EL TROVERO ENAMORADO
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Cada vez que la tia salía fuera de la U, le seguía paralelamente, en las avenidas, en la plaza de armas, correteaba detrás de ellas, manteniendo cierto espacio, cada vez que veía a la tia, hasta temblaba su cuerpo ligero con un temblor de 5.6, su rostro se ponía rojizo, sudaba, y daba suspiros muy increíbles que nadie podría imaginar, su corazón latía hasta millón por segundo. Cuando no le hacia caso de sus propuestas de persecución a la tia a veces se amargaba, me decía: “te vas a la mierda”, “me llega el mundo”, “no quiero mas esta vida” “chibolo de mierda”.
Dos años de templado, para nada, no sirvió de nada, en vano soñó seguir los pasos de Vargas Llosa, estar con su tia, que le llevaba por una década o mas. Meses después, su vida cambiaria, fue como ver la otra cara de la moneda, le presente en un programa de amigos, a una amiga de tez blanca, flaquita, alta, con unas caderas casi formadas, era de mi facu. Los presenté, se saludaron, se hicieron amigos, fue motivo de varias conversaciones, entre ellos, TROVERO ya frecuentaba venir a los pasillos Antropología, cada vez que me veía siempre daba un silbido al estilo codorniz, seguido de una voz que arrojaba resumido en “jahupe” “chibolo” “chibolito” o algunas veces “pendejo de los andes” que esta ultima fue invento mio, pero a veces me molestaba tal calificativo. Todas la veces me preguntaba de la rosita, flor, eran mis amigas y colegas de la facultad, mis respuesta era casi positivamente para que no se amargara. Mas tiempo pasaba en Antropología que Comunicación o en cualquier otro lugar, hasta algunos estudiantes de Antropología pensaban que era de Antropología, tenia más amigos de Antropología que de su propia facultad de Comunicación. La flaquita fue motivo para que TROVERO escribiera en lugares extraordinarios, cuando leía libros, literatura, cuando jugaba futsal, en el comedor, en las banquitas de Antropología, en el parque de Mariscal Gamarra, varias veces los dos aprendían a tocar guitarra, se quedaban algunas horas, TROVERO a veces mas se concentraba en la flaquita, se fijaba en su rostro, sus cabellos que jugaban con el viento que corría por el parque, sus labios rosadas, ya cuanto ya desearía besar, hacer un choque de dos labios de él y ella, no se animaba era solo lleno de deseos, sueños, suspiros eternos e infinitos.
Una tarde de lunes, un día de verano, pero invierno en las alturas, día del mes de enero, hablamos por Facebook, me decía que su meta era ya retirado, de sus ideas, es mas, ya se había convertido en una misión cancelada, y a quedado todos sus utopías en imposibles, como algún tiempo la gente se volcaba a las calles soñando con el comunismo, y la decepción de tal hecho, asi quedaban los sueños del trovero con la señorita.
En unos días se ira a la sucia ciudad, la deseada por todos, de clima templado, y ahora verdaderamente alcanzara cuando llegue allá, estar templado, pero no de una mujer sino por naturaleza su cuerpo estará templado por el tiempo que se quede por allá, será aproximadamente cuatro meses de permanente información en medio de la muchedumbre lleno de balconcitos , escuchara hablar muy rápido, tal vez algunas veces se sorprenda o se decepcione de la realidad en tales aulas, facultades, jardines, o pueda ser que se vuelva a enamorar también de una mujer, que cuando regrese, quedara en sus recuerdo o en sus escritos de libro de amor.