En el Perú, desde el 90, el voto se constituye como una identificación fuertemente personalizada, dejando de lado todo tipo de adhesión a ideas. Esto hace que las lealtades electorales sean muy frágiles y altamente volátiles. Así lo demuestra, la migración rápida de Andrade a Castañeda y de éste a Toledo, abriendo siempre un campo a súbitos ascensos y descensos en la intención de voto. Asimismo, la campaña de demolición de parte del gobierno –diarios amarillos, Sitramun, noticieros y programas políticos manipulados, acoso y contracampaña- contra los candidatos opositores, ya no tiene el mismo éxito con el líder de Perú Posible. Esto se explica porque toda arma expuesta y usada constantemente, se desgasta. El elector ya conoce y reconoce, de alguna manera, la contracampaña oficialista. Por eso, desde hace quince días los diarios amarillos han cambiado. De atacar puramente a los opositores, incluido Toledo, han pasado a colocar titulares triunfalistas y propagandísticos a favor del presidente Fujimori, cosa que no hacían antes.
En relación al posicionamiento actual de Toledo, éste difiere notablemente al del año 95. En aquella oportunidad, el aspecto étnico-social, -su “perfil cholo” diría la gente de marketing-, era su eje de campaña. Por eso su slogan: “un candidato con el color de tu tierra”. Ahora, por el contrario, Toledo aparece como un economista de experiencia internacional, menos opositor, algunas veces conciliador. Esto también, gracias a que las críticas más duras al gobierno, ya se la hicieron Andrade y Castañeda. Pero además, Toledo representa simbólicamente al provinciano pobre, que gracias al esfuerzo y a la educación, logra escalar posiciones sociales y económicas. A esto hay que agregar que su esposa, Elian, no juega un papel secundario de acompañante, sino que con alta formación profesional y conocedora del país, es más una activista y asesora. Aspecto, fundamental, en un momento en que se revaloriza a la mujer en sus múltiples funciones. Por lo demás, ese matrimonio es una muestra pluricultural, que a nuestro país gusta.
Difícil encontrar, por ahora, los límites de este crecimiento. Esto ha creado una seria preocupación al oficialismo al ver que la migración de intención de voto, coloca a Toledo arriba del 20%. Basta observar, con cierto detenimiento, las portadas de los diarios amarillos, de cierto diario oficialista y los noticieros de señal abierta. Todos buscan y son ya cajas de resonancia de la campaña contra el candidato de Perú Posible y responsables de levantar a Federico Salas como crítico de Toledo, bajo la estrategia de hacer aparecer como competencia primera Toledo-Salas, para que se desgasten, y no Toledo-Fujimori, para que el primero no crezca.
En todo caso, el crecimiento de Toledo ha puesto en seria duda, por primera vez, desde hace más de un año, el triunfo de Fujimori de manera inobjetable. Ha cuestionado su invensibilidad, que era un aspecto fundamental de su imagen, tan cuidadosa y bien trabajada. No está descartado el triunfo de Fujimori, pero tampoco su derrota. Por lo tanto, no todo está dicho en este escenario en donde se ha establecido, la incertidumbre.
(Canal N, Lunes 20 de marzo del 2000)