José B. Adolph para la memoria

4 Respuestas

  1. Gabriel dice:

    Tengo una consulta que no tiene relación con la entrada. Necesito acceder al texto de 1978 que estableció el sistema de preferencias en Perú. Me gustaría comunicarme personalmente con usted por correo electrónico. Muchas gracias,
    Gabriel, desde Buenos Aires.

  2. Bobby dice:

    Conocí al tío Adolph en la antigua casona Gildemeister del Instituto Goethe en el Jr. Ica, en el centro de Lima. Se hacía amigo con mucha facilidad de los chicos que estudiábamos alemán en el Goethe de inicios de los 1980s. Incluso mi recuerdo de joven intolerante es el de un tío que no se hacía respetar por los mocosos, quienes, por ejemplo, le pegaban cartelitos en la espalda del viejo saco con el que se vestía. En ese entonces, era un tío que de vez en cuando salía en TV para mí y que colaboraba con el periódico que editaba el Instituto Goethe, no recuerdo el nombre.

    Luego pude leer algunas cosas que escribió. Y me causó mucha mejor impresión. Se lo dije y nos hicimos amigos. Me regaló un ejemplar de “Mañana, las ratas” creo que se llamaba su novela sobre una Lima futurista.

    Lástima, ahora me doy cuenta que los he perdido a los dos: a Pepe y al libro…

    Para finalizar, algo nada importante, sólo un detalle: Adolph no vino huyendo de nada. Tenía muy pocos años cuando llegó al Perú (3 creo). Sus padres huyeron de Hitler, claro.

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