Estamos cansados de las suspensiones, incumplimientos, mala calidad y otras irregutalirades en los conciertos.

Todo esto es un reflejo de la falta de seriedad en el país lo que ahuyenta a promotores de eventos, empresarios e inversionistas en general.

Desde este espacio pedimos se formalicen las normas para los eventos culturales. Lo que debe incluir:

– Roles de autoridades y entidades
– Obligaciones de promotores de eventos, artistas, auspiciadores, comercializadores de entradas y asistentes. Debe haber un canal de comunicación para efectuar denuncias de incumplimiento en los horarios de inicio, la calidad y el tiempo de las presentaciones.
– Formatos de evaluación para garantías y demás.
– Solicitud para eventos a través del INC o alguna entidad única y no a través de municipio que tienen reglas particulares cada uno de ellos.
– Rol de la policía de acuerdo a la magnitud de los eventos, al tipo de público y dimensión del local.
– Por último, buscar que se reduzcan los impuestos a los eventos para facilitar el acceso a ellos por parte del público.

A corto plazo se debe revisar si ya existen mecanismos legales y normas que regulen los eventos culturales. Se debe evaluar y el tan mencionado Ministerio de Cultura podría ser necesario para este tipo de casos. Recordemos que es labor del estado y compromiso de los ciudadanos hacer retroceder a la pobreza económica, pero no es la única, tal vez no es la más crítica. Existe la pobreza de salud, de cultura, de intelecto, de optimismo.

No se debe tomar esto como un gusto vano o algo de baja prioridad, es verdad que no es una necesidad crítica pero es parte del desarrollo de la expresión cultural de la ciudad, un canal de desahogo frente al stress de la realidad laboral y hasta de los cotidianos embotellamientos en las calles y obstáculos burocráticos. Yo lo veo como un tema de salud mental.

Esperemos que este tema junto al deporte tengan lugar en nuevas políticas de estado para el desarrollo del país.