Sánchez Mercado afirma consigue explicar por qué la analogía se sostiene en la lógica y que algunos tratadistas afirman que no existe diferencia entre la analogía y la interpretación (p. 24).
El expediente del cual se vale es lo que denomina la consideración gnoseológica, el que indica, según el autor, que la analogía es una forma innata del conocimiento humano que se vincula con la esencia de las cosas.
Esta tesis de Sánchez es vaga. Por lo que es difícil entender a qué se está refiriendo con precisión. No señala qué entiende por “gnoseología”, por ende poco puede lograrse por más esfuerzos que se haga por entender al autor.
Por otro lado, el autor da una definición de la analogía en la lógica, y cita para ello el trabajo el gran lógico Irving M. Copi: Introducción a la lógica de 1962 (originalmente en inglés de 1953). El autor reproduce el esquema de Irving Copi dado en su obra citada, lo que representa la estructura de la de argumentación:
1. a, b, c y d tienen los atributos P y Q.
2. a, b y c tienen el atributo R.
3. Por lo tanto es probable que d tenga el atributo R.
Si bien en este esquema de Copi no se muestra claramente la relación de semejanza, puede entenderse que d es semejante a a, b y c, cada uno por separado, puesto que compartes dos atributos: P y Q.
Sin embargo, este esquema no describe en qué casos cabe pasar de las premisas 1 y 2 a la 3, sino que como señala Copi, en ningún caso el paso a 3 es lógicamente válido. Existe controversia en este punto en la misma lógica, pues en la misma lógica hay otras propuestas muy serias como la formulada por Carlos E. Alchourrón en 1961, la de Francisco Miro Quesada Cantuarias en el 2000 o la de Jaap C. Hage de 2005.
Por ejemplo para Carlos E. Alchourrón la analogía se configura sobre una relación lógica de semejanza y otra de herencia. Para Francisco Miro Quesada Cantuarias se configura sobre la base de la semejanza en base a teoría de conjuntos. Finalmente, para Jaap C. Hage se configura sobre una argumentación derrotable y de pesos y contrapesos.