Entrevista: Mariela Balbi
Foto: Lino Chipana
El ex jefe de la ONPE se dedica ahora a enseñar Ciencia Política. Aquí analiza el campo electoral. Lo que halla es para jalarse los pelos: habría 30 agrupaciones en los comicios.
¿Por lo ocurrido en las elecciones generales del 2001 y en las regionales del 2003, se puede tener un mapa mínimo de cómo se comportará el electorado en el 2006?
El electorado en el Perú es altamente volátil. Tiene apoyos masivos y luego los retira, sus niveles de adhesión son muy frágiles. Votó abrumadoramente en 1980 por Acción Popular (AP) y cinco años más tarde esta agrupación apenas obtuvo 7%. Igual ocurrió con el Apra: de obtener el 50% en la elección de 1985 en la siguiente llegó a menos del 19%. El abrumador apoyo que tuvo Alberto Fujimori hoy solo le permite tener cuatro escasos representantes en el Congreso.
¿Es un electorado veleta?
Bueno, sí (ríe). Comparativamente con América Latina, los cambios entre elección y elección son muy grandes. Y eso se repite en el Congreso. En el Perú se ha llegado a una suerte de conclusión de que lo nuevo es bueno. Lo buscan porque se cree que tiene sello de garantía. Los electores no son conscientes de que lo nuevo no ha sido positivo. Claro, ellos también evalúan que los partidos tampoco se han desempeñado adecuadamente. Esto crea niveles de incertidumbre altos, por eso es que hasta el final mucha gente no sabe por quién votar.
¿Es un círculo vicioso?
Sí, que se retroalimenta. Se busca lo novedoso, pero como la gente se decepciona de los partidos nuevamente vuelve a buscar lo innovador para ver con quién se engancha.
¿Se dice que en esta elección los jóvenes serán quienes tengan un papel decisivo?
Esa es una afirmación falsa. Desde 1972 hasta hoy el electorado del Perú es joven. Al tal punto que en 1978 el total llegaba a siete millones; hoy tenemos 15 millones. Solo uno de cada dos electores actuales votó en 1978. En Europa el electorado se duplicó en 110 largos años. Es por eso que en el Perú también hay dificultad para las adhesiones de largo aliento y los partidos tienen problemas para ganar nuevos electores. Muchos jóvenes pueden haber estado en el colegio en la época de Fujimori, desconocieron el gobierno de García y de Belaunde se enteraron por los libros. Hay oleadas anuales de nuevos electores que con sus formas de entender la vida, sus gustos y sus temores empujan a nuevas realidades en término de demandas. A los partidos les es difícil adecuarse a ellos con la velocidad que requieren estas oleadas.
¿Cuántas agrupaciones participarán en esta elección?
Hay inscritas 15 y otras 11 están muy cerca de inscribirse. Suman 26. Pero hay que tener en cuenta que hasta octubre se pueden inscribir partidos en el registro respectivo. En el 2005 hay 32 agrupaciones que han comprado su "kit" electoral y que pretenden ser reconocidas. ¡Qué locura!
¿Tendremos 30 partidos que pretenden llegar a la Presidencia de la República?
Alrededor de 30, porque algunos podrían presentar solo lista parlamentaria. Pero el número es altísimo, el más alto de la historia de la República.
¿Cómo se va a manejar el electorado frente a 30 propuestas?
Habrá confusión. Más aun si continúa el voto preferencial, pues con este tendremos 3.600 candidatos al Congreso y cada uno cantará su propia canción, no necesariamente la del grupo, porque se trata de promocionarse uno. Por eso creo que debería eliminarse el voto preferencial y elegirse a los congresistas en la segunda vuelta. Así los electores sabrían ya entre quiénes estará la Presidencia. Permitiría un voto más a conciencia.
¿Corremos el riesgo de no tener un presidente representativo?
Corremos el riesgo de tener una alta dispersión y, obviamente, una segunda vuelta.
En las pasadas elecciones regionales participaron y ganaron muchos movimientos regionales. ¿Cómo convivirán en esta elección con los partidos llamados nacionales?
