba),continuará….Acabar con él , tomará años, muchos años. Lo importante es que exista intención del gobierno de turno y creo que hoy la hay…Tiempo al tiempo….Y si me equivoco….
Siento mucho Fernando, que no seas capaz de contestarme, ántes de publicar lo que pienso…Idem…, pienso igual.Tú lo ves de otra manera, porque Bolivia es distinta…No tendrias, definitivamente tanto tiempo para ser como eres ahora……..Recuerda, “Lo cortes no quita lo valiente…”Un beso
Roxana, no entiendo a qué te refieres. No contesté anteriormente, por un tema de tiempo.
Me refería a Cuba, porque hay mucha pobreza…no todos somos iguales, MENTIRA…¡Cómo un médico puede ganar 20 dólares al mes, porque el gobierno lo ayudó a tener un título¡ Es mucho…..
Kompañeros, a marcha hay quirr, govierno hay que derrokarr, un govierno popular de los gremios y el campesinado queremos, ante la injusta injusticia de los nuevoliverales y la oligarquia , queremos govierno revolucionario y popular reinvindicador de las masas campesinas ,proletarias del indijenado, mucho palabras de eso que la inversion?, que los emprendedores?,que salir de la pobresa? quis eso? no entiendo? ¿acaso somos chile? ¿acaso somos yuesei? , hay que poner govierno como en Bolivia, Cuba haya estan vien adelantados, vastante desarrollo hay alla.
bueno esperon que se unan a las huelgas de la lucha clasista que pronto tomara el poder para siempre. ¡Viva la lucha de clases!¡viva el pensamiento popular de carlos max!