Si con justa razón voceros del gobierno y del partido aprista han mostrado preocupación por la baja aprobación del presidente Alan García, según las diversas encuestas, la publicación del ranking a nivel regional de la empresa mexicana Consulta Mitofsky (Descargar), puede llevar a la depresión.
En dicho listado el mandatario peruano aparece en el puesto 17 de 19 presidentes consignados. Sólo supera con sus 28% de aprobación, a Daniel Ortega (21%) y a Nicanor Duarte, que con el 5% ayudó al triunfo de Lugo para dar fin a décadas de gobierno colorado.
Hay, por cierto mandatarios, que están mayor número de meses a la cabeza de sus gobiernos que el presidente peruano y, pese a ello, lo superan en aprobación como Álvaro Uribe, Antonio Saca, Luiz Ignacio Lula, Martín Torrijos, Hugo Chávez, Leonel Fernández o Tabaré Vásquez.
En la lista de los 16 presidentes que superan a Alan García, aparecen de derecha y de izquierda, con mandatos largos y cortos y de países estables y otros menos. No hay un patrón general. Por lo tanto, atribuir el problema -como hacen miembros del partido de gobierno- a un problema comunicacional y de bajo perfil de algunos ministros, ayuda poco a entender cómo un presidente con una economía en crecimiento le puede ir tan mal.
El reconocimiento de la desigual distribución de los beneficios de ese mismo crecimiento y la redirección de las políticas públicas a favor de los más pobres, pueden ayudar a impulsar una aprobación (elemento de legitimidad) hoy no solo preocupante, sino deprimente.
Archivos adjuntos
Aprobación de mandatarios marzo 2008.pdf
Cuando comenzó Akan Garcia este mendato, había miedo en una parte de la sociedad de que se instalara un régimen como el de Chavez en Venezuela, o quizás era miedo a un régimen como el de Evo Morales en Bolivia.
Otra parte de la sociedad lo elegía con recelo de que no se repitiera el desastre del quinquenio 85-90.
Al fin fue elegido con esperanza, una esperanza en sacar al pais del atraso y la desigualdad decimonónicos que se arrastra.
Pero la esperanza se pierde pronto cuando la desigualdad sigue creciendo. De poco le puede servir a ese porcentaje de peruanos que vivian con 1 dolar al día aunque ahora cuentan con 2.
De poco sirve guardar el dinero en el banco porque lo único que se me ocurre hacer es una plaza de toros.
De poco sirve que la macroeconomia vaya muy bien si simplemente esperamos a que vaya muy mal.
De poco sirve abtenerse ante la prepotencia de algunos, bien por cobardía, bien por ignorancia, bien por complicidad.
El pais, su gente no despierta, tiene esperanza pero no dice nada, luego pierde la esperanza.
No tratemos de compararnos con los Europeos, piensan diferente a nosotros en muchos casos. Comparemonos con los LatinoAmericanos, los hay peores que nosotros, pero los hay mucho mejores.