Haya de la Torre se asienta como líder único del aprismo. Este es el momento más importante de la formación del partido, de su psicología y antropología política. Es la época de los mártires (Barreto, Arévalo), la liturgia, los símbolos, los cánticos y los lemas. Es la época en donde la propaganda política aprista se desarrolla a niveles antes nunca visto en nuestro país.
La confianza de su militancia en su líder y jefe llegan a niveles de adoración. La idolatría hacia su jefe configura el típico caso de la relación pasional entre el líder carismático y las masas. Esta situación será facilitada por el carácter clandestino del partido y la represión de gobiernos carentes de legitimidad política.
Sin embargo, es en este periodo de persecución que Haya de la Torre redefine su ideario político. Haya planteará el aprismo como superación del marxismo. El relativismo lo redefinirá a partir de la teoría del espacio-tiempo-histórico. Los cambios en la posición política del APRA no serán notorios para su militancia en la medida que su líder como el partido eran perseguidos por las fuerzas oligárquicas. Ya no plantean una lucha sino una conciliación, un acuerdo, un compromiso de clases que pasará por la convicción de que, a nivel internacional, se impone una alianza con los Estados Unidos. Señalará, asimismo, la política de cooperación interamericana basada en los cuatro puntos planteados por Roosvelt. El partido aprista buscará, por todos los medios, hacerse un espacio político que, aunque no consigue crear en esta época, sí logra decidir en parte el curso de los acontecimientos toda vez que ha conseguido aglutinar a los sectores medios y urbano-populares y sostenerse como mediador de sus demandas, presionando así a los sectores oligárquicos. Bajo esta perspectiva logrará, en parte, decidir el curso de los resultados de las elecciones de 1939 y 1945.
(El Peruano, 29 de Abril de 1998)
No cabe duda de que fue un gran lider, pero para cierto tipo de personas cuyas inclinaciones perversas pueden prestarse para cualquier imaginacion enferma, ademas tenia un alter ego homosexual llamado “LA DAMA DE NEGRO”ampliamente conocido por cronistas de la epoca donde describen al APRA como una cofradia de cocainomanos y homosexuales;pero que el tiempo y argucias politicas han sabido callar, es lamentable que un partido como el apra tenga estos estigmas y delincuencialmente arreglados con los manejos del pais y dirijan el deforme destino del Perú por segunda vez y que nadie se de cuenta de estas cosas.