True Cost
Director: Andrew Morgan
Productora: Life Is My Movie Entertainment
Guion: Andrew Morgan
Productores: Livia Giuggioli, Michael Ross
Autores del artículo:
- Saríah Parra Salazar
- Ivana Cárcamo
- Piero Carbajulca
¿Sabes lo que hay detrás de la ropa que venden los grandes retails? ¿Son de verdad amigables con el ambiente como mencionan?
Todas las mañanas al despertar, te levantas, te vistes… No ha pasado ni una hora y probablemente ya estás contribuyendo con el deterioro del medioambiente.
La industria de la moda o la ropa generalmente está relacionada con reflectores, pasarelas, modelos, tendencias, temporadas de ropa, situaciones especiales, etc. Pero, ¿sabías que también tiene una cercana relación con la contaminación, residuos en cantidades abismales, enfermedades, suicidios, explotación, falta de agua, entre otras más?
En algún momento de nuestro día, hemos visto publicidad de tiendas de ropa, accesorios o zapatos en cualquier tipo de medio. En algunos casos, incluso hemos comprado en estos grandes Retail como Zara, H&M, Adidas, entre otras, ya sea por que estaban en promoción o como para pasar el tiempo.
Pero sabemos realmente qué hay detrás de la ropa que estás usando, o la ropa por la que esperaste 1 o 2 horas por pagar, o la que pediste con un solo click y sigue guardada en tu closet con la etiqueta puesta o la que compraste sin pensar cuando entraste a la tienda diciendo “solo voy a ver”. La ropa se ha convertido en un bien por el cual vivimos, es decir parece ser que la ropa ya existía antes de nosotros y que nosotros existimos para complementarla. En muchos casos aprovechamos las ofertas ya sea un 2×1, un SALE o un Fin de Temporada para comprar ropa que en ocasiones no necesitamos y que nunca llegaremos a usar.
Te has preguntado alguna vez que hay detrás de esta ropa. Quienes han puesto su tiempo, esfuerzo y vida por la ropa que estás comprando. Y no es una exageración por que sí algunas personas han puesto su vida en ella literalmente. O tal vez te has preguntado qué sucede con aquella ropa que sobra y nadie compra. O cuánto estás contaminando con el simple hecho de comprarla o no comprarla.
Fast Fashion
El documental True cost nos introduce al mundo del Fast Fashion. La nueva estrategia de venta en la industria de la moda que nos lleva a un consumismo rápido e innecesario en algunos momentos. Se lanzan más temporadas y líneas de ropa que las que necesitamos para protegernos del clima o la que podemos usar. True Cost nos muestra qué es lo que hay detrás de toda la industria a partir de la tragedia que despertó al mundo, la tragedia de Rana Plaza.
Rana Plaza era un edificio ubicado en Bangladesh donde trabajaban miles de mujeres y hombres en la fabricación de ropa para estas grandes industrias. El 24 de abril del 2013 colapsó dejando 1,134 muertos y 2,437 heridos aproximadamente. El suceso llamó la atención de los países donde residían estas grandes industrias, debido a que los trabajadores ya habían informado sobre las deficiencias del edificio y a pesar de ello, fueron obligados a volver a trabajar.
Luego de este suceso el mundo empezó a investigar a las grandes industrias y se encontró con una realidad diferente a la que mostraban en sus comerciales o páginas web. Dentro de las más resaltantes que se mencionan en el documental están la explotación laboral, la contaminación ambiental y la contaminación de los recursos hídricos en occidente.
Explotación Laboral
En primer lugar, el documental nos muestra más sobre la explotación laboral presente en occidente por parte de las grandes tiendas. Esto empieza desde la negociación inicial de las empresas con los locales. Las empresas quieren precios bajos para poder venderlo en sus tiendas a precios altos con los que maximizan sus utilidades o en algunas ocasiones para poder venderlo barato y competir con las tiendas de precios cómodos.
El local que acepta el precio más bajo suelen gana el trabajo es por ello que en algunos casos llegan a pagar hasta 3 dólares por la jornada de un día de 10 horas continuas de trabajo. Una vez conseguido el trabajo, las instalaciones de manufactura se encuentran sobresaturadas. Existen alrededor de 60 millones de trabajadores de manufactura en el occidente y muchos de ellos trabajan con poco espacio en lugares donde los químicos de teñido, máquinas para coser, grandes secadoras concentran un ambiente tóxico y caliente en el cual deben de permanecer durante toda su jornada.
