Fuente: Moscovici S. (1988) “El Campo de la Psicología Social. Pags. 13 – 27 en Psicología Social, I. Buenos Aires: Editorial Paidos.
“(…) Todo resultaría muy sencillo si pudiésemos decir sin dudar: existe el individuo y existe la sociedad. Evidentemente esto se nos repite innumerables veces y uno parece comprender e incluso ver lo que indican estas palabras. Todos aceptamos como algo indiscutible que estos dos términos estén separados, que cada uno sea autónomo y posea una realidad propia. Esto significa que podemos conocer uno sin conocer el otro, como si se tratasen de dos mundos extraños entre sí. La fuerza de esta visión resulta incontestable, al igual que la división que mantiene: el individuo reducido a su organismo y la sociedad petrificada en sus instituciones y aparatos. O mejor aún. Por una parte el uno, lo único, por otra parte lo múltiple o colectivo. Y esta visión tiene un efecto al que nos hemos acostumbrado desde hace largo tiempo: el tratado de partición que concede el individuo a la psicología y la sociedad a la economía o a la sociología. (…)”
“Si la psicología social tiene una razón de ser en tanto que ciencia y un leitmotiv que le sea propio, es ahí donde lo encontraremos. Toda ciencia mayor intenta responder, a través de investigaciones efectuadas en campos concretos, a alguna de las lancinantes preguntas que se plantean a los hombres. La física, a la pregunta: ¿Qué es la materia o el movimiento? La biología, a la pregunta: ¿Qué es la herencia? O bien ¿Por qué existe la vida? La cosmología, a la pregunta ¿Cuál es el origen del universo? Y así sucesivamente. De manera similar, La psicología social -en mi opinión al menos- se ha ocupado y sigue haciéndolo de un solo y único problema: ¿por qué se produce el conflicto entre individuo y sociedad? Ninguna otra ciencia aborda este problema de forma tan directa, ninguna siente una atracción tan profunda por ese conflicto. Y aquellas ciencias que lo hacen se aproximan a la psicología social, como sucedió con el psicoanálisis interesarse éste por los fenómenos de masa. También es el caso de la historia cuando estudia los fenómenos de la mentalidad. Y la recíproca también es cierta. Siempre que la psicología social olvida este problema para estudiar en paralelo y con independencia uno de otro, ya sea lo social o lo individual, como sucede actualmente en los Estados Unidos, pierde su personalidad, convirtiéndose en un apéndice, inútil, de otra ciencia. (…)”
“He aquí una primera fórmula: la psicología social es la ciencia del conflicto entre el individuo y la sociedad. Podríamos añadir: de la sociedad externa y de la sociedad que lleva adentro. No escasean los ejemplos de dicho conflicto. La resistencia a las presiones conformistas de la mayoría, la oposición entre un líder y su grupo, las desviaciones con respecto a la ortodoxia, las discusiones dentro de un grupo a fin de llegar a una decisión, la captación de un individuo por la masa, y otros muchos casos. Hasta aquí hemos considerado el espectro en toda su extensión. Ahora debemos acotarlo para captar mejor y con mayor precisión el campo de la psicología social. En pocas palabras, tras haber visto el problema al que responde consideremos los fenómenos de los que se ocupa. O mejor dicho, los fenómenos de los que se ocupan los psicosociólogos al salir al terreno o al encerrarse en sus laboratorios. En una palabra, ¿Cuál es su objeto? (…)”
“En realidad, la psicología social analiza y explica los fenómenos que son simultáneamente psicológicos y sociales. Este es el caso de las comunicaciones de masas, del lenguaje, de las influencias que ejercemos los unos sobre los otros, de las imágenes y los signos en general, de las representaciones sociales que compartimos y así sucesivamente. Si queremos movilizar a una masa de hombres, luchar contra los prejuicios, combatir la miseria psicológica provocada por el desempleo o la discriminación, sin duda alguna mayor que la miseria económica, siempre nos encontraremos ante lo individual y lo colectivo solidarios, incluso indiscernibles. La psicología social nos enseña a observarlos de esta manera, permaneciendo fiel a su vocación entre las ciencias.”
Me sirve como herramienta y guía para mi hija