La fuerza de la izquierda en las urnas es anterior a Barrantes, pues él no fue candidato en 1978 ni en los comicios presidenciales de 1980. Además, en ambos procesos, la votación izquierdista hubiera sido mayor si se hubiese presentado una sola lista de izquierda y no cuatro o cinco.
Salvo durante las elecciones presidenciales de 1980, 1983 y 1986, su candidatura se limitó a la provincia de Lima y en los tres casos su votación siguió las tendencias nacionales de la izquierda. Incluso en 1986, cuando los críticos de Barrantes le atribuyeron escasa pugnacidad electoral, Izquierda Unida logró, en todo el país, la más alta votación de su historia (30.81 %).
Si bien hoy, la izquierda está unida electoralmente, dentro de ella no todos los grupos han alcanzado el mismo respaldo en las urnas. Los partidos representados en el Comité Directivo Nacional de IU son: PCP, UNIR, PUM, PSR, PCR, FOCEP y APS. Los tres primeros tienen presencia electoral en todo el país. El FOCEP exhibe una declinante influencia regional (Pasco). Las bases sociales del PSR y del PCR están localizadas en los sectores medios, especialmente. Ya que todos aquellos grupos se presentan en un sólo frente en las elecciones -desde noviembre de 1980-, las únicas referencias válidas sobre sus distintos caudales en las urnas provienen de los votos preferenciales y de las cantidades de alcaldes y parlamentarios elegidos por cada partido. En 1985, el PUM obtuvo 17 parlamentarios; el UNIR,17; el PCP,9; el PSR,4; el PCR, 2; el FOCEP,2; APS,1. Hay 10 independientes.
El PUM, el UNIR y el PCP son, en este orden, los partidos más votados dentro de IU y son, también, los que mantienen las mayores influencias sobre organizaciones sociales, sindicatos, gremios estudiantiles y barriales, etc. Los tres representan el 70% del total de la votación de IU, y dos de cada tres parlamentarios y de alcaldes pertenecen a aquellos partidos. Aunque comparativamente menor, el PSR, ejerce influencia sobre organizaciones campesinas e integra a conocidos políticos e intelectuales. El PCR y el FOCEP han declinado en cada comicio y su presencia pública reside, más bien, en la actuación de sus principales líderes políticos: Manuel Dammert y Genaro Ledesma, respectivamente.
Por su propia naturaleza de frente, en IU -más que en otras agrupaciones- son notorios los independientes. Diez de ellos han llegado al Parlamento y muchos otros a las alcaldías. Empero, en términos electorales, los independientes no forman una categoría. Agruparlos sería un error, pues no constituyen una entidad con programa ni organización. Por lo general, los independientes elegidos se inclinan por uno u otro partido o se identifican con un líder; incluso, estas identidades suelen cambiar con frecuencia. A pesar de que los distintos caudales partidarios no determinan la conducta política de cada organización, sí son puntos de referencia para comprender mejor las actitudes que asumen los partidos entre sí, e incluso en sus relaciones con el presidente de Izquierda Unida. Así, por ejemplo, en la última crisis de IU los partidos mayores -con más seguridad en sí mismos- se distanciaron, los primeros, de Alfonso Barrantes.
(La República 3 de Junio de 1987)