En algunos casos, incluso se encuentran niños y niñas que acompañan a sus madres o que trabajan ahí mismo. Tal es el caso de Shima Akhter, quién va acompañada de su hija de 4 años a su trabajo en una de las fábricas de Bangladesh cuando la visita.
Shima Akhter fue la presidenta del sindicato desde su formación en su trabajo, en el documental ella comenta sobre los casos de agresión hacia las trabajadores de confección. Un día presentó una lista de demandas hacia los directores para la mejora de las condiciones de trabajo. Los directores y el sindicato tuvieron un altercado de palabras debido a los pedidos que realizaban. Luego del altercado, los directivos cerraron las puertas con llave y junto con ellos, 30 a 40 empleados los golpearon con lo que encontraron en la sala desde sillas hasta tijeras. En la gran mayoría propiciaron patadas y golpes contra la pared. Shima a pesar de ello sigue siendo la presidenta del sindicato y espera en algún momento poder contribuir a construir un mejor lugar de trabajo.
Contaminación ambiental
Un segundo aspecto en el que esta industria conlleva efectos negativos es el medio ambiente. Evidentemente, ha habido un gran cambio e intensificación en la industrialización de la agricultura. Es posible observar la sintonía que los antiguos tipos de cultivo guardaban con la naturaleza, pues estaban relacionados con los ciclos naturales del año y las estaciones. En contraste con esto, actualmente la tierra es inclusive percibida como una fábrica.
En particular, el algodón constituye la fibra a partir de la cual está fabricada la mayoría de la ropa usada en el mundo. Así, mientras crece la demanda en la industria de la moda rápida, las fábricas rediseñan la misma planta para producir más en menor tiempo.
En los últimos años, el uso del algodón OGM, el cual es modificado genéticamente como sus siglas indican —Organismo Genéticamente Modificado (OGM)—, se ha incrementado de tal forma que en la actualidad representa el 80% de la industria del algodón. La mayor parte de este se caracteriza por ser Roundup Ready. Esto significa que, en lugar de que los agricultores fumiguen las malezas ocasionalmente o que los jornaleros las corten manualmente, ahora los campos enteros son fumigados. Esta práctica ha sido generalizada: se coloca una dosis de productos químicos sobre todo el campo sin considerar los grandes efectos ecológicos que esto implica, como residuos a nivel microbacterial en el suelo.
En este sentido, Vandana Shiva, activista ambiental, menciona que la misma industria que producía los explosivos para la guerra es la que produce los fertilizantes nitrogenados. Dado que estos no funcionan adecuadamente con los cultivos autóctonos, el sistema rediseñó el algodón para que pudiera recibir más productos químicos, resultando en la creación de la semilla de algodón Bt, posteriormente patentado por el grupo Monsanto.
Sin embargo, lo que ocurre realmente es que esta semilla no controla correctamente las plagas, por lo que los agricultores se ven obligados a comprar una mayor cantidad de pesticidas. Lo preocupante relacionado a esto es que tanto fertilizantes como pesticidas actúan como narcóticos ecológicos, es decir, mientras más son utilizados, más cantidad de estos se requiere. Como resultado, la cosecha del producto aumenta, pero comienza a bajar debido a la masiva contaminación del suelo.
Asimismo, a medida que la industria de la moda rápida ha crecido constantemente en los últimos diez años, la cantidad de ropa y textiles presentes en los vertederos ha aumentado. La moda no debería ser considerada como un producto desechable, pero todo apunta a que esta es la percepción actual de la ciudadanía.
Un estadounidense promedio arroja 37 kilos de desechos textiles anualmente y en total la población de EE.UU. suma 11 millones de toneladas de desechos textiles por año. Evidentemente, la mayor parte de estos no es biodegradable, por lo cual se quedan en vertederos aproximadamente 200 años o más, mientras emiten gases nocivos a la atmósfera.
Un caso particular es el de Haití, en el cual ya se ha acuñado un término para referirse a grandes cantidades de ropa: pepe. Estas provienen en su mayoría de EE.UU. y son las donaciones a organizaciones benéficas que no se consiguen vender en tiendas de segunda mano, por lo que son enviadas a países menos desarrollados.