Los partidos que participaron (Apra, UN, Perú Posible, Somos Perú y eventualmente el FIM) tuvieron una participación disminuida en las regionales, en comparación con las elecciones del 2001. Las agrupaciones regionales y provinciales les restaron votos. Dicho sea de paso, existen 56 movimientos que buscan inscribirse en el registro del JNE para ser agrupaciones regionales. Ya hay inscritos ocho. También deben constituir comités, tener elecciones internas, etc.
¿Pero cómo llegarán al Poder Legislativo?
Están obligados a aliarse con partidos que tengan inscripción nacional. Si no, no pueden llegar. Ahora bien, estas alianzas también deben pasar por elecciones internas.
¿Cómo están distribuidos los partidos al interior del país? ¿Existen realmente?
Respecto de las elecciones del 2002, obviamente el Apra tiene una inserción importante en todo el país. Luego vendría Unidad Nacional. El mismo Perú Posible también, pero con el deterioro del Gobierno perderá bastante espacio, y Somos Perú. Hay que tomar en cuenta que en las elecciones regionales el fujimorismo prácticamente no figuró. Pero no se puede decir que ese es el peso electoral que tiene hoy.
¿Qué tendencias se puede mantener de las que hubo en las elecciones del 2001?
Necesariamente habrá un equilibrio entre fuerzas convencionales y las que aparecieron localmente en los últimos años. También se mantendrá la presencia del fujimorismo. Sin embargo, no creo que Fujimori tenga una capacidad de endose importante, nunca le ha funcionado.
Pero él pretende participar. ¿O acaso el JNE no debería recibirle su plancha?
Si el JNE le acepta la documentación, le estaría dando una inscripción provisional. En realidad debería declarar inadmisible el trámite administrativo y que su pedido solo llegue a mesa de partes para ser rechazado inmediatamente. Pero como en octubre los partidos tendrán elecciones internas así lo indica la ley, sabremos para esa fecha si Fujimori será candidato.
¿Cómo se manejará el tema de las alianzas con la nueva ley electoral?
Deben constituirse a más tardar el 9 de setiembre. Esto es para los partidos que tienen inscripción vigente y que decidan una alianza entre ellos o con alguna agrupación regional. Ahora, una vez inscrita esta ya no se puede deshacer. Luego entre octubre y noviembre tienen que pasar por una elección interna para definir su plancha, la que tampoco se puede cambiar. Así se eliminan los candidatos de última hora.
¿Cómo será el Congreso con los 25 o más partidos que se presenten?
Habrá un buen grupo de congresistas de partidos liliputienses y otros provenientes de partidos con presencia nacional. Lamentablemente será un Congreso disperso y fragmentado. El voto preferencial también ayuda a ello. Lo peor de la fragmentación no es solo la cantidad de partidos que tienen algún representante, sino que hay muchos partidos pequeños que tendrán número suficiente como para crear una bancada, o para lo que Sartori llamaba ‘capacidad de negociación o de chantaje’.
Se ha dicho mucho que los partidos solos no pueden ganar y que por eso es necesario que hagan alianzas.
Salvo 1990, cuando se formó el Fredemo, no hay ningún caso en la historia electoral de los últimos 25 años en que haya habido alianzas que pasaron a la segunda vuelta. Es más, desde 1978 nunca una alianza ha ganado la elección. Han sido partidos individuales los que triunfaron. Ojo, no estoy diciendo que porque se va en alianza se pierde, sino que no es condición necesaria y suficiente para poder ganar. Esa afirmación revela que, como siempre, en el Perú se dicen muchas cosas.
¿Cuántos son los militares que votarán en el 2006?
Aproximadamente 200 mil, pero en realidad nadie da una cifra exacta. Muchos de ellos tienen DNI, se han inscrito en su lugar de residencia, pero no tienen una mesa asignada. Sería lamentable, como se está proponiendo, que se pusiera mesas especiales para militares. Tienen que ser tratados igual que los otros ciudadanos.
(El Comercio, 21 de marzo del 2005)