(El Comercio, 4 de marzo del 2011). La exposición de propuestas de gobierno realizada por El Comercio dejó imágenes, tropiezos lingüísticos y alguna pulla para el recuerdo o el olvido. Pero queda abierta la pregunta más importante para los candidatos: ¿Quedaron grabadas sus promesas en las mentes de quienes votarán este 10 abril?
De hecho, la tarea era ardua: plasmar lo más conciso de sus planes de gobierno —en materia de educación, seguridad ciudadana e inclusión social, más un tema libre— en tres minutos, habida cuenta de que se trataba de, en un esfuerzo democrático de este diario, darle un espacio de expresión y difusión a los 11 peruanos que pretenden alcanzar la máxima jefatura estatal en las urnas.
Al respecto, Fernando Tuesta Soldevilla, director del Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú, señala que, en tal sentido, los equipos de campaña detrás de las exposiciones de cada candidato parecieron olvidar que su discurso debía adecuarse al formato televisivo, donde importa mucho lo que transmite el candidato y “eso tiene que ver con la forma que adquiere la comunicación, sobre la base de su capacidad de oratoria, sus actitudes y gestos; y eso es importante”.
Sin embargo, se evidenció durante el encuentro que la mayoría de candidatos optó por ofrecer casi todas sus propuestas en el poco tiempo del que dispusieron. Un error de táctica que pudo restar peso a algunas presentaciones. “En estas circunstancias se tiene que proponer una idea fuerza y que además pueda estar entrelazada con las otras intervenciones, de manera que se fije tu intervención sobre la base de un componente: en esto ninguno acertó”, señala Tuesta.
Asimismo, se hace claro que la especificidad y tecnicidad de las ideas expuestas por algunos postulantes no jugó a favor de que el televidente se concentre en algunos de los aspectos de estas o que, incluso, llegue a evaluar qué propuesta fue la mejor.
CÓMO LOS VIMOS
Y es que al revisar lo pronunciado por los candidatos, pero en formato de texto, vemos que salpicadas y escondidas entre la premura de la exposición y del tiempo al aire, las propuestas más importantes quedan relegadas a un segundo o dos. Una falta de jerarquización expositiva que también es observada por Tuesta.
Aunque no hubo muchas cifras en sus discursos Alejandro Toledo y Luis Castañeda Lossio fueron, para Tuesta, los más hábiles en el evento: “Toledo apeló a la retórica pero es notorio que conjuntamente con Castañeda son ya experimentados candidatos. Cada uno va por la cuartea experiencia como candidato y eso no es poca cosa”.
“(Ollanta) Humala empezó leyendo y terminó exponiendo, se fue afinando. Keiko (Fujimori), muy pegada a sus notas pero usando bien el tiempo” opinó.
Los que brillaron menos para Tuesta fueron Manuel Rodríguez Cuadros y Pedro Pablo Kuczynski quienes no estuvieron en su mejor escenario: “PPK es bueno en entrevistas, pero ayer se le notaba insulso, al igual que a Rodríguez”.
LOS CANDIDATOS “CHICOS” Y FALLAS EN EL SISTEMA
Fueron más bien los candidatos con menos preferencia los que “usaron su tiempo para hacerse conocer, algunos de manera pintoresca, quijotesca”.
¿Relajó la exposición su presencia? Efectivamente, para muchos televidentes fueron el “condimento de relajo” en el evento, como apunta Tuesta. Pero la palidez de sus planteamientos y la poca preparación retórica de varios delata un aspecto del sistema electoral que no relaja sino más bien preocupa: ¿los once candidatos tienen niveles similares de aptitud para llegar a la Presidencia? ¿Hay algún filtro eficiente para que efectivamente lleguen a candidatear los mejor preparados, sin que ello signifique “los más educados”?
“Uno se pregunta, con el respeto que se merecen, ¿cómo llegaron? Llegan porque los aceptan los partidos y al ver los nombres de los partidos volvemos a preguntarnos ¿cómo así llegaron a inscribirse? Porque es difícil aceptar que *estos partidos cumplieron con la exigente ley de inscripción de partidos*”, apunta Tuesta sobre uno de los aspectos más críticos de nuestro sistema electoral. “No es tanto la ley sino la aplicación de la norma que es en donde veo problemas”, indica.
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