Por ejemplo, el llamado Código Electoral puede tener cerca de 400 artículos pero existe un pequeño grupo de ellos que requieren no sólo de un debate sino el consenso más amplio, pues se debe tender a elaborar leyes que tengan larga vida. Estos artículos que ameritan un amplio debate, son los que corresponden a lo que se denomina el Sistema Electoral. Este debe ser entendido como el conjunto de herramientas relacionadas entre sí que permiten convertir votos en escaños y no -como lamentablemente la Constitución lo señala- los organismos electorales. El Sistema Electoral se divide en dos grandes modelos en el mundo: proporcional y mayoritario. Desde más de tres décadas el Perú se inscribe en el primero de ellos. El sistema electoral nuestro se basa en el principio de representación proporcional. ¿Por qué es importante esto? Porque uno u otro sistema tiene efectos distintos en la formación de la voluntad política y en el carácter de las organizaciones políticas presentes en el Parlamento.
El sistema basado en el principio de representación proporcional tiene por lo menos cuatro áreas de real interés: distribución de las circunscripciones o distritos electorales, la conversión de votos en escaños, el tipo de candidatura, el tipo de votación. En cada una de estas áreas, a su vez, hay un sinnúmero de posibilidades de combinación. Por eso ¿Nos conviene distritos plurinominales, con lista cerrada y bloqueada, combinada con voto único y cifra repartidora? ¿o quizá es más pertinente distritos plurinominales, con lista incompleta? o ¿es mejor la distribución por distritos a nivel departamental con barrera mínima legal y lista cerrada y bloqueada? Es posible hacerse esta y una larga lista de preguntas, pues de acuerdo a la combinación que escojamos tendremos una resultante distinta con el mismo resultado electoral. En pocas palabras, el Sistema Electoral debe ser debatido en su conjunto intentando observar la mecánica que produce y no por cada una de sus partes por separado. Esto es lo que enseña la experiencia de otras reformas electorales.
(El Peruano, 9 de abril de 1997)