En el primero se generan relatos, atrevidos, críticos, lúdicos, fantasiosos, con el recurso de la fotonovela. Relatos que se cruzan así como las historias individuales contadas se cruzan en el espacio de la instalación, para recrear el mundo de una generación.
Otro campo es la ilustración – con el despliegue del sentido simbólico y afectivo de la imagen – de grandes obras que enfocan el limite de la experiencia humana y la irrupción de lo fantástico en lo cotidiano, junto con la ilustración de la dicotomía simbólica del infierno y el paraíso.
En el último, la identidad peruana, sus valores y derechos culturales, son el centro de una reflexión amplia, que toma en cuenta la diversidad cultural del Perú, el encuentro entre lo global y lo local y el diálogo intercultural como punto de partida para el cumplimiento de los derechos culturales.
La muestra estará en exposición hasta el 30 de julio en el Museo Municipal de Cusco.