Se pone de relieve la importancia de entender el contexto histórico, cultural y lingüístico en el que se desarrollaron y fueron escritos los textos sagrados de diversas tradiciones religiosas. Es cierto que a lo largo de la historia, muchas veces se han utilizado interpretaciones erróneas o manipuladas de estos textos para justificar acciones violentas, opresivas o discriminatorias.
La evolución del pensamiento ético y moral, así como el progreso en el entendimiento de los derechos humanos, nos lleva a cuestionar y reinterpretar algunos preceptos antiguos a la luz de los valores fundamentales como el amor, la compasión, la justicia y el respeto por la dignidad humana.

Jesús mismo enseñó principios como el perdón, la compasión y el amor al prójimo, que van más allá de las antiguas leyes de retaliación,(Mateo 5,38-48).

“El (Jesús), sospechó, en efecto que, tras toda la vida, todo inconsciente o deseo y toda relación interhumana, anida la búsqueda de amar y ser amados; se trata de la búsqueda del sentido de la vida como amar y ser amado: como amor. Por ello amó a sus amigos y enemigos, y los amó hasta la muerte,; pero lo que acaso es aún más importante: se dejó amar. El Evangelio representa una celebración del amor… llevado hasta la destrucción del sentido del enemigo”…

Esta ley de retaliación estuvo en el Código de Hammurabi, uno de los conjuntos de leyes más antiguos conocidos, incluía el principio del “ojo por ojo, diente por diente”, que es una expresión de la ley del talión. Este principio se basaba en la idea de proporcionar una justicia equitativa y proporcional, donde la pena impuesta correspondiera de manera directa al daño causado.
No obstante, con el paso del tiempo y el desarrollo de la ética y el pensamiento moral, han surgido diferentes interpretaciones y enfoques sobre la justicia y la forma de abordar los conflictos.

Los exégetas y estudiosos religiosos desempeñan un papel crucial en este proceso, ya que nos ayudan a comprender el verdadero significado de los textos sagrados y su relevancia para nuestra época. Su labor es fundamental para evitar interpretaciones sesgadas o fundamentalistas que puedan llevar a comportamientos destructivos o intolerantes.
En última instancia, es responsabilidad de cada individuo y de la sociedad en su conjunto discernir entre las interpretaciones auténticas y las distorsionadas de las enseñanzas religiosas, así como promover un diálogo intercultural y religioso basado en el respeto mutuo y la búsqueda de la paz y la convivencia armoniosa.

En resumen se destaca la importancia de entender el contexto histórico, cultural y lingüístico en el que se desarrollaron los textos sagrados y las leyes antiguas. Se destaca cómo estas interpretaciones erróneas o manipuladas pueden conducir a acciones violentas, opresivas o discriminatorias.

Además, se hace hincapié en la evolución del pensamiento ético y moral a lo largo del tiempo, señalando cómo principios como el amor, la compasión y el perdón van más allá de las antiguas leyes de retaliación. Finalmente, se resalta la importancia de promover un diálogo intercultural y religioso basado en el respeto mutuo y la búsqueda de la paz y la convivencia armoniosa. En conjunto, se subraya la importancia de abordar las cuestiones religiosas y éticas con sensibilidad, rigor académico y un compromiso con los valores fundamentales de la dignidad humana y el respeto por la diversidad.

REFERENCIAS

Viktor Frankl La Presencia ignorada de Dios, Herder,Barcelona

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