lunes, 8 de marzo 2010

Opinión: Los desastres desde la mirada de los gobernantes Raúl Valdéz*

Estas ideas surgen a raíz de una entrevista al Canciller José Antonio García Belaunde en la cual expresa todo nuestro apoyo a Chile, y también al embajador chileno en Lima Fabio Vío en RPP el día 1 de marzo en la mañana.

Fue interesante observar el contraste de algunas declaraciones del embajador chileno en comparación con las que en su momento dio el presidente Alan García a pocas horas de ocurrido el terremoto de Pisco el 2007. No es la intención idealizar la respuesta ni la posición chilena, en contraste a la nuestra, pero sí observar un par de aspectos importantes.

En resumen, el embajador chileno mencionó ideas como las siguientes: si no hubiéramos estado preparados hubiera sido peor; tenemos una cifra aproximada de x fallecidos y desaparecidos y probablemente siga subiendo; las instituciones están funcionando en servicio del pueblo; agradecemos la ayuda y solidaridad de diferentes países, (como por ejemplo Perú).

Alan García a pocas horas del sismo del 2007 emitió un comunicado que contenía más o menos las siguientes ideas: gracias a Dios no ha sido una mayor catástrofe (manejaba la cifra de 60 desaparecidos) y con su ayuda superaremos lo que ha pasado; el gobierno trabajará para resolver la situación. Días después trascendió el maltrato hacia una brigada de rescatistas españoles, a quienes el presidente descalificó por pedir mayor seguridad para trabajar.

Creo que todo político por principio y necesidad tiene que transmitir seguridad a su pueblo, haciéndoles sentir que el estado tiene una idea de lo que está pasando, asegurando pronta ayuda y satisfacción de necesidades básicas. Pero llaman la atención las formas, una apela a la prevención (estar preparados), recalcar la ayuda internacional y mencionar al equipo humano que vela por los damnificados. La otra forma apela a la respuesta apresurada (no fue tan grave), la autosuficiencia y la grandeza (no necesitamos a socorristas que tienen miedo) y el pensamiento mágico religioso (gracias a Dios nos salvaremos).

Por eso resulta importante analizar estos discursos, más allá de la realidad de la situación en Chile, que puede corresponder en mayor o menor medida con las palabras del embajador. Sabemos que, tanto en el caso chileno como en el nuestro, hubo graves errores humanos y de reacción que impidieron una atención más pronta de los damnificados.

Sin embargo un aspecto fundamental abordado de forma distinta en ambos discursos es el tema preventivo y de preparación. Esto significa asumir en primer lugar las recurrencias sísmicas y de distintos desastres naturales en nuestro país. La tecnología antisísmica en la construcción, el emplazamiento geográfico de las poblaciones y la educación preventiva de las personas son aspectos fundamentales. El primer discurso mencionado hace énfasis en la amortiguación de los daños gracias a la preparación previa. En el caso del discurso del presidente García se encuentra muy presente la idea de que la diferencia entre un desastre natural de consecuencias moderadas (idea que se manejaba durante su discurso) y una catástrofe devastadora está en manos de la voluntad divina.

A través de las reflexiones sobre las declaraciones que se han presentado podemos tener una aproximación de las ideas implícitas que se manejan sobre los desastres en personajes de distintos gobiernos. Esto debe llevarnos a cuestionar las propias suposiciones y creencias que puede tener la población en general. Tal vez muchos peruanos aún creemos que hay cosas que no están en nuestras manos y que la suerte y nuestra fe harán la diferencia. Es válido preguntarnos por las propias medidas preventivas que estamos acostumbrados o no a implementar. Estos comentarios buscan también recalcar la necesidad de definir lo que cada persona puede hacer a nivel de prevención en desastres, empezando por su entorno más cercano.

Independientemente de los discursos y los gobernantes, todo desastre acarreará crisis profundas, sufrimiento, desorganización, pero también la posibilidad de despliegue de un enorme potencial humano que se necesita destrabar y canalizar para que las poblaciones vuelvan a recuperar el control de sus vidas. Es muy positivo el apoyo de Perú a Chile en ese sentido y sería importante también en el contexto histórico de nuestras relaciones bilaterales, para recordarnos también que ayudar a población en sufrimiento siempre debe trascender a las diferencias entre naciones.

Discurso presidencial:
http://www.youtube.com/watch?v=whVtWzIg4vU

*Bachiller de Psicología. PUCP

Puntuación: 5.00 / Votos: 3

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