Más allá de lo que parece, existe una gran diferencia entre el número 13 y el 14. Así lo muestra el proceso de Consulta Popular de Revocatoria (CPR) convocado para Lima. Y es que los promotores de la revocatoria de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, han solicitado revocar a los 40 miembros del Concejo Provincial de Lima (CPL). La ley señala que la votación es individual, por lo que si se revoca a más de un tercio de los miembros del concejo municipal, se debe realizar Nuevas Elecciones Municipales (NEM), para reemplazar a los revocados y así terminar el mandato de cuatro años.
El número mágico es pues 14, que corresponde a más de un tercio de los 40, por lo que es claro que los promotores no querían solo revocar a Susana Villarán, sino tener la oportunidad de ganar las elecciones. <–break–>Allí quizá aparecerían algunos de los interesados, que hoy están ocultos. El problema es que esta solicitud se puede convertir en una “Ruleta Rusa”, como se ve en los siguientes escenarios.
Un primer escenario es si se revoca a un tercio del CPL, es decir, más de 14 miembros. Por ejemplo, si se revoca a la alcaldesa Susana Villarán y cuando menos a trece regidores, de cualquier agrupación política, se deberían realizar NEM, que tendrían como propósito elegir a los que reemplacen a los revocados.
El costo sería igual que el proceso de CPR del 17 de marzo. La fecha sería quizá a fines del 2013. Entre uno y otro proceso, habrá no menos de ocho meses. Estos miembros del CPL dejarían el cargo una vez que se declare oficialmente los resultados. Quien asumiría la alcaldía, de manera temporal, sería el primero de la lista de Fuerza Social que no fue revocado. Este puede ser desde el teniente alcalde, Eduardo Zegarra, hasta el último, Hernán Núñez Gonzales. Cualquiera en realidad. Pero, si se revoca a todos los de la lista de Fuerza Social, asume el primer accesitario, Fidel Ríos Alarcón, quien por cierto no es del partido de la alcaldesa, sino militante del Partido Nacionalista. Pero, podría ocurrir que el primero de los no revocados podría ser Luis Valer Coronado o Cayo Tito, regidores acusados de actos de corrupción, que si bien han sido suspendidos, no han sido vacados.
Pero, en caso de no revocarse a la alcaldesa Susana Villarán y sí a más de 14 regidores, los promotores no conseguirían su objetivo, pero sí se realizarían Nuevas Elecciones Municipales, con el mismo costo y la fecha anotados anteriormente. Estas elecciones no serían de interés ciudadano, pero podría alterar la relación mayoría-oposición, que consagró las elecciones del 2010.
Un escenario que no debe descartarse es que los revocados sean más los de la oposición y no tanto de la mayoría, pues al encontrarse en los puestos relegados de la lista, solo un pequeño grupo de interesados electores marcarían sus preferencias, por lo que varios podrían ser revocados por muy pocos votos, pero igual habría NEM.
Pero allí no termina todo. Podría darse el caso de que se revoque a no más de 13 miembros del CPL, por lo que no habría NEM, pero sí alterar su composición. Es decir, si se revoca a la alcaldesa Susana Villarán y a doce regidores, el primer no revocado de su lista asumiría la alcaldía hasta el final del mandato. Como se ha señalado, al ser el proceso de CPR individual, podría recaer el cargo en cualquiera. Nuevamente desde el teniente alcalde hasta el último de la lista de Fuerza Social, pero con la diferencia de que ya no sería un alcalde provisional, sino que se mantendría en su cargo hasta el 31 de diciembre del 2014. Este escenario, no cumpliría con el propósito completo de los promotores de la revocatoria, pues sí se revocaría a la alcaldesa, pero no habría Nuevas Elecciones Municipales.
Pero, podría no revocarse a la alcaldesa y sí a trece regidores, en cuyo caso serían sustituidos por los accesitarios de cada lista al que pertenece el revocado. Mientras menos de la mayoría, mayor triunfo de la alcaldesa. Es decir, la CPR se convertirá en una “Ruleta Rusa”, donde todo puede pasar (La República, 8 de noviembre del 2012)