FIN DEL MUNDO UTÓPICO Y NAVIDAD CON CALZONCILLO AMARILLO
Sin embargo, la navidad a la vez es una agente reproductora de la desigualdad social en nuestro país, ricos celebraran de mejor forma, disfrutaran a lo máximo, mientras que los pobres solo les llegara el arrepentimiento de su condición de pobreza. Algunos pasaran en familia, mientras que algunos pasaran en la soledad.
En las ciudades toda la gente ya compra desesperadamente cosas inservibles, algunos acostumbran darse regalos, comprarse calzoncillos y calzones amarillos, también habrá sorpresas, algunos se jactan al cargar panetones, chocolates y así se cargan todo lo que encuentra como si fuese el ultimo día de sus vidas. La informalidad, la delincuencia, la inseguridad y la mala inversión salen en medio de estos individuos que se vuelcan por las calles y por los supermercados.
Algunos la noche del 25, se comerán pavo, bacalao, cerdo o, cordero dependiendo del lugar, llamado famosa-mente como la cena navideña. Los católicos, o los católicos populares como los denomina el padre Manuel Marzal ya lo tienen armado los belenes, Pesebres o Nacimientos navideños, de acuerdo a la posibilidad que tengan cada uno, en las ciudades seguramente este proceso será o ha sido de una manera muy sofisticada, en tanto en las comunidades alejadas, harán su nacimiento de la arcilla que tienen a su alcance.
Los niños en gran parte adornaran el ambiente sonoro son sus villancicos, creando una algarabía esta noche. Mientras las calles, las viviendas, edificios, plazoletas de las ciudades brillarán con las luces multicolores diseñadas de diversas formas, mientras que las comunidades campesinas reinaran con su oscuridad del ambiente. La gran ciudad será nublada y atada con un manto de humo a causa delo pirotécnicos utilizados por la media noche, la gente esa noche vivirá de la peor noche respirando CO2 y la bulla dejara sin cesar a todos los oídos de la gente de ese lugar, en tanto la población más alejada disfrutara del silencio y el aire puro en estos lugares.