Contaminación hacia los recursos hídricos
En tercer lugar, la industria de la moda representa un gran impacto negativo en los recursos hídricos. En Punjab, ubicado en la India, la contaminación del agua resulta directamente de la agricultura de algodón previamente mencionada, pues esta región es conocida por utilizar un gran número de pesticidas. En esta misma región, se reporta un alza en las tasas de cáncer, masivos defectos congénitos —entre el 70 y 80% de los niños— y numerosas enfermedades de la piel: es imposible negar una relación directa entre estas estadísticas y el uso excesivo de pesticidas en la agricultura.
En este mismo país, pero en otra región llamada Kanpur, también existe una severa contaminación del agua. Esta región, la capital de las exportaciones de cuero de la India, está situada cerca al río Ganges, el cual es considerado el río más sagrado, es importante para más de 800 millones de personas y representa un medio de vida para el sector norte del país.
Sin embargo, la creciente demanda de cuero barato se traduce en 50 millones de litros de aguas residuales tóxicas diarias provenientes de curtidurías locales. Los complejos químicos utilizados para el tratamiento del cuero, entre ellos el cromo 6, fluyen por el río hacía la agricultura local e incluso el agua potable. Es así que, tanto el entorno local como el suelo y el agua subterránea, siendo esta última la única fuente de agua potable, están contaminados con cromo.
Comercio Justo
En lo explicado anteriormente, se visualiza que se necesita de una moda sostenible y que su beneficio esté arraigado a lo que se conoce como “Comercio Justo”. En el sistema actual, las empresas intermediarias se enriquecen a toda costa de los productores, se establecen desigualdades en porcentajes totalmente desequilibrados y sin tener en cuenta los costes sociales y medioambientales.
El Comercio Justo presenta un modelo más solidario, de equidad y ético. Para poder cambiar todo el sistema, es necesario poder abarcarlo en su totalidad: entablar relaciones transparentes generando oportunidades reales para los productores, conservación y un buen uso de los recursos naturales para la fabricación de este, uso de materiales reciclables, impulso del desarrollo para las pequeñas regiones, aumentar el presupuesto de la sanidad pública, entre otras.
Así también, se promueve el uso de ropa sostenible, lo que actualmente se conoce como las prendas eco-etiquetadas. Estas acciones han ido creciendo gracias a la realización de firmas internacionales y jóvenes emprendedores, los cuales han reducido la huella de carbono. Además, cambiaron el uso de algodón convencional por algodón orgánico, de esta manera, se desea priorizar la protección del océano de la contaminación por microfibras, proteger los medios de permanencia de los agricultores, conservar los recursos hídricos y energéticos, y ayuda a mantener el suministro de alimentos libre de pesticidas.
Las empresas que han revolucionado con la moda sostenible son Fokus Green ( Colombia), sus prendas están hechas con un mix de materia prima reciclada; TutumluAnne (Turquía), una empresa con mayor mercado online en venta de artículos de segunda mano y Magpies & Peacocks (Estados Unidos), la cual hace colaboraciones con artistas y diseñadores para la creación de artículos de moda con recursos de material reutilizable.
A esto se suma, las empresas peruanas como Waina la cual revaloriza los recursos y cultura amazónica; así también, se encuentra Insecta, la cual contribuye al cuidado de los animales y la biodiversidad mediante su moda sostenible y Qaytu, la cual es una marca de moda para mujeres la cual utiliza materiales reutilizables con algodón de alpaca y fibras naturales.
Conclusiones
En conclusión, vemos que el Fast Fashion representa una emergencia medioambiental, ya que la ropa, en su mayoría, está hecha con los mismos polímeros que se fabrican los envases desechables. En respuesta a esto, nace la moda sostenible la cual se preocupa porque el consumidor pueda conocer de qué está hecha su ropa, de dónde viene y cómo cuidarla. Sabemos que la moda es un sector potente, y que posiblemente las grandes empresas, de acuerdo a sus ganancias, tomen esto como un camino largo por recorrer; sin embargo, el consumidor es el principal potencial para realizar estos cambios. Se debe dejar de usar prendas, que a pesar de su bajo costo, tienen una alta repercusión en el medio ambiente y buscar lo que se entiende por sostenibilidad: trabajar el presente pensando en el futuro.
Link de descarga de documento True Cost:
Bibliografía:
https://www.sostenibilidad.com/desarrollo-sostenible/que-es-la-moda-sostenible/
https://blog.oxfamintermon.org/moda-sostenible-otra-forma-de-entender-el-negocio-textil/