Leí por ahí “Hay tango en mi vida o pongo mi vida en el tango”. Esta frase me hizo reflexionar. Muchas cosas se ven en las escuelas de tango. Unos ingresan por curiosidad, otros buscando protagonismo escénico y otros buscando un romance que muchas veces termina en un “adiós tango, bienvenido romance” ¡Cuántas cosas no habré visto en un salón de baile! A decir verdad, cuando amas el tango buscas conectar más y más con él de diversas maneras, dejando de lado la superficialidad que muchos creen y quieren encontrar en una escuela de baile. Te involucras con las orquestas, intérpretes, bailarines, etc. A medida que uno va conociendo más, la satisfacción es mayor.
Encontré un artículo del Blog Aires de Milonga que nos muestra una definición de las formas de bailar tango: para exhibirse vs. para la pareja, entre otras cosas interesantes.
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